La opacidad documental sobre el franquismo y el 23-F

La opacidad documental sobre el franquismo y el 23-F
Félix Población

Hoy se conmemora el cuadragésimo aniversario de lo que se ha dado en llamar fracaso o similar del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Sin embargo, el Congreso lleva siete años bloqueando la reforma de la Ley de Secretos Oficiales que permitiría investigar lo ocurrido en torno a este deplorable episodio -propio de un esperpento valleinclanesco- de nuestra reciente historia, copia del golpe de Pavía que acabó con la primera República en 1874.

La reforma de esa ley que data de 1968, con un posterior retoque en 1978, estaba prevista por parte del Gobierno antes de 2020 y, tal como van las cosas -con una extrema derecha marcando el principal partido de la oposición-, bien podría ocurrir que se desclasificasen antes los dos documentos que están en poder de la CIA sobre el 23-F, porque aquí la opacidad persiste, no existiendo ni siquiera un índice de los informes reservados ni una relación de los documentos existentes o perdidos, según leemos en InfoLibre.

Otorgar en estas circunstancias al rey padre el papel de salvador de la democracia (no creo que Felipe VI se refiera a ello con su progenitor huido a Abu Dabi) se presta más a la especulación, al ruido y hasta al recelo y la sospecha que a lo que se viene sosteniendo durante décadas, habida cuenta la estrecha relación de Juan Carlos I con los generales Armada y Milans del Bosch, sobre todo con el primero.

En cierta medida, y salvando las distancias, ocurre con la investigación sobre el 23-F lo que pasa con el franquismo, pues también el Estado sigue bloqueando el acceso a determinados archivos de la dictadura, según denunció un libro elaborado por las fundaciones Primero de Mayo y Largo Caballero, dependientes de los sindicatos CCOO y UGT respectivamente, y en el que intervinieron historiadores, experto y especialistas en legislación.

También el relator especial de las Naciones Unidos, Pablo de Greiff, advirtió hace años sobre las dificultades que encuentran los investigadores para acceder a los archivos relacionados con el periodo que va entre la guerra y la Transición. Las asociaciones de familiares de víctimas del franquismo son de la misma opinión. Quien fuera subdirector general de Archivos de la Comunidad de Madrid, Antonio González Quintana, señaló en su día que “el abuso en la clasificación de documentos por razones de seguridad o la limitación desproporcionada del acceso a la información por razón de la protección de datos personales no pueden ser, de ninguna manera, puertas abiertas a la ocultación de las violaciones de los derechos humanos, y menos aún a la impunidad de los responsables de los mismos”.

El que dos episodios nacionales de la naturaleza de los comentados, y que acabaron o intentaron acabar con el régimen constitucional vigente, no puedan ser investigados con la suficiente libertad de acceso a los lugares de documentación, transcurridos tantos años de uno y otro, debe obedecer también a esta democracia que tanto se ha venido a ensalzar últimamente ante quienes se han atrevido a hacer notar sus carencias y deficiencias.


La Casa Real no ha estado muy acertada al referirse a la conmemoración del 40º aniversario del 23 de febrero de 1981. Si se trata de conmemorar institucional y democráticamente esa fecha habría que haber especificado que se conmemora el fracaso del golpe de Estado, no la fecha por la fecha.
 

Fuente →  diariodelaire.com

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