Hace ochenta y cinco años, el 17 de julio de 1936, el ejército español dirigido por el general Francisco Franco lanzó un golpe fascista destinado a derrocar al gobierno electo de la Segunda República de España
Los trabajadores y campesinos de toda España respondieron con una insurrección armada, estableciendo comités de fábrica y formando milicias para luchar contra las tropas fascistas. Había comenzado la Guerra Civil de 1936-1939.
La Guerra Civil española fue una de las grandes batallas entre la clase obrera internacional y el fascismo europeo en el siglo XX. La Alemania nazi y la Italia fascista enviaron a miles de soldados para unirse a Franco. Mientras las clases dominantes británica, francesa y estadounidense mantuvieron una política de no intervención, bloqueando la ayuda militar a la República, hubo una simpatía masiva en la clase obrera internacional por el levantamiento obrero contra el fascismo.
Decenas de miles viajaron a España para luchar contra Franco. Las Brigadas Internacionales antifascistas contaban con cerca de 60.000 voluntarios de 53 países.
Del resultado de la Guerra Civil dependía el destino no solo de España, sino de Europa y del mundo. En Francia, el gobierno del Frente Popular del primer ministro Léon Blum estaba intensificando la represión policial de los trabajadores después de la huelga general francesa de mayo-junio de 1936, mientras se desarrollaba un poderoso movimiento de huelga en Estados Unidos que condujo a la formación de sindicatos industriales masivos. Una revolución socialista victoriosa en España habría galvanizado a decenas de millones de trabajadores a nivel internacional.
El resultado, sin embargo, fue una derrota de la clase trabajadora que fortaleció las potencias fascistas, allanando el camino para que el régimen de Hitler lanzara la Segunda Guerra Mundial en Europa, cinco meses después del discurso de victoria de Franco el 1 de abril de 1939. Esta guerra se cobraría 75 millones de vidas, incluidos seis millones de judíos asesinados por los nazis en el Holocausto.
En España, 500.000 personas murieron en la Guerra Civil, de una población de 23,6 millones. Medio millón se vio obligado a huir al exilio y 150.000 trabajadores, artistas e intelectuales fueron asesinados tras las líneas fascistas.
Después del final de la guerra, 20.000 partidarios de la República fueron fusilados y se estima que un millón de personas fueron internadas en 300 campos de concentración y prisiones. El régimen de Franco sobreviviría cuatro décadas, y solo cayó en medio de las protestas y huelgas masivas en 1978.
La Guerra Civil es una confirmación del papel revolucionario de la clase obrera internacional y, en sentido negativo, el papel crítico de la dirección revolucionaria. Las lecciones de la guerra civil son de actualidad candente.
Una vez más, la clase dominante está recurriendo a formas de gobierno abiertamente fascistas y autoritarias, desde las amenazas de un golpe de Estado por parte de oficiales neofranquistas en España, hasta el surgimiento de movimientos neofascistas en toda Europa, pasando por la transformación del Partido Republicano bajo Trump en una organización cada vez más abiertamente fascista.
Fuente → timis.es
No hay comentarios
Publicar un comentario