La Transición: la crisis de la “historia oficial”

La Transición: la crisis de la “historia oficial”
Pepe Gutiérrez-Álvarez

No hay día sin que el historial de la Transición y por lo tanto, que la verdadera naturaleza de las conquistas democráticas en las Españas, no sean puesto en cuestión. Repaso los díarios sin tocar papel, y me encuentro la versión oficial por par parte del PSOE, el principal partido del régimen del 78 que ha hecho carrera en el entramado gubernamental. Se debate sobre las fechorías de Putin, y los diplomáticos al servicio de éste responden que aquí no pueden hablar muy fuerte. Para entender esto hay que mirar hacia los políticos catalanes en la cárcel o en el exilio en contraste con las tropelías absolutamente despreciables del que heredó la Corona de la mano de Franco, una coronación efectuada bajo aquello de “todo está atado y bien atado” que se puede traducir en que los principios fundamentales del antiguo régimen están atados bajo siete llaves. Su traducción social concreta es el deterioro de las conquistas democráticas y sociales; la respuesta del aparato del PSOE-PSC es que ello limitan el horizonte de lo que es posible. Más allá pende –que nadie lo olvide- la espada de Damocles

Pero hurgando un poco más nos encontramos con una nueva realidad: en las últimas décadas se ha venido dando una impresionante persistencia por parte de los familiares y gente de izquierda que no se resignó nunca, y que prosiguió su lucha contra el olvido a pesar de los partidos de la izquierda tradicional…Ahora tenemos que valorar muy altamente la enorme labor por “desenterrar” la historia por parte de una nueva hornada de historiadores que retomaron silenciosamente el camino de las investigaciones sobre el “gran terror” franquista ya iniciado en los sesenta-setenta,.. Estos, a pesar de que no salían en las fotos, encontraron una audiencia nueva, algo que se hizo tangible por citar un ejemplo, en trabajos documentales como los de Montse Armengou y Ricard Belis para TV3 con trabajos tan demoledores como “Els nens perduts del franquisme”…, luego convertido en libro, y principio de una línea de trabajo de campo que no ha cesado de crecer a pesar de los problemas que han tenido con los amos del país.

Y finalmente: nada de esto habría despegado el vuelo actual si no hubiera sido que, tras la penosa época del desencanto, surgió una nueva audiencia entre las nuevas generaciones que, por decirlo con palabras que escuché al director de la revista de historia “Sapiens”, “no habían firmado los pactos de la Transición”. Esta nueva generación de la que, ciertamente, formas parte, fue la que modificó el curso de la resistencia a través de medios alternativos como Internet…A esto abría que añadirle el cambio de época: hay un nuevo giro histórico a finales de los noventa, se acabó lo del “Estado del Bienestar”, un logro tardío en España que podía resultar amenazado por aquella “España nacional” que tan buenos servicios volvió a rendir en el 23-F y que forma el núcleo central de la base social del PP…

Me preguntas, ¿Por qué se ha manifestado a través el juez Garzón a pesar de los servicios que este ha hecho a las “razones de Estado” en Euzkadi? Mi respuesta es que, sí bien todo esto es totalmente cierto, no por ello el tal Garzón dejó der ser un juez molesto, para el PSOE con del GAL, para el PP con lo de Gürtel, y para ambos con lo de Pinochet, rompiendo unos pactos que se consideraban sagrados, esos pactos que nos llevan a la preguntarnos cosas como, ¿porqué Pinochet solamente?, ¿porqué no también Martin Villa y Fraga?. Como bien sabes, la amnistía a los verdugos que se coló con las exigencias de libertad para los presos que lucharon contra la dictadura se retomaba ahora por otra vía judicial: la que pasa por el carácter imprescriptible de los “crímenes contra la humanidad”.

Y también, porque todo hay que decirlo, porque la izquierda realmente existente había abandonado este campo de batalla por intereses propios, y elementales: cumplía su objetivo de salir de la dictadura de manera ordenada y sin tener que pagar el más mínimo peaje, así personajes como Serrano suñer se han dio al otro mundo sin tan siquiera pagara aquellas 25 pesetas de multa que el franquismo imponía por mear en la vía pública. Se trataba –decían- de “mirar hacia delante, y de mirar hacia atrás”, un programa que cualquier delincuente o criminal del mundo firmaría después de efectuar su fechoría. La puerta de uno y otro para esta salida era Europa: una Europa que en los setenta “se vendía” con una etiqueta “socialdemócrata” que ahora está siendo acorralada por los poderes financieros como los restos del “estatismo” culpable.

En esta historia, sin duda el papel más patético fue el PCE que había conseguido ser desde finales de los años cincuenta la espina dorsal, y que siguiendo las pautas jerárquicas heredadas de la tradición estaliniana, permanecía sometido a la estructura organizativa del “mando único” ante el cual cualquier discrepancia aparecía poco menos que como traición, y al frente de cual se sentaba, casi como un monarca, Santiago Carrillo rodeado de una corte de files, en algunos casos, animados por la buena fe y la ingenuidad de una base social entregada, perfectamente personificada por militantes de la talla moral d4e Gregorio López Raimundo quien, por cierto, también realizó su autocrítico. Gregorio pedía a sus camaradas que si no lo podía aceptar como dirigente, lo aceptaran como militante. Una militancia sin el factor básico de toda opción socialista: la del pensamiento crítico (y autocrítico)

Todo esto nos llevó a dejar de lado una historia sobre la que daba miedo mirar. Recuerdo haber leído que un siglo después de la represión jacobina en la Vendée, sus habitantes todavía tenían miedo, y me pregunto, ¿Qué no será en este país que fue ocupado a sangre y fuego por su propio ejército?.


Fuente → kaosenlared.net

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