Ayer se cumplió el 111 aniversario del nacimiento del poeta del pueblo por antonomasia en España. Miguel Hernández nació en Orihuela un 30 de octubre de 1910. Era el tercer hijo de los cuatro que tuvieron Miguel Hernández Sánchez y Concepción Gilaber. Su padre criaba cabras y su madre a menudo debía guardar cama, una mujer enfermiza que padecía bronquitis crónica. Hernández fue pastor de cabras desde muy temprana edad ya que con tan solo 15 años dejó los estudios por deseo de su padre para dedicarse en exclusiva a las labores del pastoreo. Mientras cuidaba el rebaño, Hernández leía con avidez y escribió sus primeros poemas. Los libros fueron su principal fuente de educación y formación literaria, convirtiéndose en una persona totalmente autodidacta.
Activismo político del poeta
Al estallar la Guerra Civil, un Miguel Hernández ya muy comprometido con la causa republicana y de la izquierda se hallaba en su natal Orihuela. Hernández se une al ejército republicano y se afilia al Partido Comunista de España. Desde 1937 es comisario político militar pasando por los frentes de la batalla de Teruel, Andalucía y Extremadura. Esta frenética actividad le conllevó la pena de muerte, luego conmutada.
De ese momento de frenético activismo político de Hernández, existe una foto convertida en símbolo y mito de la lucha antifascista. Se trata de la imagen en la que se ve al poeta saliendo del II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura celebrado del 4 al 17 de julio de 1937 en tres capitales españolas como fueron Valencia, Barcelona y Madrid. La imagen de Reuter se realizó en Valencia. Este congreso fue organizado por la Alianza de Intelectuales Antifascistas. Convencido de que la contienda aún se puede ganar y vencer a las tropas sublevadas - él como nadie ha visto el valor de los milicianos- compone "Viento del pueblo" allí en la capital levantina.
Foto de Walter Reuter
La foto fue realizada por el fotógrafo alemán Walter Reuter
quien en 1933, perseguido por los nazis, después de publicar sus
fotografías sobre las manifestaciones en contra del Partido Nacional
Socialista, salió de Alemania rumbo a la España republicana. Reuter
participó en la Guerra civil primero como soldado republicano, y luego
como fotorreportero. El fotoperiodista alemán sobrevivió a la Segunda
Guerra Mundial y a varios campos de concentración. La derrota en 1939,
le obligó a exiliarse y tras años de penurias estableció su residencia
en México. Su hija Hely Reuter, concienciada con la obra de su
padre, clasificó su material fotográfico, más de 120 mil negativos,
entre México, Alemania y España.
Obviamente la fotografía original y que hemos conocido siempre era en
blanco y negro. En 1933 no existía la fotografía a color. Pero
posteriormente alguien la coloreó realizando un gran trabajo. Según
explica la editora en Arqueología de Imágenes, Ainhoa Zufriategui, la encontró Aku Estebaranz,
especialista en la recuperación de archivos y colecciones de fotografía
antigua. Este la catalogó junto al resto del archivo Reuter.
Detención en la frontera con Portugal
Una bella foto coloreada que sirve para rendir homenaje al poeta del pueblo y mantener la memoria y su obra viva. Miguel Hernández, pocos años después de esa foto y casi concluida la guerra decidió volver a Orihuela. Era tanto el riesgo que corría en su ciudad natal que decidió irse a Sevilla y cruzar la frontera de Portugal por Rosal de la Frontera (Huelva). La policía del dictador luso Oliveira Salazar lo detuvo en la frontera y lo entregó a la Guardia Civil. En los nueve días que estuvo en la cárcel de Huelva fue golpearon brutalmente por grupos de falangistas buscando que confesara que él había matado a José Antonio Primo de Rivera, líder de Falange.
Conmutada la pena de muerte
De la cárcel de Huelva es trasladado a Sevilla y posteriormente al penal de la calle Torrijos en Madrid. Gracias a las gestiones que realizaron Pablo Neruda y Cossío, salió en libertad inesperadamente. De vuelta a Orihuela, fue delatado y detenido y ya en la prisión de la plaza del Conde de Toreno en Madrid, fue juzgado y condenado a muerte en marzo de 1940 por un consejo de guerra aunque por mediaciones de amigos escritores se le conmutó la pena de muerte por la de treinta años de cárcel.
De cárcel en cárcel empeorando su salud hasta su fallecimiento con 31 años
Pasó luego a la prisión de Palencia, donde decía que no podía llorar, porque las lágrimas se congelaban por el frío; en septiembre de 1940 y en noviembre, al penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde compartió celda con Buero Vallejo. Allí enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. La intervención del pintor Miguel Abad Miró, amigo desde antes de la prisión, fue decisiva para recibir una atención médica especializada del director del Dispensario Antituberculoso de Alicante, Antonio Barbero Carnicero, quien pudo mejorar la situación del poeta con dos intervenciones, pero desgraciadamente el permiso de traslado al Hospital Antituberculoso «Porta Coeli» de la provincia de Valencia llegó demasiado tarde. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina a las 5,32 de la mañana del 28 de marzo de 1942, con tan sólo 31 años de edad. Se cuenta que no pudieron cerrarle los ojos, hecho sobre el que su amigo Vicente Aleixandre compuso un poema.
Palabras de Pablo Neruda sobre Miguel Hernández
Del poeta de Orihuela dijo su gran amigo Pablo Neruda tras su muerte lo siguiente:
“Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y
recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos
poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya
estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra.
No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de
Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de
panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la
sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel
momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre
sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio,
enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a
golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de
una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la
luz!”
Fuente → elplural.com
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