Diccionario biográfico de los voluntarios de Argentina en la Guerra Civil Española

Diccionario biográfico de los voluntarios de Argentina en la Guerra Civil Española

Sale ahora, editado por la AABI, este diccionario escrito por el historiador argentino Jerónimo Boragina. Conocemos de él otros trabajos como su participación en los libros colectivos Voluntarios de Argentina en la guerra civil española (2008) y Voluntarios judeo-argentinos en la Guerra Civil Española (2016), así como en el documental Esos mismos hombres. Ha escrito, por otro lado numerosos artículos sobre esta temática en revistas de todo el mundo y dirige el Archivo de Voluntarios de Argentina en la Guerra Civil Española.

El presente libro es el fruto de más de 20 años de investigación. Con él Boragina ha intentado desvelar los nombres y resumir los itinerarios de aquellos hombres y mujeres que, desde la Argentina, contribuyeron a sostener la primera batalla contra el fascismo internacional, cuyo escenario fue España. Su trabajo se inscribe en una tradición historiográfica inaugurada por AICVAS en 1996 con la salida de La Spagna nel nostro cuore, 1936-1939, un diccionario con 4000 biografías de “los voluntarios italianos que defendieron la República española del ataque franquista, preparando así el retorno de la libertad y de la democracia en nuestro país”, como reza el subtítulo de la portada.

Quizá, animado por esta iniciativa, el brigadista Hans Landauer apostó por dar a conocer las investigaciones llevadas a cabo desde el DÖW (Archivo documental de la Resistencia austriaca) en lo concerniente a las más de mil fichas biográficas elaboradas. El libro (Diccionario de los voluntarios austriacos en la España republicana. 1936-1939) fue publicado por la AABI en español en 2005. Cinco años más tarde la AABI publicó también el Diccionario de los Voluntarios suizos en la guerra civil española, de Peter Hubber y Ralph Hugh.

En 2015 dos investigadores alemanes, Werner Abel y Enrico Hilbert, publicaron Sie werden nicht durchkommen. Deutsche an der Seite der Spanischen Republik und der sozialen Revolution (¡No pasarán! Los alemanes del lado de la República española y la revolución social). Otro trabajo magnífico secundado por otros esfuerzos como los de Ingrid Schiborowski y Anita Kocknowski sobre Las mujeres internacionales en la guerra de España o los de Julia Kölbl y Michaela Wolf sobre Las intérpretes de las BI.

Y ahora llega este Diccionario proveniente de América Latina. Nunca podremos agradecer suficientemente la voluntad de Boragina por poner en el escenario histórico la participación de los cerca de 5.000 voluntarios de aquella parte de América. Son muy conocidos los numerosos libros escritos por y sobre los brigadistas de la América anglosajona, pero desafortunadamente esa brillantez opacó el no menos loable esfuerzo de nuestros hermanos de la América hispana. Una de las obsesiones de Boragina es esa: superar la perspectiva eurocentrista que hasta ahora han tenido los estudios sobre las Brigadas Internacionales y reivindicar también la aportación de otros contingentes tan valiosos como lo fueron el latinoamericano y otros.

Hay quienes no acaban de entender la importancia de estos estudios que intentan sacar a la luz los nombres y los itinerarios vitales de los protagonistas de la historia. Craso error. Tan importante como las visiones generales de un hecho o un movimiento son las historias particulares de aquellos que los protagonizaron. Bien es verdad que esa tarea no siempre es posible. Pero cuando lo es, como en este caso, es de agradecer el esfuerzo y útil su divulgación. En el caso de Argentina, estamos ante un colectivo del que el Archivo de Boragina ha identificado hasta el momento 1.100 voluntarios. El presente diccionario ha seleccionado a 962 de los que hay información confirmada y contrastada. Un esfuerzo títánico si comparamos estas cifras con las que solían dar los historiadores canónicos (A, Castells y siguientes). Es el mismo caso de los voluntarios cubanos que, en las últimas investigaciones, superan la cifra de 1.200.

Hay algunas razones que han podido mantenen en la penumbra la verdadera aportación latinoamericana, y en este caso argentina, al esfuerzo de guerra republicano: la mayoría de los voluntarios de ese origen o bien preferían integrarse en las brigadas mixtas españolas o bien eran inducidos a hacerlo por parte del Alto Mando republicano para “camuflar” la presencia extranjera ante la Sociedad de Naciones y el Comité de la no-intervención de Londres. Por otro lado, muchos voluntarios de Argentina -país con una enorme inmigración desde finales del siglo XIX- se dispersaron entre diversos batallones de italianos, norteamericanos, polacos, etc. Pero hacía falta sacar a la luz tanto la procedencia de esos voluntarios en las BI, como los integrados en las Brigadas Mixtas, y también los que nutrieron algunas unidades anarquistas o del POUM. A todos ellos los ha tenido en cuenta Boragina. Todos ellos, con mayor o menor acierto, quisieron contribuir a la defensa de la democracia amenazada en el mundo, o a la revolución social en la que soñaban.

Boragina insiste en el planteamiento metodológico que ya puso de manifiesto en el volumen Voluntarios de Argentina (2005): lo que él llama “la historia desde abajo”, que explica así:

Para ir de lleno y tener una idea general, la historia desde abajo es un modelo contracultural, va en contra de las clásicas corrientes historicistas que definieron a la historia, la práctica profesional y su respectiva metodología. Esta historia combate la misma que viene desde arriba, excesivamente ideologizada, falsamente cientificista, en la que no existen personas o protagonistas, sino instituciones, procesos o próceres. Su ejercicio está vinculado de manera concreta a las prácticas investigativas y en el quehacer del historiador y no en la profesionalización desde la institución de pertenencia. Por último, los aportes desde abajo a la historia general o particular, son mucho más profundos que otras variantes debido a la necesidad metodológica de la que se sirve. Una necesidad más amplia que excede a los archivos, bibliotecas o al papel como documento y utiliza otras variantes culturales como la historia oral, socio-biografía, la historia cultural en todas sus ramas (poesía, tango, fútbol, música, etc). Sólo de esta manera y con la historia desde abajo pudimos reconstruir la vida de cientos de argentinos que participaron como voluntarios en la Guerra Civil Española, y máxime teniendo en cuenta los sistemas de registro que posee nuestro país. Aquí la historia y su documentación no está preservada como en los archivos europeos o norteamericanos, y los déficit pueden variar desde lo edilicio, el mantenimiento de documentos, hasta el material bibliográfico disponible. Esta limitación obliga también a buscar otros canales o alternativas para construir la historia y que deberán tener otro proceso metodológico.

Para ir terminando, en su estudio sobre Las Brigadas Internacionales (1982) el autor francés J. Delperrie de Bayac sentenció:

Las Brigadas Internacionales fueron todo lo que podían ser. Sin duda habrían sido más fuertes si sólo las hubieran compuesto militares comunistas –lo que no sucedió– en una España republicana también comunista, lo que tampoco sucedió. Siempre en lo más duro de los combates, animados por un espíritu de sacrificio incontestable, los voluntarios extranjeros no fueron todos unos caballeros sin miedo y sin mancha, y su historia es una historia de hombres; pero en favor de la causa por la que habían decidido asumir los riesgos, no dudaron en exponer su vida y sus sufrimientos, sin esperar otra recompensa que la conciencia de servir, y por eso las Brigadas Internacionales fueron una epopeya.

Si estamos de acuerdo con esto, hay que añadir que la epopeya fue protagonizada por el pueblo español, cuya resistencia al acoso fascista alentó a muchos miles de hombres de todo el mundo a apoyar su lucha en una suerte de apoteosis de la fraternidad. Su ejemplo sigue vigente en estos tiempos de turbulencias neoliberales y veleidades fascistoides. Y sus biografías nos acercan a aquellos seres de carne y hueso que dejaron sus tierras, trabajos, casas y familias para servir al progreso de la humanidad.

Estas biografías, termina Boragina, pretenden al menos construir un panorama personal que pueda definir los rumbos que tomó la vida de una persona en una década de revoluciones, luchas, guerras y, por qué no también, de poesía y amores.

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Entrevista con Jerónimo Boragina en Cazarabet


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