Chato Galante, la voz de la Memoria

 Chato nos dejó cuando tenía mucha lucha por delante, cuando todavía no tocaba, era la garantía de que ese faro iluminara a todas las personas silenciadas durante el franquismo, y también ahora

Chato Galante, la voz de la Memoria

La lucha y la memoria, ya prendiera en él desde muy joven, y tuvo un punto de inflexión cuando un amigo y compañero de universidad, Enrique Ruano, murió cuando estaba con tres policías de la Brigada Político Social de Franco. Hay comenzó su compromiso contra la dictadura.

De esta manera nace el Chato Galante activista, luchando por la libertad y por llegada de la democracia, que fuera robada con el golpe de estado de 1936. Después vino la “longa noite de pedra”, donde personas como el propio Chato fueron encarceladas y torturadas. En su caso sufrió crueles abusos y torturas de mano del sanguinario Antonio González Pacheco, conocido como Billy el Niño. Un sanguinario cobarde que nada tenía que ver con aquel vaquero del Oeste Americano. Un asesino que para vergüenza y burla de las personas de bien, fue condecorado por el estado en plena democracia.

Chato Galante estuvo cinco años en la prisión de Segovia, y después fue llevado a la Dirección General de Seguridad, donde sufrió todo lo que no está escrito. En 1976 fue puesto en libertad por motivo de una amnistía. Nunca dejó de luchar por el bien común, por la verdad de una memoria que siempre nos negaron. Luchó con colectivos de la memoria a lo largo de todo el estado, así como su gran aportación contra el franquismo y los crímenes que este cometió, en la Querella que se comenzó en Argentina.

Conocí a Chato Galante en una de las visitas a las Illas da Memoria, a la isla de San Simón. Aquel día al escucharlo hablar descubrí a una persona entregada para la causa de la memoria por la que llevamos tantos años luchando. Chato era parte de esa memoria viva, con mucha ilusión en sus palabras que entraban en nosotros, tanto en San Simón, como en Pontevedra, en otro acto. Pensé que el camino que estaba comenzando a andar en Argentina, con personas como Chato, podía tener un buen recorrido.

Coincidimos alguna vez más, siempre en estas batallas de la Memoria. Cuando supe de su muerte, fue como una descarga brutal en el cuerpo, los que seguimos en esta lucha de la Memoria, sentimos que perdíamos el tejado de la casa que se estaba construyendo. El corazón se llenó de nostalgias, de lágrimas, por un luchador que poco conocía, pero que era de los nuestros, un “bo e xeneroso”. Una persona que sobrevivió a los profundos golpes que el franquismo dejó en su cuerpo. Un faro que alumbra en los colectivos de la memoria con voz propia, esa luz que prendio en Argentina, que como un faro ya ilumina todo el Atlántico, hasta llegar a la península, esa que César Calvar dijo que era “Tierra de conejos”.

Las redes sociales, periódicos, revistas, hirvieron con historias, palabras, poesías, que llegaban de todas partes, para recordar a Chato Galante, un luchador que sobreviviera a las torturas de un animal salvaje, el torturados oficial del estado, por lo que fue condecorado ante el asombro del mundo. Las personas que sufrieron las torturas, las humillaciones a las familias, eses que no tienen derechos ningunos, todo lo contrario, intentaron por todos los medios borrar a vivos y a muertos. Intentaron borrar la memoria para negar la verdad de los asesinatos, paseos, enterrados en cunetas, fondeados en el mar…

Chato nos dejó cuando tenía mucha lucha por delante, cuando todavía no tocaba, era la garantía de que ese faro iluminara a todas las personas silenciadas durante el franquismo, y también ahora. La Memoria es una palabra incómoda en este país, pero seguiremos el camino que Chato y otros comenzaron. Las personas que andamos en estas lides, somos como las piedras, vamos gastando los días y los cuerpos por esa causa tan noble como es la Justicia y la Reparación, vamos a seguir luchando a pesar de que los enemigos son muchos.

Chato Galante, una estaca que para siempre ya es parte de nuestra memoria, de nuestra lucha. Siempre con nosotros.

Chato Galante. Un año sin ti ¡Siempre contigo!
#ChatoGalanteMemoriaActiva
 

* Luís Chapela es un poeta de Moaña, ha publicado varios poemarios: Senderos, Sementeira de Orballo, Fendas, y el libro de relatos A calor da lareira. Es miembro de la Asociación da Memoría Histórica de Cangas 28 de Agosto y presidente de la Irmandande do Dolmen


Fuente → loquesomos.org

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