Si no has visto el discurso del Borbón, no te pierdes nada

 

Si no has visto el discurso del Borbón, no te pierdes nada

Palabras vacías y referencias impostadas y artificiales carentes de emoción. El ciudadano Borbón viste un corsé llamado monarquía que le impide poder respirar el mismo aire que respiramos todos. Un discurso de quién vive dentro de una burbuja.

Un discurso en el que durante diez minutos nos da una charla motivacional con referencias a la Constitución y los espíritus de los lejanos y antiguos constituyentes. Felipe se pone en el papel de un coach barato y hace gala de una motivación más propia de libro de autoayuda que de un jefe del Estado. "Juntos podemos", "tenemos todo lo necesario: personas", "gracias a los sanitarios", "los jóvenes son futuro".... Si esto es todo lo que ofrece "el Preparao" se lo tiene que hacer mirar. Un mono de feria le prepararía un discurso mejor y le asesoría mejor para llevar "su reinado" al lado del pueblo español.

De entrar al barro y mojarse, nanai de la China. Sobre las fechorías de su padre, la manida frasecita de que todos somos iguales; pero solo el emérito ha huido del país y se ha encerrado en una cárcel de oro en un lujoso hotel. Tú y yo seguimos aquí, con nuestras dificultades cotidianas. De las tarjetas black de sus sobrinos, de las cuentas opacas, ni una mención concreta. Total oscuridad. Como diría Gandalf, oscuridad para asuntos oscuros. La diferencia es que a las instituciones se les exige transparencia y cumplimiento de la ley.

Según él mismo ha dicho, los valores éticos son su compromiso (BLA BLA BLA)... Los compromisos no se mencionan, se cumplen. La palabra dada de nada sirve si los actos la contradicen. ¿Qué puede saber de compromiso alguien al que todo se le ha dado, o que nunca ha firmado un contrato de trabajo, o que nunca se ha visto en la necesidad de realizar verdaderos sacrificios para la supervivencia de su familia?

Sobre los militares fascistas que salen de debajo de las piedras más palabras huecas, eso sí, a la Constitución le da más vueltas que una Termomix. No hace falta que nombre a Franco, ni a Hitler, ni siquiera al fascismo o al franquismo. Solo era necesario una condena pública: "condeno los comportamientos totalitarios que se han dado en las fuerzas armadas y que no caben en la sociedad democrática que representa a todos los españoles de todo origen, ideología y condición". Tan sencillo...

Pero no. Nada. No esperaba nada del ciudadano Borbón (y como yo muchas más personas) y satisfecho me ha dejado. Cada vez que hace un discurso sube el espíritu republicano; quienes pensamos y trabajamos para un futuro republicano estamos poco a poco de enhorabuena. Lo dicho... Si no has visto el discurso, no te pierdes nada.


Fuente → laultimahora.es 

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