"Miguel Hernández: corresponsal de guerra"


"Miguel Hernández: corresponsal de guerra"
Ramón Fernández Palmeral
  
La acción periodística de Miguel Hernández «no fue algo casual, sino que parte de una vocación hacia esta tarea que manifiesta ya en su etapa juvenil», como afirma y demuestra el profesor Francisco Esteve (2012:50). Ya publicaba poemas en las revistas locales de Orihuela y en Alicante. En octubre de 1932, dirigió una carta al canónigo de Orihuela don Luis Almarcha, solicitándole recomendación para El Debate de Madrid, que solicitaba aspirantes para una Escuela de Periodismo, pero no pudo ir por no tener la titulación requerida. El segundo intento lo hizo en octubre de 1934 con José Bergamín director de la revista madrileña Cruz y Raya, por ser el promotor del periódico El diario de Madrid. Ante el fracaso obtenido, vuelve a intentarlo con el poeta Pablo Neruda que era cónsul del Chile en Madrid, porque iba a dirigir la revista Caballo Verde para la Poesía. En 1935, consigue un empleo remunerado por 250 pesetas mensuales con José María de Cossío, que dirigía la Enciclopedia los Toros de Espasa-Calpe.

Se convierte en corresponsal de guerra desde los frentes, no desde los despachos. El periódico El Ataque publica seis artículos hallándose en la Brigada del Campesino en la defensa de Madrid. En el Frente Sur de Jaén con el seudónimo de Antonio López, del que era director, publica experiencias de la toma del Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza; publica en Nuestra Bandera del Alicante sus experiencias del viaje a Rusia como delegado de la República en el V Festival de Teatro soviético. Publicó en unas 60 revistas de la época, entre ellas El Mono Azul, órgano de la Alianza de Intelectuales Antifascistas del que era secretario Rafael Alberti, y José Bergamín presidente.

Es pionero en la investigación de la actividad periodista de Hernández, Claude Couffon que en 1967 hizo estudios en el tema en su obra Orihuela y Miguel Hernández. Le siguió a la zaga Juan Cano Ballesta que, junto con el hispanista francés Robert Marras, hizo una incursión publicada en el libro Miguel Hernández. Poesía y prosa de guerra y otros textos olvidados (1977). Otros investigadores son, el oriolano Francisco Martín Marín en su biografía Yo, Miguel (1972); el dominicano Rei Berroa, autor de la tesis doctoral Ideología y retórica. Las prosas de guerra de Miguel Hernández, México (1988). El trabajo de María Gómez y Patiño, Propaganda poética de Miguel Hernández (Alicante, 1999) es imprescindible para los expertos en el tema; recoge los 29 textos que escribiera Hernández al servicio de la propaganda republicana con cierto contenido poético que exaltaba sus rasgos militares. Sin perder ni un momento de vista la contextualización de su producción discursiva. «El uso poético y creativo de su lenguaje periodístico se refleja hasta en momentos de máxima crispación política e ideológica desde las mismas trincheras» (Patiño, 1999: 27).

En la tesis doctoral de José Manuel Carcasés Cortés, y dirigida por el profesor Francisco Esteve, dice: «La propaganda de esa época, por ambos bandos, era una manipulación periodística de la realidad. Miguel ejerció una forma de periodismo». Este finalizó en un documentado libro publicado por la Biblioteca Valenciana 2010, donde aparece un prólogo de Trini Miró Mira consejera de Cultura i Esport.

En este libro, Miguel Hernández, más que periodista fue corresponsal de guerra en la toma del santuario de la Virgen de la Cabeza (Andújar). Poemas bélicos con los poemarios Viento del pueblo y El hombre acecha, con influencias del poeta argentino Raúl González Tuñón. También escribió abundantes artículos, reportajes, noticias, crónica, editoriales y entrevistas, hasta alcanzar alrededor de doscientos textos que Miguel Hernández llegó a publicar en cerca, como se ha dicho, de sesenta periódicos.

Alternó la poesía y el periodismo. Como periodista firmó muchos artículos en el Altavoz del Frente de Jaén bajo el seudónimo de Antonio López, quizás para diferenciar o alegar sus crónicas del lenguaje poético y romancero tradicional, porque a excepción de José Herrera Petere no tenía otros redactores. Además, era una firma más de los cronistas de guerra. También en varias revistas y en el Altavoz del Frente Extremeño, cuando estuvo destinado en Castuera, firma con seudónimos, como demostrara Eutimio Martín.

18 de julio de 1936

Cuando se inicia sublevación militar que da inicio a la guerra civil española el 18 de julio de 1936, Miguel Hernández (1910-1942) tenía 25 años, se encontraba en Madrid, ya había publicado su opera prima Perito en lunas (enero de 1933), Colección Sureste de Murcia, El rayo que no cesa (enero de 1936) en la editorial Héroe de Manuel Altolaguirre y Concha Méndez, y escrito el drama El labrador de más aire. El día 29 de julio viaja a Orihuela; el 13 de agosto unos anarquistas asesinan en Elda al padre de su novia, Josefina Manresa Mahuenda, guardia civil de profesión llamado Manuel Manresa Pamies, junto con cinco guardias más y un cabo.

El día 23 de septiembre de 1936 Miguel toma partido por la II República, es decir, por el Gobierno elegido en las urnas y legalmente constituido; se incorpora voluntario al Quinto Regimiento de Milicias Populares, Zapadores, Minadores, 2ª Cía. 3ª Sección, es destinado a Cubas (Madrid). Miguel Hernández tomó partido por la República como todos sus compañeros de la Alianza de Intelectuales Antifascistas sita en C/. Marqués del Duero, 7 de Madrid: Alberti, María Teresa León, Emilio Prados, Aparicio, María Zambrano, Aleixandre, Plaja o José Bergamín. En la A.I.A. conocerá a Langston Hughes y a Stephen Spender. Además, esta actitud suponía ser soldado útil, ya que se le negó el servicio militar por exceso de cupo, y quizá era la oportunidad que no tuvo, una pequeña satisfacción personal y una salida de Orihuela. Porque también es verdad que, para la mentalidad de aquella época, los hombres que se libraban del servicio militar parecían menos hombres. Téngase en cuenta que Madrid era republicano, defendían el orden constitucional establecido en las urnas.

Decide tomar parte activa con poesía combativa o del compromiso que duele y perdura en el tiempo más que las heridas de los proyectiles. Después de conocer al periodista y comisario cubano, Pablo de la Torriente Brau, lo incorpora como comisario cultural y su pluma se convertirá en «arma de lucha», que era una de las premisas que le enseñara el poema comunista argentino Raúl González Tuñón cuanto estuvo en España como corresponsal, y, amigo a su vez del poeta chileno Pablo Neruda, destinado como diplomático en la embajada de Chile en Madrid.

Agregado de cultura

Es destinado a la 1a Compañía del Cuartel General de Caballería. Estuvo en varios frentes como: Alcalá de Henares, donde conoció al periodista cubano de la Brigadas Internacionales, Pablo de la Torriente Brau. En Alcalá conoce al poeta malagueño, Emilio Prados Such, de la Asociación de Intelectuales. Estuvo en Valdemoros, Boadilla del Monte, Pozuelo de Alarcón que le da oportunidad y lo destinó a la 1a Compañía de Caballería como Agregado Cultural. En diciembre 1936, habló y recitó en la radio, en la emisora del Quinto Regimiento de Madrid, la milicia del Partido Comunista, (existe una fotografía).

En febrero de 1937, es destinado como director del Altavoz del Frente Sur de Jaén, y hace viajes por los pueblos para declamar sus poemas en los lugares públicos; escribe en diferentes periódicos republicanos, algunos firmados bajo el seudónimo de Antonio López. El 3 de marzo se encuentra en la provincia de Jaén con el comandante Carlos (Vittorio Vidali, italiano); existe una foto de MH junto a Vittorio y al diputado Martínez Cartón, jefe de la XVI Brigada del ejército frente populista. En los frentes estuvo recitando poemas que posteriormente se publicarían en Viento del pueblo, como «Aceituneros de Jaén».

Estuvo en Andújar en los últimos meses de la rendición del Santuario de la Cabeza, defendida por 300 guardias civiles al mando del Capitán Cortés, según dijo Miguel en la conferencia que dio en el Ateneo de Alicante el 21 de agosto de 1937, antes de partir para Rusia. Al regreso, publica dos artículos en Nuestra Bandera, diario del partido comunista de Alicante que dirigía su amigo en periodista Antonio Blanca, «La URSS y España, fuerzas armadas» y «Hay que ascender las artes hacia donde ordena la guerra», los días 10 y 21 de noviembre, respectivamente. En este último artículo se refiera al llamado realismo socialista.

Desde Jaén pasó a Extremadura y estuvo en el frente de Castuera (Badajoz) donde estaba la Plana Mayor del ejército frente populista, donde escribió «Canción del esposo soldado», y publica varios poemas en Frente Extremeño, periódico del Altavoz del Frente Extremeño, junto a Pedro Garfias. En el número 2, publica «Campesino de España» y «El guerrillero», este firmado con el seudónimo Roldán. Es recomendable leer el libro Miguel Hernández y los combatientes republicanos en Extremadura durante la Guerra Civil, de José Hinojosa Durán, Diputación de Badajoz, 2010, donde se dice en la página 19 que Miguel estuvo en varias ocasiones en Extremadura en la primavera e inicio del verano de 1937.

Después fue destinado a la 6a División, encuadrada en el XXI Cuerpo de Ejército, figuró en el Ejército de maniobras del Sector de Levante. Combate en el frente de Teruel, nos da testimonio en «El soldado y la nieve». En 1 de julio de 1937 viaja a Valencia, para el II Congreso Internacional de Escritores en Defensa de la Cultura. Firmó junto con otros escritores la «Ponencia colectiva» que se publicará en la revista Hora de España, Valencia, número 8, agosto de 1937, pp. 105-109. Ahí, coincidió con Antonio Machado, además, se reunieron numerosos intelectuales hispanoamericanos como Octavio Paz, Pablo Neruda, Nicolás Guillén, César Vallejo, Vicente Huidobro, Raúl González Tuñón. Y otros internacionales como Andre Malraux, Luis Aragon, Jean Cassou...

El 21 de agosto de 1937 Miguel recibió un homenaje en el Ateneo de Alicante, que fue presentado por el músico José Juan Pérez, y como testigos de excepción asistieron Vicente Ramos y Manuel Molina. La noticia apareció en Nuestra Bandera, de Alicante, Órgano del Partido Comunista. Discurso que también apareció publicado el 10-11-37, con una alocución que empieza: «Siempre será la guerra la vida de todo poeta...». Días después, salió en viaje para Rusia junto con cuatro españoles más como delegado en el V Festival de Teatro Soviético.

Frente de Teruel

En diciembre de 1937 se encontraba en el frente de Teruel. Nace su primer hijo Manuel Ramón el día 19 del mismo mes y año, y se traslada a Cox para verlo. Desde finales de febrero de 1938 hasta marzo está en Madrid, tiene fuertes dolores de cabeza. En julio estaba en Albalá (Valencia); en el mes de septiembre está en Madrid y escribe una carta a los padres de Ramón Sijé, a los que les pide dinero para Josefina.

El 19 de octubre de 1938, fallece su hijo Manuel Ramón, lo cual le ocasionó una crisis nerviosa que repercutió en su ya débil salud y, por prescripción facultativa, fue ingresado en el hospital de Benicasim para una cura de reposo que duró 20 días, donde conoció a Antonio Buero Vallejo, agregado a Sanidad, comentado en entrevista (8-12-94) de Ma. Gómez y Patiño: «…estaba muy cansado, muy agotado y las autoridades políticas gestionaron que este hombre pudiera descansar en la playa un tiempo prudencial». A la muerte de su primogénito da inicio al Cancionero y romancero de ausencia, considerado su obra maestra con poemas como «Nanas de la cebolla», «Hijos de la luz y de la sombra», edición póstuma de 1958. Es como una especie de diario íntimo y recibe el premio Nacional de Literatura compartido con Germán Bleiberg (no cobraron el importe del premio). Entrega el original de El hombre acecha a Rafael Pérez Contel en Valencia en 1938; edición destruida a la entrada de los Nacionales en Valencia.

Detención en Portugal y juzgado por ser periodista

En marzo estaba en Madrid y, tras el golpe de Casado, regresa a Cox y prepara su marcha a Andalucía y salida por Portugal. El 3 de mayo de 1939 fue detenido en la frontera de Portugal, cerca de Rosal de la Frontera (Huelva), y juzgado en el Juzgado Militar de Prensa de Madrid, que estaba junto a la Plaza Callao, por ser periodista, lo cual evidencia esta condición, es decir, tenemos a un poeta, un dramaturgo y un periodista.

De hecho, el 18 de octubre de 2010, Miguel Hernández recibió a título póstumo el carnet de periodista que él tanto deseó en vida, que le fue entregado a la familia (Lucía Izquierdo y María José) por Leire Pajín, ministra de Sanidad. Estuvieron presentes la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor; la presidenta de la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodistas de Esplá), Elsa González; el presidente de la APA en funciones, Leonardo Tomás, y el promotor de la idea fue el periodista e investigador alicantino, Enrique Cerdán Tato, descubridor del segundo Sumario 4.487-AL que se abrió en un juzgado militar de Orihuela, luego se inhibió a favor de otro de Elche y allí pasó a sendos tribunales de Alicante.

Si estudiamos detenidamente el primer Sumario 21.001 del Tribunal Especial de Prensa de Madrid, Miguel Hernández fue condenado por ser poeta revolucionario y periodista en más de sesenta revistas por el bando republicano. Y pagó con su vida el ejercicio de periodismo en el Reformatorio de Adultos de Alicante, el 28 de marzo de 1942, donde murió de tuberculosis.

Carnet de periodista a título póstumo

El 16 de octubre de 2011 la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), le hizo entrega del carnet de periodistas en salón de actos del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ). Hubo una alocución de la nuera el poeta Lucía Izquierdo, en unión de María Jesús, nieta del poeta. En el acto de entrega de carnet de periodista a Miguel hizo también alusión a los acontecimientos lamentables, tristes y humillantes que están viviendo estos días en el Ayuntamiento de Elche con lo del legado del poeta. El legado acabó en la Diputación de Jaén y parte del mismo en el pueblo de Quesada donde se ha inaugurado el Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa en el Museo Zabaleta.

Notas

Carcasés Cortés, J. M. (2018). Miguel Hernández, periodista. Biblioteca Valenciana.
Esteve, F. (2012). Huellas de Miguel Hernández. Madrid: Ediciones de la Torre.
Eutimio, M. (2010). El oficio de poeta. Aguilar.
Fernández Palmeral, R. (2019). Miguel Hernández, el poeta del pueblo (biografía en 40 artículos). Alicante: Editorial ECU.
Gómez y Patiño, M. (1999). Propagada poética en Miguel Hernández. Un análisis de su discurso periodístico y político (1936-1939). Editorial: Instituto de Cultura de Juan Gil Albert.
Rei, B. (1988). Ideología y retórica. Las prosas de guerra de Miguel Hernández. México.


 

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Miguel Hernández y César Vallejo en la guerra civil española: wsimag.com/es
 

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