La Guerra Civil y los tirados a la cuneta

Aceptar la historia 

Cada vez está más latente la brecha insalvable de las dos Españas. Hay quien se niega a aceptar la historia al no reconocer que el 18 de julio de 1936 se dio un golpe de Estado, así como que en los siguientes cuarenta años se vivió el terror, la persecución, la prisión y el asesinato de centenares de decenas de miles de españoles por sus ideas, imputables a la dictadura franquista. No podemos ser tan frágiles de memoria para no recordar que, con la muerte del dictador, se dictó la ley de amnistía general, otorgada para favorecer la transición democrática y así se dejó sin derechos -ni el mínimo reconocimiento- a las víctimas y a sus familias. Para reclamar al Estado tenían que acudir a tribunales internacionales. ¡Qué vergüenza! Ahora, el Gobierno, pretende sacar adelante la llamada Ley de Memoria Democrática y las manos ensangrentadas de algunos se levantan en contra de recordar e investigar el pasado. Por eso es muy importante poder levantar los secretos oficiales -por lo menos hasta 1978- y conocer, con documentos, testimonios y pruebas, lo que realmente aconteció durante ese largo período oscuro de la historia de España. José Manuel Pena. Ribeira.

Candil e velas

O Goberno aprobou unha nova norma para mellorar a Lei de Memoria Histórica. Está moi preocupado e por iso lle adícan moito tempo e medios humanos a dita normativa. Non serei eu o que diga que non se teña que facer, pois nesa guerra, sen saber moi ben por que, tamén pelexou o meu pai, e alí perderon a vida dous irmáns del. Agora cando a enerxía chega a pagarse coma se fora ouro, os gobernantes están preocupados por ver que poden facer co Valle dos Caídos. Eu só lles digo que cando o pechen, poden recoller todas as velas e incluso algún candil que haberá por alí e as repartan cos que non poden pagar a luz. Jorge Guerreiro Martinez. As Pontes