La División Azul, incluida a última hora en la Ley de Memoria Democrática

Prohibido cualquier reconocimiento de “las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial”

La División Azul, incluida a última hora en la Ley de Memoria Democrática / Aurelio Ruiz Enebral:

La futura Ley de Memoria Democrática ampliará el espectro de la simbología que hasta ahora las administraciones debían eliminar por considerarse vestigios del franquismo. El texto que el Gobierno ha remitido a las Cortes Generales presenta una definición más amplia sobre lo que son “símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática”, e incluye también a la División Azul.

Confidencial Digital ha consultado el Proyecto de Ley de Memoria Democrática que se publicó en el Boletín de las Cortes Generales el 30 de agosto. Días antes, el 25, la Mesa del Congreso había encomendado la aprobación de la ley a la Comisión Constitucional, conforme al artículo 148 del Reglamento de la Cámara.

El Consejo de Ministros aprobó el texto en la reunión del 20 de julio. En la rueda de prensa posterior compareció Félix Bolaños, nuevo ministro de la Presidencia, para informar de las principales novedades que introducirá esta ley respecto a la Ley de Memoria Histórica que lleva en vigor desde que se aprobó en 2007, con el Gobierno de Rodríguez Zapatero.

Bolaños había sido nombrado apenas diez días antes; el grueso del trabajo de elaboración de la ley se realizó con Carmen Calvo como ministra de la Presidencia.

Antes, el texto había pasado por varios órganos (Consejo de Estado, Consejo General del Poder Judicial) y por un proceso de consulta pública. En algún punto de esos trámites cambió un artículo importante, el 35, que es el que define qué símbolos y elementos son “contrarios a la memoria democrática” y por tanto deben ser eliminados del espacio público.

El anteproyecto de ley

En noviembre de 2020, el Ministerio de la Presidencia, Memoria Democrática y Relaciones con las Cortes publicó en su web el anteproyecto de Ley de Memoria Democrática, para que quien quisiera pudiera proponer cambios.

En ese texto, el artículo 36, “Símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática”, tenía la siguiente redacción:

“1. Se consideran elementos contrarios a la memoria democrática los escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”.

“2. Asimismo, serán considerados elementos contrarios a la memoria democrática las referencias realizadas en topónimos, en el callejero o en las denominaciones de centros públicos realizados en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”.

Ese artículo ya suponía ir más allá de la norma actual: el artículo 15.1 de la Ley de Memoria Histórica ordena retirar “escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura”.

El anteproyecto publicado en noviembre de 2020 incluía a los dirigentes de la sublevación militar de 1936 y de la dictadura, a los “participantes en el sistema represivo” y a “las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”.

Unidades que colaboraron con el Eje

En distintas noticias que se publicaron en julio, en los días previos a la aprobación del proyecto de ley por el Consejo de Ministros, se incluía la redacción del texto publicado por Presidencia en noviembre de 2020

Sin embargo, ECD ha comprobado que el texto publicado ahora en el Boletín de las Cortes da una vuelta de tuerca más a la prohibición de símbolos y actos que exalten personas u organizaciones vinculadas a la dictadura de Francisco Franco.

Por la fusión de dos artículos del primer borrador, el artículo sobre “Símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática” pasa de ser el 36 al 35. Su contenido es prácticamente el mismo, pero con ligeros añadidos:

1. “Se consideran elementos contrarios a la memoria democrática los escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial”.

2. “Asimismo, serán considerados elementos contrarios a la memoria democrática las referencias realizadas en topónimos, en el callejero o en las denominaciones de centros públicos realizados en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial”.

El texto anterior decía “las organizaciones que sustentaron la dictadura”, y la novedad es que se ha añadido, como entidades que tampoco pueden ser exaltadas las “unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial”.

La División Azul, la Escuadrilla Azul...

Ese añadido parece tener un destinatario claro: laLa oficialmente denominada División Española de Voluntarios (o 250.ª División de Infantería, según el ejército alemán) fue la unidad de Infantería que Franco formó con militares y voluntarios reclutados por Falange Española Tradicionalista y de las JONS.

Esta unidad fue enviada a luchar junto a las tropas nazis contra los soviéticos durante la invasión alemana de la URSS, y combatió en el frente ruso entre 1941 y 1943.

Tras el repliegue de la División Azul, aún permaneció una “Legión Azul” de españoles combatiendo con los alemanes, e incluso hasta la invasión aliada de Alemania y el final de la guerra quedaron españoles en algunas unidades, como la denominada “Spanische-Freiwilligen Kompanie der SS 101”.

También existió una “Escuadrilla Azul” de pilotos españoles que pilotaron cazas de la Luftwaffe en el frente ruso. De igual forma la Armada envió marinos que se integraron en la Kriegsmarine, la marina de guerra de la Alemania de Hitler.

Y cabe añadir que el régimen franquista también aportó médicos y enfermeros militares, que principalmente acompañaron a la División Azul.

Mariano Gómez Ulla, jefe de los servicios de Sanidad del Ejército de Tierra, llegó a viajar al frente ruso para organizar el apoyo sanitario a la División Azul. Este médico, que permaneció trabajando en el Madrid republicano en la Guerra Civil hasta que fue encarcelado y sentenciado a muerte, da nombre al hospital militar de Madrid.

No se incluyó en la ley de Zapatero

Todas estas unidades, principalmente la División Azul, se incluirían entre las “unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial” sobre las que el Proyecto de Ley de Memoria Democrática prohíbe que haya símbolos de exaltación.

Hasta ahora, las referencias a la División Azul han provocado cierto debate a cuenta de si la Ley de Memoria Democrática le afecta o no. La justicia ha llegado a anular el cambio de nombre de la Calle de los Caídos de la División Azul, que aprobó el Ayuntamiento de Madrid durante el mandato de Manuela Carmena, por considerar que la División Azul ni participó en la Guerra Civil ni en la represión franquista posterior.

Si la Ley de Memoria Democrática se aprueba en las Cortes Generales con la redacción remitida por el Consejo de Ministros, la División Azul sí será claramente proscrita de calles, monumentos, placas y cualquier elemento o acto de homenaje.

Canciones y efemérides en las Fuerzas Armadas

La División Azul y sus miembros son recordados por distintas vías. Por ejemplo, en algunas ocasiones se han desatado polémicas por vídeos de militares cantando ‘Primavera’, una canción de reminiscencias falangistas que conmemora la actuación de los españoles de la División Azul.

Un caso claro fue el de los alumnos de la Academia Central de la Defensa que cantaron esa canción en unas maniobras, y el vídeo de ese momento acabó publicándose en El País.

Por otro lado, los cuarteles y unidades de las Fuerzas Armadas incluyen en las órdenes del día una efeméride para recordar un episodio de la Historia militar de España. En febrero de este año, ECD reveló que, tras una polémica con una efeméride de la Guerra Civil, el Ejército de Tierra bloqueó todas las efemérides que podían suscitar controversia, incluidas las relacionadas con Franco, pero también las que se referían a batallas y sucesos de la División Azul.

Homenaje falangista en Madrid

Ya fuera del ámbito militar, recobró actualidad en febrero por el homenaje que La Falange, Juventud Patriota y otros grupos ultraderechistas celebraron en el cementerio de La Almudena, en Madrid, para recordar a los “caídos de la División Azul”.

La Marea difundió un vídeo en el que una joven con camisa falangista azul mahón pronunciaba expresiones antisemitas: “El enemigo siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío. […] El judío es el culpable y la División Azul luchó por ello”. La Fiscalía abrió una investigación, pero el procedimiento acabó archivado.

Con la nueva ley, los símbolos y denominaciones conmemorativas quedarán prohibidos. Sin embargo, la redacción del proyecto de ley no deja claro que ocurra lo mismo con los actos.

El artículo 38 del proyecto de ley establece que “sin perjuicio de derecho de reunión pacífica y sin armas, regulado por la Ley Orgánica 9/1983, de 15 de julio, reguladora del derecho de reunión, se considerarán actos contrarios a la memoria democrática la realización de actos efectuados en público que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas o de sus familiares, y supongan exaltación personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra o de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron al régimen dictatorial”.

Es decir, en este caso no se menciona a “las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial”, en cuanto a que los actos que exalten estas unidades se consideren “actos contrarios a la memoria democrática”.

Por lo tanto, cabe la duda de si afectaría a actos como ese homenaje a los muertos de la División Azul que organizaron grupos falangistas, neonazis y de extrema derecha.

Exhumaciones de fallecidos en Rusia

El cambio en la ley para prohibir la “exaltación, personal o colectiva, de [...] las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial” también podría poner en duda las repatriaciones de fallecidos de la División Azul.

Desde hace años, gracias a un acuerdo de los gobiernos de España y Alemania, se exhuman, identifican y repatrían los cuerpos de divisionarios que son encontrados en fosas comunes y cementerios del oeste de Rusia.

En estas tareas colaboran el Ministerio de Defensa y el Ejército de Tierra. Se utilizan archivos militares para ayudar en la identificación de los cuerpos, se paga el traslado en avión de los féretros, y se entregan a los familiares en un acto en la sede de la División de Apoyo al Personal del Ejército de Tierra, en Madrid.

En ningún momento se producen homenajes ni actos de exaltación de la División Azul, sino simplemente se repatrían los restos de quienes fueron militares españoles, y se entregan a sus familias.

Eso no ha impedido que partidos de izquierdas como Compromís, que da apoyo parlamentario al Gobierno PSOE-Unidas Podemos, han criticado que se gaste dinero público en estas repatriaciones y no en exhumar a fusilados en la Guerra Civil o en la represión posterior.


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