Aburrimiento, un aburrimiento infinito. Los políticos y opinadores siguen con la cantinela en defensa del Monarca. Cinco estampas ilustran la trayectoria dinástica de la Casa Real de forma ejemplar:
Primera estampa: a comienzos del siglo XVIII los borbones inician su reinado en España con Felipe V que estaba algo desequilibrado y según cuentan viajaba por los pueblos de Andalucía durmiendo de día levantándose de noche. Tenía una conducta sexual compulsiva. Fernando VI murió loco. Carlos III según cuenta los historiadores, era algo papanatas. Nadie puede pensar que con esta caterva el siglo del despotismo ilustrado (el inicio del reinado de los Borbones) fuera algo diferente a una absoluta decadencia.
A comienzos del siglo XIX, antes de la invasión francesa, se confirma el desastre que fue el siglo de las luces español por la vía de los hechos: “no teníamos naves, ni ejército, ni existencia política, en una palabra, no había Patria”. La frase figura en el volumen de historia de la guerra de España contra Napoleón Bonaparte.
Segunda estampa: “Juro por Dios y sobre los Santos Evangelios, cumplir y hacer cumplir las Leyes Fundamentales del Reino y guardar lealtad a los principios que informan el Movimiento Nacional”. Así juró Don Juan Carlos de Borbón el 22 de noviembre de 1975 su proclamación como Rey de España ante unas Cortes preconstitucionales. En apenas una hora se había resuelto el dilema de la sucesión. Aquellos señores con chaqué y corbata, que habían entrado franquistas y ahora salían juancarlistas, o lo que es lo mismo, aquellos que habían entrado fascistas salieron monárquicos.
Cinco días después, el 27 de noviembre de 1975, tuvo lugar en la madrileña Iglesia de Los Jerónimos la ceremonia de «unción» o coronación, con una «Misa del Espíritu Santo» oficiada por el cardenal Tarancón. El rey y la reina salieron del templo bajo palio.
Tercera estampa: Adolfo Suárez de espaldas y el Rey con gesto cariñoso le pasa el brazo por el hombro. Suarez, algo encogido por la enfermedad de alzheimer. La imagen quedará como el icono definitivo de una época, para inmortalizar la definitiva consagración de un pasado y del principal superviviente, el que conservó el poder, el Rey. Esta imagen viene precedida de Suárez y su desapego manifiesto del Monarca, debido, con toda probabilidad, a las presiones que sufrió para que dimitiera. En definitiva, solía decir Adolfo a sus íntimos, él había ganado su cargo a pulso y con las urnas, mientras que a Su Majestad se lo habían regalado.
Cuarta estampa: El nuevo Rey Felipe VI es proclamado el 18 de junio 2014 ante las Cortes Generales a las que concurre vestido de Capitán General de los Ejércitos. Utilizando tal vestimenta en una ceremonia civil ante los representantes de los ciudadanos hace patente una grave distinción entre civiles y militares. El 2 de junio de 2014 su padre, el Rey Juan Carlos, anuncia que abdicaba en su persona representando por tanto la legitimación de la sucesión en la Corona Española. En el escrito de abdicación de Su Majestad se puede leer: “Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón”.
Quinta Estampa: Fiscales de Suiza y España investigan al rey emérito Juan Carlos I. Vivió los primeros 10 años de su vida lejos de España y todo indica que pasará los últimos también fuera del país que reinó durante casi 40 años.
Fuente → diario16.com
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