Transcripción de la noticia que apareció en el diario Levante-EMV pocos días después del asesinato de Davide:
«Davide, tú serás el próximo», advertían varias pintadas tras la muerte de Guillem
El joven asesinado en el Kasal Popular de Valencia el pasado día 4 era amigo de Guillem Agulló, y tanto él como su familia estaban amenazados de muerte por las organizaciones nazis y de extrema derecha.
Vicent Montagud, Valencia.
Era el objetivo número uno de los nazis en Valencia desde que fue
asesinado en Montanejos (Castellón) su amigo Guillem Agulló. Se trata de
Davide, okupa omnipresente, uno de los personajes más conocidos en
determinados círculos de la ciudad, que siempre estaba donde se reunían
los antifascistas militantes. Tanto él como su familia estaban
amenazados de muerte y, paradójicamente, perdió la vida el pasado día 4 a
manos de un borracho que en principio no parece relacionado con las
organizaciones ultraderechistas. El caso, sin embargo, sigue abierto y
en fase de investigación. «Davide, tú serás el próximo". Esta pintada,
que iba firmada por los neonazis de Acción Radical, ensució varias
paredes de Valencia tras el asesinato de Agulló. Era una amenaza más.
Davide había acostumbrado a ellas. Desde que llegó a Valencia, hace
cuatro años, estaba en el punto de mira de las organizaciones de este
signo. No lideraba ni era cabecilla de ninguno de los colectivos en el
que militaba. Pero era un joven carismático, lo cual le llevó, por
ejemplo, a aparecer en el fanzine Bandera Negra junto a un pie de foto
repleto de insultos y descalificaciones.
Cuatro años en Valencia
Davide nació en Galicia hace 24 años. Cuando aún era un niño se
trasladó con sus padres a Castellón. En esta ciudad estudió los primeros
cursos de EGB hasta que su familia, como tantas otras, emigró a
Alemania. Allí siguió estudiando y, al mismo tiempo, entró en contacto
con movimientos anarquistas y libertarios. Dicen que llegó a Valencia
para pasar una noche en 1989. Pero conocer los ocupas del Kasal Popular y
se quedó. Era uno de los miembros fundadores de la Asamblea
Antifascista. También formó parte de la Asamblea antirepresión. Davide
identificaba con el movimiento skinhead y, más concretamente, con los
antirracistas y antifascistas reunidos bajo las siglas del Sharp.
Tampoco era un bribón. Creía en sus ideales. Por eso estaba allí donde
creía ver una causa justa y, en ocasiones, se vela envuelto en peleas.
Hace dos años, por ejemplo, trabajó de recolector y recibió una buena
paliza para defender a unos inmigrantes magrebíes que estaban siendo
discriminados por sus compañeros. Este talante y sus conocimientos del
idioma alemán lo llevaron a la muerte. Ocurrió el pasado día 4. En el
Kasal Popular estaban celebrando unas jornadas antimilitaristas cuando,
de repente, acudieron tres alborotadores -un suizo y dos austríacs- que
no habían sido invitados al acto. Davide, el único que podía entenderse
con ellos, los invitó a salir y recibió una puñalada precisa que le
atravesó el pulmón. Murió poco después en el Hospital Clínico. El
cadáver de Davide permaneció cinco días en el Instituto Anatómico
Forense de Valencia hasta que, el pasado miércoles, su familia logró
reunir el medio millón de pesetas que, aproximadamente, hacía falta para
llevarse el ataúd hasta Galicia. Los ocupas han colaborado a sufragar
este gasto. Ayer mismo celebraron un concierto en honor de su compañero
fallecido, que, además, sirvió para recoger dinero. Actuaron tres grupos
de rock y ska en el Kasal Popular. Pero el auténtico homenaje a Davide,
lo ocupa omnipresente, tendrá lugar el próximo sábado. Un grupo de
gaiteros le dará el último adiós. lo ocupa omnipresente, tendrá lugar el
próximo sábado. Un grupo de gaiteros le dará el último adiós. lo ocupa
omnipresente, tendrá lugar el próximo sábado. Un grupo de gaiteros le
dará el último adiós.
Señalado por «Las Provincias»
Davide acudió el pasado 28 de abril a la manifestación convocada ante
la Audiencia de Valencia para protestar contra las agresiones
fascistas. Allí se estaba celebrando el juicio contra el neonazi Rafael
Pardo PARRIZAS, que siete meses antes había propinado una brutal paliza a
un joven que se negó a realizar el saludo hitleriano. El ocupa ahora
asesinado llevaba el rostro medio semicubierto para no ser identificado
y, sólo de esta manera, accedió a hablar con los medios de comunicación.
Al día siguiente se publicaron dos fotografías suyas en Las Provincias.
En una aparecía con la cara tapada, y en la otra, totalmente
reconocible. La información calificaba a este joven como «un activo
agresor» que, según su versión, había golpeado a un conductor cuatro
días antes en el transcurso de una protesta estudiantil. Davide, sin
embargo, nunca fue detenido o denunciado por este motivo. Terroso
PARRIZAS fue condenado a dos años de prisión.
No hay comentarios
Publicar un comentario