Una monarquía escandalos

450 kilómetros de comisiones de Medina a La Meca; maletas con dinero, examante mediante; tarjetas de crédito opacas que regaban de euros hasta a los nietísimos y a la reinísima griega, –esa que parecía impoluta, sufridora de los devaneos amorosos de su marido, digamos, la Estoica–. Un primo del exmonarca Borbón abriendo una cuenta de 7,9 millones en Suiza; un millón de euros de esa cuenta extraído para «bienes y servicios» en medio año. El yerno, Urdangarin el Vasco, con su condena por prevaricación, fraude y tráfico de influencias, entre otras cosas, queda ya lejos en la historia. Escándalo tras escándalo, el rey emérito ha ido desvelando en qué consistía el dudoso título de el Campechano.

Lo más escandaloso, sin embargo, no es que la palabra corrupción salpique –o más bien empape hasta el tuétano– a la monarquía, porque es bastante predecible que cuando el poder se acumula, acompañado de impunidad, estas cosas pasen. Lo escandaloso es que todavía se siga alimentando el discurso de que el rey actual, Felipe VI, es el Felipe VI el Sabio. Un hombre de estudios ajeno por completo a los desvaríos del resto de la saga real. Un señor al que, desde niño, nos han descrito como aficionado a la astronomía, como si quisieran adelantar que él estaba en la luna, que no se enteraba de nada. La siguiente en la línea es Leonor, la Cosmopolita. Esa es probable que no reine, pero parece que Felipe VI el Astrónomo -que el Sabio está pillado- se jubilará en la Zarzuela.

Y esto a pesar de que la opinión que la ciudadanía tiene de la monarquía española se sigue deteriorando. Hace un año, desde la Plataforma de Medios Independiente decidimos encargar una encuesta al instituto de opinión 40bB. para conocer la opinión de la sociedad española sobre su monarquía. En 2020 se confirmó que, aunque polarizada sobre qué votaría en caso de referéndum, la opinión sobre la Casa Real no era buena. Aprobaban entonces solamente Felipe VI y doña Sofía, y apenas con un suficiente alto. Un aprobado raspado que ha sido revisado y, como suele pasar cuando la nota es tan justa, en las revisiones, baja. Así lo muestra el segundo sondeo de la encuesta que el instituto 40dB ha realizado este 2021. La segunda parte de la encuesta se ha hecho con una muestra de población menor -1.000 personas-, pero muestra que los resultados de la primera son una tendencia. La opinión que la ciudadanía tiene de la monarquía se sigue desgastando. Escándalo tras escándalo, hasta el Astrónomo y la Estoica bajan de nota, aunque sigan aprobando. La reina Republicana y el emérito siguen suspendidos. Por Leonor la futura no se pregunta.

La segunda ronda de la encuesta afianza lo que ya sabíamos. La brecha generacional es clara, la gente joven es republicana. La polarización ideológica se mantiene, también sin sorpresas: el espectro de las derechas –desde el centro rancio hasta el subidón voxiano–, apoya a la casa real, virando hacia la república a medida que la posición política avanza hacia la izquierda.

Pero las claves de los resultados no están tanto en los desacuerdos previsibles como en los acuerdos, cada vez más claros. Independientemente de la ideología política y la edad, la sociedad española suspende a la monarquía con un 4,1 de media. De hecho, un 39,4 por ciento de la ciudadanía votaría por la república frente al 31 por ciento que lo haría por la monarquía.  Cada vez más gente se muestra insatisfecha con la institución, un 29,1 por ciento en 2021 frente al 26,5 de 2020. Además, si la función del rey astrónomo es aportar unidad al reino y dar buena imagen del país en el extranjero –sic de un cuñado cualquiera en la cena de Nochebuena–, ni lo uno ni lo otro. Desciende en más de cinco puntos la gente que cree que la monarquía da estabilidad y orden, aumentan quienes opinan que no. Cada vez más gente opina que la monarquía no tiene sentido en democracia –un 53 por ciento, cinco puntos más que el año pasado–. Y, por último, el gran consenso: más del 70 por ciento de la ciudadanía sigue pensando que los escándalos de la Casa Real dañan la imagen internacional de España. La monarquía del Reino de España es escandalosa.

Últimas consideraciones:
Dado que se mantiene o incluso aumenta el número de personas indecisas tanto frente a la necesidad de realizar un referéndum como sobre qué opción votarían, queremos invocar a ilustre pueblo de Eibar.

— El 14 de abril de 1931 la localidad de Eibar, en Gipuzkoa, proclamó la II República y cayó el Alfonso XIII de España, llamado el Africano.

— El 31 de mayo de 2014 el club de fútbol de Eibar ascendió a primera. La población eibatarra salió a la calle y abdicó Juan Carlos I, conocido como el Campechano.

— El xxx de xxx de xxxx unas eibatarras proclamaron la III, arrastrando en la hazaña a las indecisas y así cayó Felipe VI el Astrónomo, volvió a Grecia la Estoica y fundó un banco suizo la Cosmopolita.

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El Primer DNI Republicano