Es verdad que con la tramitación del proyecto de Ley de Memoria en el Congreso de los Diputados se está produciendo un cierto debate y abundantes declaraciones que tienen relación con la memoria histórica. Una de esas declaraciones fue publicada el miércoles 3 de Noviembre por la portavoz de Igualdad del grupo socialista en el Parlamento, Laura Berja. Consideramos necesario hacer algún matiz puesto que se trata de una cuestión de gran sensibilidad y que afecta a muchos ciudadanos, también a asociaciones como lo ARMH, que ahora hace 21 años comenzó su andadura.
Es verdad, como señala en ése artículo, que las asociaciones de memoria llevamos décadas trabajando con las víctimas, investigando, atendiendo peticiones de familiares, enfrentando todo tipo de dificultades para poder atender con rigor y seriedad lo que es justo. Comenzando por las víctimas del crimen más grave que se puede cometer contra un ser humano, la desaparición forzada. Pero señora Berja, esto ha sido y es así porque el Estado, el Gobierno, la estructura central de la administración, no han hecho su trabajo. Éste nunca ha sido un tema de subvenciones. Por tanto, conviene que la memoria sea fiel a los hechos.
En el diario de sesiones del Congreso, que usted sitúa como depositario de la memoria, no existe ninguna intervención pública desde la tribuna de víctimas directas de la dictadura, de familiares de desaparecidos, tampoco existe en ése diario ninguna declaración del pleno condenando la dictadura franquista y a quienes la hicieron posible.
A día de hoy los familiares, las víctimas, siguen sin tener una simple oficina del gobierno a la que dirigirse para ser atendidos directamente. Hasta cuándo, señora Berja.
Suponemos que usted como responsable de igualdad de su grupo parlamentario, es consciente de la situación en que quedaron las mujeres con el triunfo de los golpistas. No será necesario indicarle todos esos aspectos terroríficos que tuvieron que soportar por el hecho de ser mujeres y además, por haber sido leales a la primera y mas completa democracia de éste país. Que no olvidemos, se debió y mucho al papel jugado por las mujeres en todos los ámbitos de la vida. Por eso resulta difícil entender que usted pueda compartir la afirmación del ministro Bolaños y el texto del proyecto de ley que señala en reiteradas ocasiones el necesario reconocimiento de "todas las víctimas de la guerra". No olvidemos, es decir, tengamos memoria. En la guerra murieron también aquellos que ayudaron de forma directa a masacrar a las mujeres. A partir de abril del 39 la mujer dejó de tener la consideración de ser humano para el nuevo Estado, con todo lo que ello ha significado.
Estamos absolutamente de acuerdo con usted en que la memoria es esencial y debe ser política de Estado, pero toda la memoria y con toda la verdad.
Fuente → blogs.publico.es
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