“La RBUI en el contexto político actual”. Esto rezaba el cartel de la charla que Daniel Raventós impartió en el Edificio Histórico, cuya introducción corrió a cargo de Thiago Santos, doctorando en Derecho Constitucional por la Universidad de Uviéu y miembro de la Red Renta Básica de España. Esta charla se enmarcó en el ‘XX Simposio estatal sobre Renta Básica. Un derecho universal para el siglo XXI’. La larga tradición republicana, así como las defensas que desde la extrema derecha se han venido haciendo de la renta básica, fueron algunas de las cuestiones traídas a colación por el economista catalán.

Dos ideologías, una sola medida: la renta básica universal, desde hace ya varias décadas, ha sido defendida por polos opuestos del pensamiento político contemporáneo. En palabras de Raventós, habría una “derecha neoliberal” y una “izquierda republicanista”, cada una de las cuales encuadraría la implementación de dicha renta en mundos políticos diversos. De un lado, el neoliberalismo defendería una renta básica con independencia total de las condiciones materiales, entregada a unos individuos que elegirían libremente en un denominado “mercado libre”, el cual estaría exento de toda intervención estatal. Estas ideas, sin embargo, se han hecho hegemónicas; no solo en el discurso académico, sino ‒y esto es fundamental‒ en el discurso popular. Por otro lado, “la renta básica universal debe servir para la democratización de la existencia de las mayorías, como condición de libertad”, desde la posición de Raventós. El economista parte de la convicción de que “un pobre ni es ni puede ser libre”.

Por tanto, ¿cuáles son las diferencias específicas que hacen que una renta básica sea defendida por un neoliberal o por un republicano? Daniel Raventós establece cuatro puntos sobre los que apoya su argumentación: en primer lugar, la financiación. Es decir, quién gana y quién pierde tras la implementación de la renta básica, si la inmensa mayoría de la población o la minoría rica; y el republicanismo defiende a esa mayoría social. En segundo lugar, el aumento o no del poder de negociación de los trabajadores, las mujeres y los sectores subalternos. Tercero, las medidas de política económica adicionales, en el sentido de reforzar o no el Estado del bienestar. Un neoliberal como Milton Friedman defendía una renta básica universal en detrimento de todos los servicios públicos del Estado del bienestar, por lo que el republicanismo debe comprometerse con el refuerzo de dichos servicios públicos. En cuarto y último lugar, la neutralidad o intervención del Estado. La derecha neoliberal defiende la no intervención, bajo ningún concepto, del Estado ‒tesis, a juicio de Raventós, falsa: el Estado interviene siempre y en todo momento; no hay algo así como un “mercado libre sin intervención” ‒. Por otro lado, el republicanismo apuesta por la intervención activa del Estado frente a los grandes poderes económicos y en favor de la igualdad material de la ciudadanía.

Raventós considera que la situación en España es de gran desigualdad, acrecentada con la pandemia de la Covid. En la actualidad, organismos tan poco sospechosos de izquierdistas como son el Financial Times y el Vaticano han venido apostando por la implementación de una renta básica universal frente a la creciente desigualdad material de la mayoría social. Una renta básica que está, hoy día, más cerca que nunca de ser aplicada en nuestras sociedades: sectores amplios de la población, desde los movimientos sociales, el activismo y la academia, si bien con fines diferentes, han venido apoyando esta renta y bosquejando sus posibilidades. Raventós hizo un llamamiento a la reflexión sobre estas cuestiones, y volvió a actualizar una tradición republicana que, hoy más que nunca, puede servir de alternativa para una libertad e igualdad realmente efectivas.