Por la ruptura con el régimen del 78
 

Por la ruptura con el régimen del 78
Antonio López
 


Hice el servicio militar en el primer reemplazo después de la muerte del dictador de 1975, siendo destinado en las Islas Canarias. El gobierno fascista de entonces sacó una ley porque los nuevos soldados hiciéramos la mili fuera de nuestra región militar, imagino que con la intención de dispersarnos ante la posible rebelión democrática, tal y como sucedió con la “Revolución de los Claveles” en Portugal.

Allí fui obligado a votar la reforma democrática que impulsaba el régimen, que era cambiar algo para qué nada cambiara. Los mandos militares nos vigilaban para ver que votábamos, el “Sí” era la consigna, mientras la oposición democrática propugnaba el boicot, puesto que no había garantías democráticas mínimas. Y para más inri, el principal partido con el que yo simpatizaba (PSUC/PCE) estaba ilegalizado. Incluso, aquellos mandos nos revisaban las taquillas para requisarnos revistas de cariz progresista como Triunfo o Interviu.

La situación en aquella época era complicada, el régimen se hundía, pero la oposición democrática no tenía bastante fuerza para tumbarlo, por lo cual se llegó al pacto que dio lugar a la conocida Transición y que desembocó en la Constitución de 1978. Y he aquí que ahora estamos pagando el resultado de aquel pacto: El Régimen del 78.

Estamos pagando por un pacto hacia una democracia tutelada en el que no hubo ningún tipo de depuración, ni al Ejército, ni a la Policía, ni a la Guardia Civil. Esto quedó patente con el intento de golpe de estado del 23F, y lo sigue quedando hoy en día con las cartas y los chats de Whatsapp de militares en la reserva o jubilados, pidiendo el fusilamiento de 26 millones de personas de izquierdas.

Pero se que todavía hay más: la protección incondicional de la corona a pesar de estar presuntamente mezclada con casos delictivos, la respuesta excesivamente violenta por los hechos del 1 de Octubre, la posterior condena desproporcionada a sus líderes, la entrada en el Congreso de la extrema derecha con 52 diputados, la cual se declara abiertamente admiradora del dictador y acusa al actual gobierno de izquierdas de ilegítimo y “Social-Comunista”, creando así un clima guerra civilista y golpista.

Todo ello me hace llegar a la inequívoca conclusión de que es fundamental una ruptura con el Régimen del 78, que dé paso a un nuevo Proceso Constituyente,
esta vez , libre del ruido de sables . Un proceso hacia una República que reconozca el derecho a la autodeterminación y que lleve a cabo la necesaria depuración democrática en las instituciones, fuerzas armadas y cuerpos de seguridad del estado.

Fuente → bloc.realitat.cat

banner distribuidora