Clara Campoamor, la abuela del feminismo en España

Cuando su partido decidió oponerse al derecho de voto de las mujeres, lo abandonó y siguió luchando por el derecho al voto como miembro independiente del Parlamento

Clara Campoamor, la abuela del feminismo en España
Ana GT

Clara Campoamor Rodríguez nació el 12 de febrero de 1888 y falleció el 30 de abril de 1972. Fue una política española y feminista de primer nivel. Conocida por proteger los derechos de la mujer y el derecho al voto al redactar la Constitución española de 1931. 

Su defensa condujo a que la constitución incluyera un lenguaje diseñado para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres. En 1931, fue elegida miembro de la Asamblea Constituyente, después de lo cual las mujeres pudieron votar por su cuenta. Más tarde perdió su escaño parlamentario y se desempeñó brevemente como ministra de gobierno antes de abandonar el país durante la Guerra Civil Española. 

Campoamor murió en el exilio en Suiza y luego fue enterrada en el cementerio de Poirot en San Sebastián, España. Clara nació en el seno de una familia humilde de clase trabajadora de Madrid. Comenzó a trabajar como sastre a la edad de 13 años, pero continuó estudiando a tiempo parcial y, finalmente, trató de tomar un examen para asegurarse de ser admitida en la escuela de leyes. 

Trayectoria

Paralelamente, ascendió a diversos cargos gubernamentales, primero en Correos de San Sebastián en 1909 y luego como profesora de mecanografía en Madrid en 1914. Como docente, participó en la vida política de Madrid y encontró un segundo trabajo en un periódico liberal. 

Después de aprobar con éxito el examen de acceso a la facultad de derecho y ser aceptado por la Universidad de Madrid, Campoamor siguió desempeñando una serie de trabajos, como docente, como secretaria en un periódico, y como mecanógrafa en el gobierno. 

Tras obtener la licenciatura en Derecho a los 36 años en 1924, Campoamor empezó a participar en debates y asociaciones intelectuales en Madrid. Su área de práctica se especializaba en tratar asuntos relacionados con la mujer, incluidas las relaciones entre padres e hijos y asuntos matrimoniales.

Abogó por estos temas en las organizaciones profesionales a las que se unió y en la Federación Internacional de Abogadas que ayudó a crear en 1928. En 1927, Campoamor defendió con éxito la mejora de las leyes de trabajo infantil y los derechos de voto. 

Feminista de corazón y alma

Cuando a las mujeres se les permitió postularse para la Asamblea Constituyente, que debía redactar una nueva constitución en 1931, ella se postuló y fue elegida, a pesar de que no pudo votar en las elecciones. 

En octubre del mismo año, se convirtió en la primera mujer en hablar en la Asamblea Constituyente española y pronunció un discurso para enfrentarse a los miembros masculinos de la misma que seguían excluyendo a las mujeres del voto en contra de la ley natural. 

Su defensa de los derechos de la mujer fue rechazada no sólo por políticos conservadores y católicos, sino también por hombres de izquierdas, e incluso por una de las otras dos mujeres presentes, Victoria Kent.

Cuando su partido decidió oponerse al derecho de voto de las mujeres, lo abandonó y siguió luchando por el derecho al voto como miembro independiente del Parlamento. A lo largo de su carrera política, Campoamor insistió en que su función principal era representar a las mujeres, y los problemas de la mujer seguían siendo su principal enfoque. 

Independiente

En ese momento, mantuvo una afiliación independiente al poderoso sistema de partidos y, con el apoyo de mujeres activistas de toda España, pudo garantizar la igualdad de condición jurídica de las mujeres en la nueva constitución. Después de la conferencia, se redactó una nueva constitución. 

Según esta nueva Constitución, Campoamor se convirtió en una marginada política debido a su abierta propaganda y su voluntad de principios de abandonar el partidismo. Perdió su escaño parlamentario en 1933, pero de 1933 a 1934 fue nombrada directora del Ministerio de Bienestar Público. En 1936, el estallido de la Guerra Civil española trajo violencia a Madrid, y huyó del país por miedo a perder la vida. 

Homenajes

En 2011, en el centenario del Día Internacional de la Mujer, la Casa de la Moneda de España y el Sello Nacional emitieron una moneda de plata conmemorativa por valor de 20 euros. Esta moneda presenta a Clara Campoamor. 

En 2016, Norwegian Airlines nombró a uno de sus nuevos Boeing 737-800 (EI-FJY) como Clara Campoamor. Su foto cubre las quillas o estabilizadores verticales a ambos lados del avión. Seguramente un discreto homenaje para un legado tan grande de esta gran mujer.


Fuente → nuevarevolucion.es

banner distribuidora