Durante la guerra civil y el régimen franquista miles de niñas y mujeres sufrieron una violenta humillación publica: eran rapadas al cero simplemente por la sospecha de ser familia de republicanos. La democracia nunca reparó a estas mujeres, algo que ahora intenta este rotundo documental titulado ‘Sacar a la luz. La memoria de las rapadas', que pretende rescatar del olvido las rapadas del franquismo y su impacto social.

A través de los testimonios de mujeres represaliadas, de los hijos e hijas que vivieron los hechos muy de cerca, de los familiares a los que les ha llegado la memoria de estas mujeres y de personas investigadoras quienes contextualizan lo sucedido, se hace visible el sufrimiento que ha pasado de generación en generación marcando sus vidas.

El corte de cabello, que era la parte visible de los castigos, escondía la humillación, los desprecios, las torturas, las violaciones… Esta violencia hacia las mujeres fue acallada por ser considerada castigo menor quedando al margen de los relatos oficiales de la historia.

En el documental, dirigido por las artistas visuales Art al Quadrat (Gema y Mónica del Rey Jordá) y por la psicóloga y antropóloga María Dolores Martín Consuegra Martín-Fontecha, se insta a la reflexión sobre el papel que tenemos desde el presente para generar una nueva memoria para recordar a estas mujeres.

Las mujeres, cuentan los testimonios de algunas de las protagonistas del documental, eran obligadas a desfilar rapadas y bajo los efectos del aceite de ricino. Lo hicieron en muchos casos después de ser violadas, porque la finalidad no era otra que la de humillar a los vencidos utilizando para ello el cuerpo de las mujeres.