El juicio de la historia a los generales fascistas, por Herbert Southworth

El juicio de la historia a los generales fascistas, por Herbert Southworth

La historia hará a los generales españoles cinco cargos principales:

1. Los desórdenes que afligieron a España desde el 16 de febrero al 17 de julio de 1936 no justificaron en modo alguno la guerra civil, con su exorbitante coste en vidas humanas y propiedades.

2. De la misma forma que la derecha española se equivocó en sus juicios sobre el pueblo en las elecciones de febrero, los generales erraron en los suyos con respecto al temperamento de aquél al planear y llevar a cabo su sublevación. Esos preparativos fueron imperfectos y no previeron las consecuencias del fracaso del pronunciamiento.

3. Cuando el pronunciamiento fracasó, los generales pidieron inmediata ayuda a Hitler, Mussolini y Salazar, con el resultado consiguiente de provocar una guerra europea. Al no tener éxito la sublevación en la Península, el primer pensamiento de los generales fue recurrir a elementos totalmente ajenos a la vida política española, las guarniciones de África. En Navarra, una de las pocas regiones en las que el alzamiento suscitaba un verdadero entusiasmo, decía en julio el general Mola: «… el no poder pasar las tropas de África nos coloca en un trance muy difícil y delicado». Moscardó y Queipo contaban con los moros. Pero la «traición» de los marineros impedía al ejército de África el paso del Estrecho. Entonces los generales pidieron la ayuda de elementos extraños a la vida política española, los nazis y los fascistas, para facilitar la travesía del ejército de África. Ningún general pensó en recurrir al pueblo español.

4. Faltos de apoyo popular, los generales, sistemática y fríamente, asesinaron a todos los miembros de la oposición, para limpiar su retaguardia y eliminar el liberalismo de la vida española. Los generales, desde los primeros días de la guerra, estaban dispuestos a matar a media España para alcanzar la victoria. Iribarren cita las palabras de Mola del 31 de julio de 1936: «¿Parlamentar? ¡Jamás! Esta guerra tiene que terminar con el exterminio de los enemigos de España». Y cuando Jay Allen entrevistó a Franco en los primeros días de la guerra, este rechazó toda idea de compromiso y afirmó su determinación de fusilar a media España si fuera necesario.

5. Los generales crearon un gobierno totalitario en España como una base militar y política desde la cual organizar la marcha hacia el Imperio. La aventura imperialista fue abandonada. El represivo y anticuado gobierno totalitario fue, a pesar de ello, mantenido, causando un daño irremediable a la economía y a la industria de España, así como a su desarrollo político y a su vitalidad intelectual. Estas serán las acusaciones de que tendrán que responder Franco y sus colaboradores ante la historia.

Fuente: El mito de la cruzada de Franco, de Herbert Rutledge Southworth.


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