Republicano del Año, y para muchos más

Republicano del Año, y para muchos más
Arturo del Villar

Olvídame "campechano"

Ya tenemos candidato seguro para el premio Republicano del Año 2021: un tudensito de tres años que se negó a saludar a Felipe VI de Borbón cuando visitó su escuela, y ante su insistencia en chocar los puños le volvió despectivamente la espalda, sin modificar su rechazo pese a que su majestad el rey católico se acuclilló ante él rogándole el saludo, y tampoco le ablandaron las peticiones en el mismo sentido de la reina Letizia y de las profesoras. Lo único que consiguieron fue que la cara del niño aumentara el gesto de asco y desprecio ante la realeza. Así somos los republicanos, Felipe, toda la vida.

Este episodio nazional ocurrió el 29 de octubre, cuando nuestros señores los reyes católicos y séquito adulador visitaron el Colexio Rural Agrupado Maestra Clara Torres, en Tui (Pontevedra), galardonado por la Fundació Princesa de Girona como mejor escuela de España. Siguiendo la costumbre ante las visitas irreales, se había preparado a un grupo de vasallos, alrededor de un centenar, cada uno con una bandera rojigualda de papel en la mano, para vitorear a la borbónica pareja a su llegada. Conforme a los habituales fallos del protocolo en la Casa Irreal, la espera se prolongó durante más de hora y media bajo un frío helador, por lo que la recepción fue también gélida.

Aunque superó todo el desdén helador del niño que fuertemente convencido se negó a saludar a su rey y señor impuesto, y le volvió olímpicamente la espalda, sin que le hicieran cambiar de actitud los halagos que le prodigaron. Los republicanos tenemos las convicciones muy firmes. 

Para mantener la costumbre en estos actos, el rey católico pronunció unas palabras de felicitación al colegio, en las que afirmó:

La escuela rural es un escenario magnífico para implicar a toda la comunidad en la educación y potenciar la igualdad de oportunidades.

Se burla de nosotros, y nadie se lo echa en cara, porque el republicanito tudense es demasiado pequeño para poder expresarse de otra manera que con gestos. Es mucha osadía atreverse a decir esas palabras, cuando él ha enviado a su hija y presunta sucesora, la triprincesa de Asturies, Girona y Viana, duquesa de Montblanc, condesa de Cervera y señora de Balaguer, a estudiar el bachillerato internacional en el Atlantic College de Gales, en el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda de Norte, que cuesta 76.500 euros. La Casa Irreal se apresuró a aclarar que ese dinero lo abonará la irreal pareja de su presupuesto oficial, es decir, el que le pagamos forzosamente los vasallos, de modo que corre por nuestra cuenta. Así entiende la igualdad de oportunidades Felipe de Borbón. Lo mismito que su padre.

La caverna monárquica ha clamado airadamente contra la bella actitud del tudensito, gritando que sus padres le habían adoctrinado. Eso es lo que hacen los monárquicos, que organizan concursos como “¿Qué es un rey para ti?”, con el fin de adoctrinar a todos los escolares de España mediante la promesa de unos premios a quienes canten mejor sus alabanzas. Son ellos los que llevan a los niños con banderitas rojigualdas de papel a recibir a los borbones en sus apariciones públicas. Sigue habiendo dos españas.

Confiemos en que los medios de comunicación tudenses vigilen desde ahora cuidadosamente la evolución del republicanito en sus estudios. Su valiente gesto ha disgustado a la caverna monárquica, que no lo va a olvidar. No se ha publicado su nombre, aunque es seguro que ya está anotado en alguna lista negra. Además de concederle el premio Republicano del Año 2021, debemos estar muy pendientes de su educación en el Colexio Rural Agrupado en el que ¿se potencia la igualdad de oportunidades? Ja, ja.


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