Paro, marginación, pobreza y falta de esperanzas. Este es el caldo de cultivo de la violencia.

Si fracasamos nosotros vendrá el fascismo, somos los únicos que conseguimos pararlos.

Paro, marginación, pobreza y falta de esperanzas. Este es el caldo de cultivo de la violencia.

En estos días nos levantamos con los actos violentos que se producen en Barcelona. Una vez más están buscando culpables donde no están. La desesperación de los jóvenes no es producto, que un día se levantan e incendian una ciudad. En Cataluña dominada por el nacionalismo durante cuarenta años, se ha marginado a una población joven que cada vez vive más en la indigencia, han visto cómo sus familias que venían de una clase media de comerciantes se ha hundido, la emigración marginada sin políticas de integración ni trabajo, dejando todo a la republica futura que lo arreglara. Sería posible arreglar el desamparo social entre un nacionalismos de derechas ultra liberal, una izquierda liberal (ERC) y una CUP supuestamente revolucionaria, pero que se ha acoplado muy bien al sistema. Tiene un discurso de izquierda supuestamente radical y gobierna con una derecha más rancia que la del PP. Las políticas privatizadoras de los servicios públicos, sanidad… de la derecha nacionalista gobernante, con la complicidad de la izquierda (ERC) y la CUP. Dejan sin esperanza de cambio a el 35% de los jóvenes que viven en la marginalidad. Se está a la altura de EE.UU en marginación social. La esperanza revolucionaria del anarquismo siempre está presente en Cataluña, las pintadas que hemos visto en las fachas con la A y el circulo, es un mero espejismo, no somos tan ilusos que puedan ser de las organizaciones anarquistas.

 

El régimen busca un culpable, el siempre recurrente anarquismo sirve para cualquier cosas. Los servicios secretos y los intereses partidistas necesitan echar la culpa a alguien, para no reconocer sus errores. Los anarquistas y esa internacional europea de la que nos hablan, quizás estaríamos encantado de disponer de esos medios de movilización que solo existen en las mentes manipuladoras de las clases políticas fracasadas y que han llevado a Cataluña a la ruina, producto del saqueo continuado de la derecha gobernante. Los expertos que cada día opinan, sin ninguna clase de vergüenza, mezclan churras con merinas, ya nos van indicando que el anarquismo ha vuelto a Cataluña como los responsables de la violencia. Ellos consideran que el anarquismo es violencia. 

Como se puede luchar violentamente contra un estado que está armado hasta los dientes, eso es un suicidio, los anarquistas somos un poco tontos, pero idiotas aún no. Sabemos que tanto los poderes del estado como los nacionalistas no asumen sus culpas de haber marginado a la juventud y dejarlos sin esperanza. Esta es la razón, cualquier cosa es un pretexto para que la llama se encienda. Ahora no toca lo de España nos roba o libertad de presos políticos. Se crean otro enemigo. Las casualidades no existen. El anarcosindicalismo en Cataluña y España goza de buena salud y no necesita la violencia, esta es aplicada cada día contra los trabajadores y las clases populares con más marginación y sin esperanza en un futuro en todas partes de España donde la represión y el sistema judicial juegan un papel fundamental. La izquierda con su afán de tener un espacio en el parlamento ha dejado a los trabajadores abandonados, solo quedamos los anarcosindicalistas.

Si fracasamos nosotros vendrá el fascismo, somos los únicos que conseguimos pararlos.


Fuente →  aurorafundacion.org

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