Itinerario por la ría del movimiento obrero

Itinerario por la ría del movimiento obrero

Este Mayo no va a zarpar el BARCO REPUBLICANO, de nuevo lo retrasamos por la pandemia. Son tiempos dificiles. Nuestra intención en el 2020, este 2021 y esperemos que el 2022 sea posible, era dedicar el recorrido a la organización obrera en los márgenes de la Ría, con ello íbamos, a contar y contaremos con una compañera de las Comisiones Obreras, que ya había realizado este itinerario con la Fundación Unanue CCOO Euskadi. Reproducimos en esta entrada el recorrido elaborador por ellos, Lo podéis leer, soñar… y sabed que tarde o temprano lo haremos.

Lo que sin duda, hasta por escrito, percibiréis la desindustrialización. La desaparición de los márgenes de la ría de aquel motor económico Vizcaíno, el País Vasco funcionaba al ritmo que marcaba la ría. Con la desindustrialización primero dejó de acudir la inmigración, y al poco las mismas zonas expulsaron población. El paro se adueñó de la industria y parados y prejubilados de los espacios público. Durante los últimos 20 años y hoy en día los muncipios con más paro de Euskadi son Sestaoi, Santurtzi, Basauri, Portugalete, Bilbao y Barakaldo, es decir las margnes de la ría.

Partimos…

Pio Baroja

Comenzamos este recorrido desde el espacio que la villa le concedió a Pío Baroja, quien dedicaba a la Ría estas palabras:

“….la Ría de Bilbao. No creo que haya en la Península Ibérica nada que dé una impresión de fuerza, de trabajo y de energía como esos quince kilómetros de vía fluvial.” (Pío Baroja, 1920).

Este trayecto nos va a llevar a descubrir el motor económico y social de Bizkaia. Aunque nos centraremos fundamentalmente en el siglo XX, es necesario decir que la importancia de la ría viene de longo. A finales de siglo XIX el papel que jugaba era principalmente comerciante, pero la masiva explotación de las minas trajo consigo un proceso de industrialización de la zona.

A finales del siglo XIX se comenzaron a asentar las que serían las industrias motoras de la economía vizcaína y que veremos en funcionamientos o sus esqueletos o la sombra de lo que fueron. Este hecho provoco el cambio radical no solo de la economía sino de las formas de hacer, de vivir y la propia fisonomía de la Ria. Bienvenidas/as a la Ria.

La Ria

La Ría del Nervión Ibaizabal constituyo el motor del desarrollo económico del País Vasco contemporáneo. El cambio se produjo de un modo rapidísimo, convirtiéndose en uno de los lugares más industrializados de toda Europa. Para facilitar la navegabilidad se realizaron numerosas reformas entre las que cabe destacar el muelle de hierro en Portugalete a manos de Evaristo Churruca. El número de habitantes en la zona creció rapidísimo y la Ria se convirtió en una barrera entre dos mundos. La margen izquierda se instalo la clase trabajadora, mientras que la margen derecha fue la zona elegida por la burguesía.

Gugenhein

El paisaje industrial de la Ria se ha diluido y ahora se ha abierto a la cultura o a espacios residenciales aquellos lugares que un día ocuparon las grandes industrias. A pesar del cambio se mantiene la mirada hacia la Ria como eje motor de la zona. Los puentes se han multiplicado, el Zubizuri, la pasarela Arrupe, el puente de Deusto ya no abre sus hojas salvo en momentos puntuales, convirtiéndose en murallas para los buques que un día llegaban hasta la zona del ayuntamiento.

La campa de los ingleses, Abandoibarra, donde ahora esta barado el Gugenhein, ha sido espectador de los cambios de la Ria. Desde tomar su nombre por albergar un cementerio de británico a principios del siglo XX, además de lugar donde los/as bilbaínas conocieron el fútbol gracias a aquellos marineros británicos. A ser un espacio ocupado en pleno desarrollismo industrial por chabolas de aquellas personas que venían a trabajar como lo fuerón también, Otxarkoaga o Artxanda. Las condiciones de vida de estas personas eran tan infrahumanas que el propio caudillo tomo medidas creando los barrios de Otxarkoaga o San Inazio. En este punto la diferencia entre las dos margen se ve de un modo claro mientras la margen izquierda ocupada por aquellas/os recién llegados/as, en la derecha se estaban formando los hijos/hijas de la burguesía vizcaína y del resto del estado principalmente en economía y leyes.

Euskalduna

Tras pasar el puente de Deusto, nos encontramos el palacio Euskalduna, hoy espacio dedicado a las artes, pero que no hace mucho fue lugar de lucha sindical. No en balde fue una de las empresas donde primero se comenzó a reorganizar el movimiento sindical en la época franquista. En las navidades de 1953 los trabajadores tras no recibir las primas correspondientes, salieron a la huelga. Como medido de interlocución con la empresa, eligieron a una comisión. Esta se convirtió en la voz de los compañeros y una vez finalizado el conflicto se desmanteló, obteniendo el objetivo por el que lucharón. Un año después se instalo la que se convertiría en el símbolo de Euskalduna, La Carola, que nos recuerda que Euskalduna fue uno de los astilleros más importantes del S.XX. Ella fue testigo de las luchas que se vivieron con el cierre del astillero, autenticas batallas campales entre los trabajadores y la policía que marcaron los comienzos de los ochenta.

Artiach

Nos encontramos ante el primer edificio en todo el estado que se construyo con el fin de albergar una fábrica de galletas en la década de años veinte. En los años 70 trabajaban en la empresa entorno a 800 personas, la mayoría mujeres. La legislación franquista trató en todo momento de apartar a las mujeres del mundo del trabajo, recluyéndolas en el hogar. Fomentando la imagen de la mujer como “ángel del hogar”, idea que se impulsada desde la educación o la Sección femenina. En el caso de ser trabajadoras su periodo de actividad principal era hasta contraer matrimonio, incluso en muchas empresas había el concepto de la dote, bonificación económica que se entregaba a las mujeres al contraer matrimonio. El trabajo de las mujeres se consideraba como un suplemento o un apoyo al salario principal del hombre, en muchos casos entrarían dentro del empleo sumergido.

Aunque se podría pensar que por las características de la plantilla, Artiach, fuera una empresa con poca agitación sindical esto dista mucho de la realidad. Las galleteras fueron un colectivo de trabajadoras muy activo en la defensa de sus derechos laborales y en la defensa de los derechos de las mujeres en un periodo donde las libertades de las mismas estaban muy limitados.

Tren

Desde este punto y cuando nos encaminamos a salir de Bilbao podemos observar la línea del tren de Bilbao-Santurtzi. El origen de esta línea se retrotrae a 1888 y su finalidad en un primer momento fue él del traslado de mercancías. Sin embargo, con los años se incorporo el traslado de pasajeros, hecho que provoco el fin del tranvía que realizaba un trayecto similar.

Esta línea, su diseño y sus paradas nos dice mucho de la vida de la margen izquierda. El tren traslada a miles de trabajadores desde las diferentes poblaciones a las empresas, no es casual que alguna de las paradas de este de directamente a las puertas de las factorías. Más allá de su función de trasporte, el tren se convertiría en un espacio socialización y reivindicación en la época franquista. El reparto de pasquines informativos sobre multitud de temas, encuentros clandestinos y la importancia en los conflictos de la interrupción del mismo, puso al tren en un primer plano dentro de la lucha antifranquista.

Erandio

Al avanzar por la Ria, nos encontramos ante nosotros a Erandio, localidad que hasta 1983 no volvería ser localidad independiente de Bilbao. Las industrias químicas se habían instalado en ambas márgenes de la ria tanto en Barakaldo como en el propio Erandio. Por parte de la ciudadanía se comenzaban a oír voces cada vez más organizadas de protesta sobre las mismas y sus consecuencias en la salud de los vecinos/as. El 3 de septiembre de 1969 será recordado por los vecino/as de Altzaga y Astrabudua por la llegada de una nube tóxica. Esto provoco múltiples movilizaciones que llegaron al corte de la carretera y a la intervención de las fuerzas de seguridad en varias ocasiones. Los hechos más graves se produjeron el 28 de octubre de 1969 cuando Antón Fernández, vecino de Erandio, fue alcanzado por una bala de la policía mientras miraba desde su balcón las protestas. La mañana siguiente se llenaron las calles de trabajadores en el marco de una huelga, donde Josu Murueta resulto herido muerte.

Estas no fueron las únicas muertes trágicas que vivió Erandio. El 25 de abril de 1967 se produjo uno de los accidentes laborales más graves del periodo. En la empresa Frimotor tras el hundimiento de su techumbre y el posterior desplume de los cuatro pisos de la factoría, fallecieron 16 trabajadores y múltiples resultaron heridos. Uno de los heridos tras ocho horas sepultado narraba el hecho del siguiente modo:

“No quiero recordarlo fue horrible estaba sentado en mi mesa, en la tercer planta, en la sección de costos,…, estaba precisamente trabajando en las fichas de control de materiales de cada máquina. No llegue a incorporarme. Después, no se como, sin perder, ningún momento el conocimiento, me encontré debajo de la mesa y junto al archivador donde había estado trabajando poco antes.”

Así lo cantaba Imnaol: https://www.youtube.com/watch?v=0NnZiax_Zjc

Barakaldo

Ante nosotros/as se encuentra Barakaldo, una localidad que en los últimos años ha cambiado mucho y en algunos lugares es irreconocible con aquel Baracaldo del que vamos a hablar. Esta anteiglesia desde finales del siglo XIX sufre un boom demográfico, pero en el desarrollismo este aumento de población va aún más rápido. Las calles de Baracaldo se comienzan a llenar de gentes procedentes del resto del estado, principalmente castellano-leones, gallegos, extrémeños y andaluces. Estas migraciones son de carácter familiar. En este proceso esta la figura del mediador, quien es la “avanzadilla” en el viaje y que hace enlace entre sus familiares y vecinos y el destino. No es raro que localidades enteras se establezcan en zonas concretas de la localidad. Por lo que no es sorprendente de estos recién llegados comiencen a crear centros regionales como medio de inserción social. No es causal que Barakaldo sea la localidad con más centros regionales de la provincia. Servían a los recién llegados de un punto relación con su tierra natal y con vecinos/as de la misma, además de un lugar donde poder enseñar no solo a sus descendientes sino también los restos, sus usos, lengua, costumbres y tradiciones. Además, estos no solo fueron centro de reuniones de la comunidad sino que hicieron labores asistenciales.

Esta masiva llegada de personas con múltiples acentos, provocó en algunos casos una respuesta negativa por parte de algunas personas oriundas e incluso por parte de algunas personas que habían venido en la primeras migraciones, estas utilizaron de un modo peyorativos términos como maketos o coreano. Pero es cierto que en entornos como el caso de Baracaldo la “rara avis” era el autóctono y no el emigrado y que la integración fue la tónica general. En esta integración fueron claves no solo los centros regionales, sino los espacios de socialización, empresas, asociaciones de vecinos/as, .., incluso los bares. La cuadrilla de txikiteo, algo muy propio se convertiría en un espacio donde los acentos se mezclaban y se generaban relaciones y espacios de dialogo, donde incluso se hablaba de política y se difundían protestas contra el régimen. Este carácter multicultural ha quedado en el ADN de los/as barakaldeses/as hasta actualidad.

Altos Hornos de Vizcaya

Donde hoy se alza un nuevo barrio “El plan Urban” se encontraba una de las plantas de AHV que tenía en Baracaldo. Altos Hornos de Vizcaya desde su fundación se convirtió en el buque insignia de la siderurgia de todo el estado. Era lo que se conoce como una gran empresa, que imprimió incluso en sus trabajadores un sentimiento de pertenencia a la misma, de Gran familia. Por ello no fue baladí que el primer convenio a nivel estatal fuera el suyo, en 1961. Se desplaza a la firma la jerarquía del régimen y con ella toda la maquinaria propagandística del mismo.

En muchas ocasiones los trabajadores de AHV fueron criticados por el resto del tejido industrial, por inmovilista, calificados en ocasiones de gallinas. Sin embargo, sus trabajadores jugaron un importante papel en el movimiento obrero, ejemplo de ello fue la expulsión de José Unanue en una de las primeras huelgas al régimen en 1956. Además fue eje movilizador de otros conflictos como el de 1969.

LA NAVAL

Ante nosotros nos encontramos la Naval recientemente ha cesado su funcionamiento, aunque no con la carga de trabajo de otras épocas. Aun podemos disfrutar de las botaduras de grandes navíos. La Naval fue durante la época franquista referente de combatividad, grandes líderes sindicales formaron parte de su plantilla. Pero no solo eso, la unión y la combatividad del conjunto de la plantilla fue ejemplar. Las asambleas de trabajadores/as siempre abarrotadas. Estas fueron claves para la reconstrucción del movimiento obrero tras la ilegalización del sindicalismo de clase por parte de Franco. En ellas se discutían, se intercambiaban opiniones, informaciones y se trazaban estrategias a seguir. La explanada y el interior de la fabrican eran espacios ideales para ello. No hacían falta escenarios la persona que hablaba para que el resto le oiría se subía a un bidón y a modo de tablado abordaba la problemática del momento. La empresa constituyó en aquellos momentos un espacio clave para la lucha antifranquista, no solo en las asambleas se hablaba, en espacios más reducidos como la hora del bocadillo eran idóneos para el intercambio de perspectivas. De este modo se gestaron las grandes huelgas del franquismo ejemplo de ello la huelga del 62. Huelga por la firma de un convenio digno, cuyo motor fue la Naval. Tras la aprobación de la Ley de convenios colectivos del 58 y tras la firma del anterior comentado Convenio de Altos Hornos, el resto de grandes empresas comienzan a negociar sus condiciones laborales, lo que llevara a algunas a conflictos enmarcados en la primavera del 62 por la falta de acuerdo en las mesas de negociación. El final de esta huelga llevo consigo el despido de muchos trabajadores, y la creación de la primera Comision Obrera Provincial de Vizcaya (1963), para luchar por su readmisión.

Sestao

Como comentábamos en el caso de Barakaldo miles de personas llegan a Bizkaia atraidos/as por sloganes como ¡En Vizcaya hay trabajo para todos!. Al divisar Sestao vemos que por su caótico urbanismo como también fue uno de los lugares que más población recepciono en ese periodo. Sestao pasara de ser una localidad únicamente rural a constituirse en una cuidad-fábrica. Muchas fueron las personas que desde el campo llegaron a Vizcaya en busca de una situación mejor, pero se encontraron con un problema que nadie les aviso y fue la falta de viviendas. Los planes de urbanísticos y sociales fueron claramente insuficientes. El Plan de Urgencia Social de Vizcaya nace con el cometido de paliar esta situación. El ministro Arrese habla del mismo en 1959 en estos términos:

“Hemos iniciados esta vertiente de los planes de urgencia social, encaminados a lograr que de una vez para siempre el hombre se sienta señor de su hogar. Por ello hemos declarado una guerra al suburbio, el chabolismo y al realquilo, donde la vida no puse tener mañas que gestos huraños, y por eso también la primera etapa de este Plan de Urgencia Social de Vizcaya”

Muchas de las empresas como Babcock o AHV construyeron grupos de viviendas para sus trabajadores, el Instituto Nacional de la Vivienda o la Obra Sindical del hogar también. Sin embargo todas estas medidas fueron insuficientes y los nuevos trabajadores recurrieron a otras estrategias para poder sobrervivir como fueron el patronaje, el vecinismo o viviendas compartidas o incluso el chabolismo.

A partir de mediados de los sesenta los vecinos de los barrios comienzan a unirse entorno a las llamadas asociaciones de Familia, que darían origen a las asociaciones de vecinos. Se demanda unas dotaciones y insfrastucturas sociales, escuelas, ambulatorios, agua corriente, urbanización de las callles,…La necesidad de estos servicios llevara a los vecinos/as no solo de Sestao sino de muchos pueblos de Bizkaia a la calle, estas reivindicaciones se unirán con otras a partir de los setenta como fueron las medioambientales.

La Ria como margen de separación- gasolinos

Llegamos al final de nuestro recorrido donde se comienza a ver ya el mar Cantábrico al fondo. Pero antes nos encontramos con un monstruo de la ingeniería industrial, El puente de Bizkaia, o como es popularmente conocido el puente de Portugalete. Señalarlo no por su espectacularidad sino por el papel que jugo él como los botes/gasolineras en la circulación de gente entre ambas márgenes. Antes hablamos en Artiach sobre el trabajo femenino en el franquismo, es fundamental hablar de la economía sumergida donde las mujeres participaron como cuidadoras, en la limpieza de hogares, escaleras,….. En este punto es un deber apuntar como las mujeres de la margen izquierda llenaban sobre todo los botes todos los días para trabajar en las casas nobles de la margen derecha. Estos trabajos además de ser un aporte económico para las familias en muchos casos, fueron claves para la colocación de sus familiares en las grandes empresas industriales, convirtiéndose en mediadoras. El papel de estas mujeres, la dureza del trabajo y la falta de reconocimiento del mismo como tal, hace más importante ponerlo en valor.

En muchas ocasiones se habla de la diferencia a nivel de identitario entre las dos márgenes, carácter que a través de las décadas se ha ido consolidando. No es un espíritu que queda diluido con los años y los cambios sino que todos los elementos que a través de la visita hemos analizado y otros muchos, han hecho diferente a la gente de cada margen. Es fundamental que para conocer la Ria hay que conocer a sus gentes y como a pesar de no dejar de ser eso una Ria, ha sido y sigue siendo una muga entre dos realidades, dos formas de hacer las cosas y sobre todo de vivirlas. Esperamos con este recorrido a ver abierto una nueva perspectiva de este entorno.

Más pronto que tarde lo surcaremos con el barco.


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