Corría el año 1936 y ya se le empezaban a ver las orejas al lobo. La sombra alargada del fascismo se agrandaba y se consolidaba en distintas regiones del mundo. Fueron muchos los países y organizaciones internacionales que decidieron movilizarse y poner en marcha una campaña de boicot contra los Juegos Olímpicos de Berlín y realizando una Olimpiada Popular alternativa ante el ambiente de persecución política, segregación social y racial.
Coincidiendo con la proclamación de la Segunda República Española en 1931, los integrantes del Comité Olímpico Internacional (COI) temerosos del avance democrático socialista desecharon a Barcelona como sede de los JJOO y escogieron Berlín. Dos años más tarde, el partido nazi llegaba al poder y Hitler se había propuesto aprovechar el evento como un escaparate de repercusión mundial para la propaganda del régimen.
La propuesta de organizar en Barcelona unos juegos alternativos a la Olimpiada de Berlín fue tomando cuerpo y recibió apoyos de organizaciones y federaciones europeas del ámbito deportivo y gremial. La convocatoria había sido un éxito, se inscribieron más de 5000 deportistas de 23 países para competir en 18 disciplinas.
El día previo a la apertura -el 18 de Julio-, aviones del ejército franquista ametrallaron el Estadio Olímpico de Montjuïc en pleno ensayo de la Novena Sinfonía de Beethoven dirigida por el mítico violonchelista Paul Casals. Mientras el golpe militar del general Franco tomaba el país a sangre y fuego, la Olimpiada Popular se suspendía y se frustraba con ella el espíritu de fraternidad ante el avance nazi.
Si bien la gran mayoría de los deportistas extranjeros convocados volvieron a casa, hubo cientos que decidieron tomar las armas y luchar en el bando republicano contra el general Franco para luego conformar el embrión de las futuras Brigadas Internacionales.
A los once días el Tercer Reich se salía con la suya y se inauguraban
los JJ.OO en Berlín con la participación de 49 países, la Argentina
entre ellos.
La delegación albiceleste estaba integrada por 51
deportistas y logró ocupar el puesto 13 en el medallero olímpico. Obtuvo
dos medallas de oro (boxeo y polo), dos de plata (boxeo y natación), y
tres de bronce (remo y dos en boxeo).
Se trató de la cuarta competición argentina en unas olimpiadas y de la primera vez que participaba una deportista mujer: la nadadora Jeannette Campbell, que obtendría la medalla de plata en la disciplina de 100 metros estilo libre. Jeannette había nacido en Francia en 1916 -y nacionalizada argentina- recibió la medalla del mismísimo ministro de propaganda, Joseph Goebbels.
Entre los 18 atletas afroamericanos que compitieron, se destacó el estadounidense Jesse Owens, recordado como el deportista que vapuleó a Adolf Hitler. Fue el héroe de Berlín tras vencer a sus rivales de raza aria: obtuvo cuatro medallas de oro: en los 100 y los 200 metros lisos, en el salto longitud y en los relevos 4 x 100 metros.
Tuvieron que pasar 56 años para que finalmente la ciudad de Barcelona tuviera ,en 1992, sus propios Juegos Olímpicos. Para aquel entonces, el presidente del COI era un catalán, Juan Antonio Samaranch -de reconocido pasado nazi- quien inauguraba y aplaudía desde el palco de honor a la delegación española encabezada por un príncipe, el actual rey de España Felipe VI.
Fuente → tntsports.com.ar
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