Las víctimas por el robo de menores son los grandes olvidados del Estado
Estimado señor Diego Blázquez Martín, Director General de Memoria Democrática:
El pasado 20 de Julio se aprobó en el Consejo de Ministros el Proyecto de Ley de Memoria Democrática. Sin lugar a dudas, hay aciertos en la ley como en el caso del reconocimiento de víctima por el robo de menores pero, sin embargo, no hay propuestas para el encuentro con sus familiares, incluidos los desaparecidos más allá de 1978.
Es muy importante que en la Ley de Memoria Democrática se contemple el robo de niños y niñas que, durante la guerra y la postguerra se practicó como un elemento más de la represión en contra de las mujeres y las familias republicanas. Práctica que se extendió hasta la década de los 90, ya con un fin meramente económico.
También es fundamental que en la exposición de motivos se mencione a los victimarios: el gobierno dictador de Franco, fascista, racista, y homófobo en colaboración con el Frente Nacional Católico. El robo de niños y niñas se originó por la orden del General psiquiatra Antonio Vallejo-Nájera, quien aplicó una copia de las de las tácticas represivas nazis con el pueblo judío en la mejora de la raza humana, llamada eugenesia, y en la reeducación en el catolicismo, afines al fascismo nacional e internacional.
Entiendo que no quieran que los victimarios se sientan culpables de lo que hicieron, pero entonces no es una auténtica ley para reparar el daño producido a todas las víctimas del franquismo. En la exposición de motivos (capítulo IV, título ll) ustedes pretenden que “ESTA LEY INCLUYA A LAS VICTIMAS, A LAS NIÑAS Y NIÑOS SUSTRAIDOS Y ADOPTADOS SIN LEGITIMO Y LIBRE CONSENTIMIENTO DE SUS PROGENITORES”.
Este hecho no se produjo porque las madres presas republicanas fueran engañadas al igual que las madres más vulnerables de la sociedad franquista católica. Cuando las madres dieron a luz en las maternidades públicas y privadas, se sabe por los hechos, que las Hermanas de la Caridad y la Iglesia católica estaban muy representadas en las cárceles franquistas y maternidades de la Falange, a través del llamado Auxilio Social.
Querido Diego, con respecto al Consejo Territorial, está muy bien su creación pero sin las víctimas no servirá de nada, tenemos el ejemplo del consejo interministerial creado por el Ministerio de Justicia para los “Bebés robados“ que, a nuestro parecer, no dio sus frutos porque las víctimas no pudimos dar nuestra opinión e indicaciones.
Asimismo, está muy bien que se cree el Banco Nacional de ADN, pero este no sólo debería crearse para encontrar a los muertos que están en las fosas comunes, sino también para esos familiares que desaparecieron y que todavía siguen vivos, me refiero a esos niños y niñas que fueron separados de sus madres y que aún hoy en día están buscando a sus familiares. Tampoco estamos de acuerdo que el Banco Nacional de ADN nos deje en el olvido y que las víctimas no podamos incluir nuestro propio laboratorio de confianza.
Una vez más nos dejáis fuera de esta ley, es una ley escasa y por eso necesitamos nuestra ley específica de sustracción de menores.
En el artículo 3, en referencia a la consideración de víctima, además de la propia víctima y sus progenitores y hermanos y hermanas, se debería incluir a esos otros familiares que buscan a sus sobrinos y sobrinas, tíos y tías.
Tampoco estamos de acuerdo de que el Día de la Víctima sea el 31 de octubre.
Atentamente, Ángel Casero, Presidente de la Asociación Adelante Bebés Robados.
Fuente → zasmadrid.com
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