El centro de la memoria selectiva

El centro de la memoria selectiva
Iñigo Landa

Entre los más entusiastas defensores que tuvo la unidad de España, citemos hoy al policía español, torturador y, en su momento, colaborador de la Gestapo y de su papel en el Holocausto nazi, Melitón Manzanas. El centro memorial de las víctimas del terrorismo (con homenajes a torturadores franquista no merecen una sola mayúscula), haciendo buena su vocación de revisionistas de la historia con mercenarios bienpagados, cobrando de ese horroroso chiringuito, homenajeó a ese «héroe» español a quien tanto gustaba patear testículos y meter mano a mujeres. ¡Cómo se descojonaban de las víctimas del terrorismo franquista! Esperemos que no les dé por organizar próximos homenajes al genocida Franco, a Mr. X. a Billy el Niño, al capitán Muñecas, a Galindo, y a tantos y tantos acérrimos españoles practicantes de la tortura y amigos del terrorismo de Estado.

De hecho, junto a la reproducción del zulo donde estuvo secuestrado el ultra Ortega Lara, tampoco sobraría una bañera de Intxaurrondo o un par de sacos de cal viva. Pero publicar o contestar algo así en su perfil conllevaría el inmediato bloqueo (cosa que ni me ocupa, ni preocupa lo más mínimo). A este paso, esas gentes de relato único y poseedores de la verdad verdadera se quedarían sin seguidores, al menos, por estos lares.

Luego nos mofamos del chiringuito del trepa Toni Cantó, que defiende el español como idioma madrileño, causa más ridícula pero menos sucia que andar homenajeando a criminales y, para más cojones, a cuenta de nuestros impuestos.

En realidad, produce un asco insuperable que ese chiringuito patrio ubicado -con turbias motivaciones políticas- en Euskadi (y cuyo presidente de honor es el hijo Borbón fugado) se dedique a homenajear a torturadores profesionales como lo fue el malnacido inspector de la Brigada Político-Social de otro malnacido (el asesino Franco). Quizá nos deberíamos preguntar como semejante rata, Melitón Manzanas González, esté reconocido como víctima de algo. Al menos yo me consuelo con que siga ardiendo en el infierno hasta la eternidad.

 

Pero si hasta los ultras hacen excursiones a ese «Memorial» como si fuera a un parque temático. En fin, nada nuevo bajo el sol, ni cara a él. Como anteayer comentaba Jon Arregi en Twitter «Hice algunas capturas de lo que retuitean y respondí a un tuit de Xabier Lapitz donde él también se quejaba de la barbaridad de que desde el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo traten a Melitón Manzanas como víctima, cuando fue un torturador franquista que incluso estuvo a sueldo de la Gestapo. Llevo días dando vueltas a lo mucho que me indigna que ese ‘Memorial’ se dedique a retuitear contenido político (siempre viene de la derecha unionista). Las víctimas (todas) merecen verdad, justicia y reparación. No sectarismo político, sobre todo desde una institución pública. Como investigador, Gaizka Fernández Soldevilla, no muestra respeto hacia los que, equivocados o no, hemos criticado un reconocimiento al torturador y colaborador nazi del ‘Memorial Víctimas del terrorismo’ ocultando datos fundamentales. Nulo rigor académico y nulo respeto«.

El caso es que, como bien dice Xabier Lapitz, también en Twitter, el acoso a Jon Arregi, a Edurne Portela, y a otr@s por discrepar con lo que dice Gaizka Fernández Soldevilla y retuitea ese «Memorial» (o viceversa) es un retrato del fracaso de ese centro. Solo hace falta ver a las cuentas de qué partidos o de qué Medios de Comunicación siguen desde ese «Memorial» en esa Red Social para percatarse que se rigen de una forma altamente politizada y sectaria.

Pues nada… Como diría -con acierto y también en Twitter- Gorka Knörr, Melitón Manzanas era un policía y Franco hacia pantanos. Todo en orden.

El silencio del «Memorial Víctimas del Terrorismo» ante las críticas demuestra su inutilidad para la convivencia. Ni explicación, ni disculpas, ni nada. Ninguna víctima merece un «memorial» basado en la ocultación de la verdad.

Bien apuntaba Zuriñe Rodríguez en Twitter cuando decía que, ahora parece que se han dado cuenta que bloquear a media Euskal Herria es un fallo garrafal así que, en silencio y sin ningún tipo de autocrítica, han comenzado a desbloquear. Otro error comunicativo ya que, si alguien desbloquea, debería asumir públicamente su fallo.

Como nota, cabe indicar que un 2 de agosto, también hubo otros asesinatos (como en 1985) donde Juan Manuel Otegi Elizegi fue asesinado por la espalda de Donibane Garazi (Saint Jean Pie de Port) por los GAL. Pero ya sabemos que eso no era terrorismo de la misma manera que sabemos que Felipe González no fue (es) «Mister X«. El jaleo es que, si esa persona asesinada en Iparralde está reconocida como víctima del terrorismo (de Estado), ¿Por qué el pasado día 2 de agosto desde ese chiringuito-«Memorial solo se acuerdan de un torturador?

A ver si, antes de bloquearme, sería capaz de responderme el «neutro investigador e historiador independiente» Gaizka Fernández Soldevilla o alguien de esa suerte de antro politizado que han erigido en Vitoria-Gasteiz.

Fuente → blogs.deia.eus

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