Las matanzas de republicanos por agentes fascistas en Sanlúcar de Barrameda
 
Las matanzas de republicanos por agentes fascistas en Sanlúcar de Barrameda. Parte 1, La Represión / Tulio Riomesta

Sanlúcar De Barrameda tenía en 1936 unos 28.000 habitantes. El 62% de las tierras estaba en manos de 51 personas, con fuertes lazos familiares entre ellas. El 77% de los trabajadores, se dedicaba a la agricultura, la mayor parte eran jornaleros. La llegada de la II República significó un duro golpe para el control de las instituciones por los caciques de la oligarquía latifundista local, quienes optaron por boicotear las reformas Republicanas. Los terratenientes y sus lacayos se mostraron intransigentes ante las reclamaciones salariales y laborales, instalándose en el extremismo político.

El sábado 18 de julio por la tarde, el alcalde socialista Bienvenido Chamorro y otros Republicanos, especialmente muhos cenetistas, organizaron la resistencia contra el golpe fascista cortando los accesos a la ciudad. El golpista “comandante” Salvador Arizón envió tropas a las que se unieron los carabineros y la guardia civil. Sin embargo la resistencia continuó pero con instrucciones de evitar utilizar armas de fuego. Milagros Listán Bazán, de 16 años, era presidenta de la Sociedad de Rederas y Oficios que incluía el colectivo del servicio doméstico. Vestida de rojo y con un pañuelo con los colores de la CNT rojo y negro anudado sacaba a las muchachas del servicio para participar en la huelga general. También estaba Rosa Rondán Rodríguez una chica guapa y alegre de 17 años que trabajaba de criada en casas de algunos señoritos.

El día 21 por la mañana algunos cenetistas todavía resistían, pero tenían pocas armas y se retiraron a los campos. Por la tarde llegaron desde Jerez las tropas africanas, mercenarios y moros, que directamente volaron una casa matando a 12 personas e hiriendo a otras 20. Fue el final de la resistencia. Unos moros ejecutaron en su casa a Juan Crespo Mellado de 72 años y a otros miembros de la familia. Sin piedad, cayeron el primer día 18 personas. La población huyó por los campos. Comenzó la represión fascista, sistemática y cruel, como en el resto de los territorios tomados por los golpistas, Sanlúcar se transformó en un inmenso cuartel donde se torturaba y se aniquilaba a los Republicanos.

El modelo femenino tradicional había sido cuestionado y transgredido durante la II República y por tanto las rojas, individuas de dudosa moral, tenían que sufrir un castigo ejemplarizante. Las mujeres fueron represaliadas con insultos, golpes y violaciones, una durísima violencia para que sufrieran la humillación de su dignidad como mujeres: raparon su pelo al cero, las desnudaron y pasearon por las calles incontinentes por las purgas con ricino. Así señalaban su camino, del que nunca tenían que haber salido, el orden patriarcal católico, el cuidado de la casa sometidas a la voluntad del marido.

Rosa Rondán Rodríguez fue detenida y llevada al Castillo de Santiago. Milagros Listán Bazán fue paseada rapada y purgada para escarnio público. En juicio sumarísimo fue condenada por adhesión a la rebelión en la Prisión Central de Gerona. También fueron rapadas y purgadas, Alicia, la señora que regentó durante muchos años su librería familiar en la calle Ancha, Encarnación Romero, abuela de una compañera de piscina, y tantas que guardaron silencio y se han perdido en la memoria.

La historia de Rosa y de muchas otras es la historia de aquella España negra, de las mujeres que guardaron silencio, que lucharon contra el hambre y la miseria, de esa tapia de silencio y terror que levantaron los vencedores. Por eso entre otras razones tenemos que romper el silencio al que vivieron sometidas, conocer la verdad para intentar reparar el daño y sufrimiento que pasaron.

A finales de septiembre de 1936, el grupo de Republicanos encarcelados en el Castillo de Santiago de Sanlúcar, y que fueron fusilados en los días siguientes, recibió una visita de unos oficiales del torpedero Wolf de la marina nazi. Uno de los alemanes ellos realizó una fotografía de los reos, como aparece en la imagen: Es un testimonió único de la represión franquista.

Hay que recordar que Sanlúcar cuenta desde 2015 con un lugar de permanente recuerdo a los represaliados del franquismo, el ‘Mirador de la Memoria’, situado frente al Castillo de Santiago, un monumento con los nombres de las 133 víctimas que fueron fueron asesinadas por los fascistas durante la guerra civil y la dictadura franquista.

Continúa en Parte 2, Los CRÍMENES


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