El saqueo, la represión, el trabajo esclavo y el favoritismo con el franquismo explican el éxito de la mayoría de las grandes empresas españolas que cotizan en el IBEX 35. El periodista Antonio Maestre (Getafe, 1979) aborda este tema, en una conferencia en la ciudad de Lérez en en el marco de las III Jornadas contra la Impunidad organizadas por la Concejalía de Memoria Histórica de la Diputación Foral de Pontevedra. La charla se puede seguir en streaming
"Detrás de Fenosa hay un caso de represión directa, la ejecución del republicano Pepe Miñones" / Antonio Maestre
En el franquismo S.A. analiza cómo las actuales empresas del IBEX 35 surgieron bajo los auspicios del saqueo, la preventa y los favores de la dictadura. ¿De quién estamos hablando?
En el libro hablo de una especie de cambio de guardia empresarial que se produjo tras la victoria del bando fascista en la Guerra Civil. En parte, esa guerra se libró por una cuestión de clases, para mantener algunos privilegios.
Las empresas que surgieron en 1939 fueron las ganadoras. Quienes habían dado su apoyo al fascismo en la guerra, participaron en el golpe o fueron partidarios del régimen tuvieron la oportunidad de desarrollar su vida económica gracias a las prebendas dadas por el franquismo.
En algunos casos, estas empresas se construyeron con mano de obra esclava. En otros, con represión directa. En otras ocasiones, fue a través de la corrupción y los contactos directos con el régimen. En todo caso, fue siempre con la connivencia y el favor de la legislación que emanaba del nuevo estado fascista, que permitió a los seguidores del régimen poder hacer negocios.
En Galicia está el caso de Fenosa, cuyo éxito se debe al régimen franquista.
Es el caso más paradigmático. Detrás de Fenosa hay un caso de represión directa: la ejecución del diputado republicano Pepe Miñones, propietario de la empresa Electra Popular Coruñesa. Ella fue quien dio la iluminación a la Costa da Morte. La compañía de Miñones era la más fuerte y Fenosa, de Pedro Barrié de la Maza, estaba en pleno apogeo. Cuando se produjo el golpe, Miñones recibió un disparo en el Campo da Rata de A Coruña. Con su muerte, la empresa empezó a tener problemas y Barrié la absorbió luego de unas maniobras del empresario Cornide Quiroga. Así, Fenosa pasó a tener prácticamente la exclusividad del servicio.
El caso de Galicia es también el más simbólico en el saqueo del patrimonio y también están estos empresarios. Las Torres de Meirás se convirtieron en Franco gracias a la implicación directa de Barrié, quien se encargó de realizar la suscripción popular para que, de forma coercitiva, la gente pudiera donar. Lo mismo que Quiroga con la Casa Cornide.
Es consciente de que desmantela el mito de la meritocracia en el estado.
La meritocracia poco tiene que ver con mirar cómo se ha construido el capital de empresas que continúan hoy. Cuando hablamos de empresas del IBEX, parece que no tienen nada que ver con el régimen franquista porque el IBEX se creó en los años 90. Pero estas empresas nacieron de la fusión de empresas más antiguas. Lo vemos en el caso de Naturgy, que proviene de Gas Natural Fenosa.
Casi todo lo que tienen muchas de las familias numerosas que están en los consejos de administración de las grandes empresas proviene de un poder que surgió de la represión, la corrupción y la connivencia con el franquismo.
¿Y la resistencia a la reparación es más económica que política?
La verdadera resistencia a la memoria no es simbólica ni política ni moral, sino económica, porque cuando se dan pasos hacia la justicia y la reparación, en última instancia, lo que siempre queda es la reparación económica, a través de la compensación o restitución de bienes. Esto se ve ahora en la Ley de Memoria Democrática, que es la parte en la que se pone más musculo. No se atreve a concentrarse en esto por dos razones. Por un lado, porque existe una responsabilidad subsidiaria por parte del Estado, es decir, si las víctimas tuvieran el favor judicial y no se determinara quién es el responsable de devolver los bienes tendría que ser el Estado que asumió la indemnización. Pero es que muchas de las familias y empresas perderían casi todo el poder que tienen.
Si se devolviera todo lo robado, habría familias muy importantes viviendo gracias a esa herencia que tendrían que devolver todo lo que tienen. Y esa es la verdadera resistencia.
"La resistencia a la memoria es económica"
"Debemos seguir los pasos del derecho comparado y la memoria comparada", propone Antonio Maestre, apuntando al ejemplo alemán, donde el Bundestag creó la Fundación Memoria, Responsabilidad y Futuro que indemnizó con más de 4.000 millones de euros a las víctimas del fascismo. Era una fundación a la que se unieron empresas que se habían beneficiado del trabajo esclavo o se habían beneficiado del nazismo. “Es una forma de reparación que no implica que cada víctima tenga que iniciar una demanda”, explica.
"Crear una fundación al estilo del alemán sería una buena manera", dice Maestre, que pone el ramal a la conversación con Nós Diario destacando otro caso de saqueo que sigue sin reparar: en la calle del Paseo del Pintor Rosales de Madrid. casi todas las viviendas fueron ocupadas por militares y seguidores del régimen al finalizar la guerra, siendo expulsados muchos de sus dueños, quienes eran republicanos.
Las jornadas contra la impunidad, también online
La corrupción, el saqueo y la represión económica franquista y su relación con la monarquía y la Iglesia serán el eje del debate en las III Jornadas contra la Impunidad que se celebrarán este 26 y 27 de noviembre en la ciudad de Lérez, organizadas por la Concejalía de Memoria Histórica. de Pontevedra, dirigido por la nacionalista María Ortega. Las plazas disponibles están agotadas, pero todas las presentaciones se pueden seguir en directo online a través del sitio web depo.gal.
La jornada profundizará en los métodos que utilizó la dictadura para enriquecer a la dirección franquista y a las empresas que apoyaron el golpe, pero también abordará las repercusiones posteriores a 1975, sin perder de vista el sufrimiento de las víctimas.
El viernes, las charlas se centrarán en el enriquecimiento de las empresas relacionadas con el franquismo con especial atención al gallego, con una charla de Antonio Maestre. A continuación, Xosé Álvarez Castro abordará la represión económica contra las familias republicanas y Beatriz Busto abordará el saqueo cultural. La rama será el documental Billy, presentado por una de las víctimas de Billy el Niño, Miguel Ángel Gómez, Gus.
La jornada del sábado había comenzado con la charla de Rebeca Quintáns sobre la corrupción en la monarquía. Xosé Ramón Rodríguez Lago hablará de los beneficios que ha supuesto para la Iglesia su complicidad con la dictadura y Araceli Freire hablará de la resistencia que las mujeres gallegas han puesto al saqueo de los recursos públicos.
Hoy terminará con una mesa redonda.
Fuente → nosdiario.gal
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