Los republicanos catalanes ante la llegada de la Segunda República
Los republicanos catalanes ante la llegada de la Segunda República
Eduardo Montagut

 

En este artículo intentamos ofrecer algunas claves sobre las formaciones políticas republicanas catalanas en vísperas de la proclamación de la Segunda República.

En primer lugar, tendríamos a Partit Republicà Català, fundado en 1917 por la fusión del Bloc Republicà Autonomista de Francesc Layret, Marcelino Domingo, G. Alomar, A. Samblancat, R. Noguer con la Joventut Republicana de Lleida de Alfred Perenya y de Humbert Torres.

En la nueva formación surgida se integró la mayoría de las entidades de la UFNR, antiguos miembros del Partido Reformista -Lluís Companys, Bernaldo de Quirós-, y el núcleo federal ampurdanés de August Pi i Sunyer. El secretario general del Partit sería el abogado Ramon Noguer i Comet. El programa de este partido recogía parte del programa federal de Pi i Margall de 1894, el laicismo y un reformismo social de izquierdas. Hasta el año 1920, el Partit fue muy activo por su vinculación con el obrerismo catalán, pero manteniendo su ideario catalanista. En 1918 obtuvo representación parlamentaria formando parte de la Coalición de Izquierdas. Sus seis diputados: Domingo, Pi i Sunyer, Salvador Albert, Isidre Riu y Joan Esplugues se destacaron en la discusión del proyecto de autonomía de ese año. Pero el radicalismo del grupo provocaría la primera ruptura al final de 1919 cuando Layret y Companys propusieron incorporar al partido a la III Internacional. Esta iniciativa derivó en que destacados militantes se desmarcasen, como Pi i Sunyer y Noguer i Comet. Pero la crisis del partido estuvo más relacionada con la represión. Lluís Companys fue deportado a Mahón y Francesc Layret fue asesinado a manos de pistoleros. En 1930, Companys condujo el partido hacia el grupo de “L’Opinió”, mientras que Marcelino Domingo optaría por integrarse en el Partido Republicano Radical Socialista, de ámbito estatal.

En segundo lugar, hay que hablar de Acció Catalana. Se trataba de un partido político fundado en Barcelona en junio de 1922 como resultado de la convocatoria de la Conferència Nacional Catalana por parte de la Joventut Nacionalista de la Lliga Regionalista. La formación tenía una ideología liberal y nacionalista crítica con el posibilismo de la Lliga, que tendía a pactar con Madrid y hasta a participar en gobiernos de concentración. Quería aglutinar al catalanismo no separatista moderado. Como principales dirigentes estarían Jaume Bofill i Mates, Lluís Nicolau d’Olwer, Antoni Rovira i Virgili, Ramon d’Abadal, Manuel Raventós, Carles Jordà y Leandre Cervera. Durante la Dictadura de Primo de Rivera continuó actuando a través de sus órganos de expresión: el diario La Publicitat y la revista Acció Catalana. En 1928, un sector del partido, encabezado por Rovira i Virgili, Cervera y Macià Mallol se separó de la formación por la indefinición acerca del republicanismo. Así pues, los disidentes fundaron Acció Republicana de Catalunya. Al terminar la Dictadura, tanto la Acció Catalana como la Acció Republicana participaron en el Pacto de San Sebastián. Este hecho favoreció la aproximación de ambas formaciones, terminando por fusionarse en el Partit Catalanista Republicà que, en 1933, pasó a ser Acció Catalana Republicana.

Más a la izquierda y defendiendo posturas independentistas se encontraría Estat Català de Francesc Macià. Estat Català se fundó el 18 de julio de 1922. Tenía su origen en la Federació Democràtica Nacionalista que el propio Macià había impulsado unos años antes. El objetivo principal de la nueva formación sería la proclamación de la República Catalana. Su órgano de expresión era “Estat Català”, donde Macià, Domènech Soler, Lluís Marsans, Daniel Cardona, Manuel Pagès y otros comenzaron a divulgar las ideas independentistas republicanas. Macià estaba convencido de la necesidad de colaborar con otras fuerzas políticas republicanas, por lo que intentó la fusión con el Partit Republicà Català en febrero de 1923, pero los miembros más radicales de Estat lo impidieron porque consideraban “españolistas” a Marcelino Domingo y a Lluís Companys, los principales dirigentes del Partit Republicà. Con la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera, Macià tuvo que exiliarse y se dedicó a impulsar la solidaridad internacional con la causa republicana. Estat se integró en el Comitè Revolucionari de París en 1925. Al poco tiempo, Macià y su secretario, Carner i Ribalta, marcharon a Moscú para exponer a los miembros del Komintern y a Zinoviev los detalles de la insurrección que llevaría la revolución a Cataluña y a España. El fracaso del Comitè y de las gestiones en la URSS determinaron que Estat se embarcase en la invasión fallida de Prats de Mollò en noviembre de 1926. Macià decidió proseguir su periplo divulgador del catalanismo por el mundo. Con Ventura i Gassol participaron en una asamblea separatista en La Habana en octubre de 1928 y en la fundación del Partit Separatista Revolucionari de Catalunya. Poco a poco, el Estat tendería hacia una filosofía política más flexible, aunque no más moderada, y que facilitaría los contactos con los republicanos y anarcosindicalistas. Ese fue el momento en el que Estat Català asimiló ideas socialistas provenientes de la USC, como otras relacionadas con la propaganda por el hecho, de signo anarquista. En este sentido, el grupo disidente Bandera Negra había organizado el complot del Garraf en junio de 1925. Se buscaba la destrucción de la Monarquía española, lo que explica estas relaciones, a pesar de ser, realmente, muy distintas entre sí y contradictorias. Se pretendía la revolución, de signo separatista, contra el Estado central y que terminaría por estallar en la propia España. Como consecuencia del anteriormente mencionado posibilismo, Jaume Aiguader participará en la firma del Pacto de San Sebastián, en agosto de 1930.

En el año 1930, estas formaciones políticas catalanas iniciaron contactos influidos por las expectativas que se habían abierto en España de cambio político, planteando contactos con el republicanismo estatal. En febrero de 1931, Acció Catalana y Acció Republicana de Catalunya se reunificaron en el Partit Catalanista Republicà. En marzo, Estat formaba con el Partit Catalanista Republicà, el Partit Republicà Català y el semanario nacionalista “L’Opinió”, la Esquerra Republicana de Catalunya, la gran fuerza republicana catalanista de la Segunda República. Sus principales dirigentes fueron Macià y Companys.


Fuente →  elobrero.es

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