Sin antifascismo no hay democracia

“Si se hubiera querido ya se hubieran investigado y condenado los crímenes del franquismo. Se ha utilizado la Ley de Amnistía como una excusa”

"Sin antifascismo no hay democracia"Mauricio Valiente:
Gema Delgado

La ONU declara que el conocimiento de la verdad es un derecho inalienable de los pueblos y obliga a los Estados a investigar las violaciones de Derechos Humanos. El gobierno de coalición del que forma parte Unidas Podemos hará todo lo posible para que así sea. Llega tarde, porque hasta ahora todos los gobiernos habían eludido esa responsabilidad, pero llega...o más bien está de camino. La Ley de Memoria Democrática inicia su tramitación parlamentaria en un debate que promete ser encarnizado porque la derecha neofranquista, dedicada a blanquear el régimen de Franco, sacará todas sus armas para boicotearla. El anteproyecto aprobado por el gobierno, el pasado 15 de septiembre, obligará al Estado español a condenar de forma inequívoca y explícita el golpe de Estado de 1936 y la dictadura franquista, creará una Fiscalía especial para investigar los crímenes del franquismo y se involucrará en la exhumación de las víctimas.

También se ocupará de que la historia robada entre en el currículo escolar para que los jóvenes sepan que en su país no hubo un enfrentamiento entre dos bandos, sino que de un lado hubo unos militares golpistas que, apoyados por Hitler y Mussolini, atentaron contra una democracia republicana y soberana. Que los golpistas asesinaron, encarcelaron, violando y desaparecieron a cientos de miles de demócratas defensores de la República y que bombardearon por tierra mal y aire a la población civil de huía de la masacre fascista por la carretera de Málaga a Almería, por ejemplo. Que sepan que hubo quienes se enriquecieron del trabajo esclavo de los presos políticos republicanos y de los bienes que les expropiaron. Mauricio Valiente, abogado especializado en Derechos Humanos, responsable de Memoria Democrática del PCE y coordinador parlamentario de IU en el Congreso de los Diputados, nos ayuda a analizar aquí los avances, insuficiencias y retos que supone este anteproyecto de Ley que sustituye a la Ley de Memoria Histórica de 2007.

MUNDO OBRERO: Por fin se condenará explícitamente el Golpe de Estado y la dictadura franquista. ¿Ayudará a que se garantice el cumplimiento de la ley en todas las administraciones públicas e instituciones privadas, incluida la Iglesia?
 
MAURICIO VALIENTE: Sí. La condena del golpe de Estado contra el orden constitucional republicano y a la dictadura franquista es la propuesta que ha defendido siempre IU y el actual grupo parlamentario de UP y las distintas organizaciones que lo componen. No es una cuestión retórica. Tiene que ser el eje político y jurídico del conjunto de las actuaciones públicas de Memoria Democrática porque, como hemos reiterado en muchas ocasiones, sin antifascismo no hay democracia. Tenemos que dejar de ser la excepción europea. Personajes públicos como Winston Churchill o De Gaulle eran hombres de derechas pero tenían un discurso claramente antifascista y así actuaron en la posguerra mundial europea. Y España debería dejar de ser una excepción.

“La condena al golpe de Estado y a la dictadura tiene que ser el eje político y jurídico de la Ley de Memoria”
 
La Iglesia y las instituciones privadas son responsables de las decisiones que adopten. Ahora bien, la apología a un régimen criminal que fue el equivalente a la Alemania nazi o a la Italia mussoliniana, no está permitida en ninguno de estos países. Ni lo tiene que estar en el nuestro. La ley es un paso adelante para que se eliminen y se persigan este tipo de actitudes.

MEMORIA HISTÓRICA VERSUS MEMORIA DEMOCRÁTICA

M.O.: Esta ley sustituye y supera en calado a la Ley de Memoria Histórica que elaboró el PSOE en 2007. ¿Cuáles son las principales diferencias entre ambas leyes?
 
M.V.: En primer lugar, la condena al franquismo. Desde UP queremos insistir en que esta condena no existía de forma expresa. En segundo lugar, la asunción de la responsabilidad del Estado, que era algo que veníamos reivindicando y que se venía exigiendo como un principio básico desde organismos internacionales como Naciones Unidas. En especial, con todo lo que tiene que ver con las exhumaciones de las víctimas del franquismo. Constituye una vergüenza que, a estas alturas de la historia, nos lo tengan que recordar los relatores de desapariciones forzadas de la ONU.

También es fundamental que se contemple un régimen sancionador y que se ponga en marcha una Fiscalía especial para los delitos de los crímenes del franquismo. No basta simplemente con condenas, con declaraciones y medidas que se recojan en las leyes. Hace falta también todo un sistema que garantice que todos esos principios se lleven a la práctica. Por eso el régimen de sanciones y la Fiscalía son elementos muy importantes.

También hay un aspecto que en la Ley del 2007 no se abordó y que fue objeto de un fuerte debate en el que el PCE y las organizaciones de memoria insistimos mucho: la nulidad de las sentencias injustas del franquismo. Decir sólo que son ilegítimas es algo que casi se da por hecho. Obviamente fueron grandes injusticias, pero en una democracia se requiere un paso más: que dejen de tener validez esas sentencias contra quienes lucharon por la democracia, las libertades y la justicia social en nuestro país. Es un gran elemento que diferencia el actual proyecto de ley del anterior ley de memoria histórica, aunque que habrá que precisarlo bien en el trámite de alegaciones y reforzarlo en el debate parlamentario para que cumpla plenamente su función.

M.O.: El cambio de nombre ya marca una diferencia entre la Ley de la Memoria Democrática en trámite, y Ley de la Memoria Histórica de Zapatero. ¿Qué se quiere subrayar con ese adjetivo?
 
M.V.: Sí. Es una de las propuestas que formulamos desde Izquierda Unida y Unidas Podemos. Ese cambio sirve para reforzar la idea de que las políticas de memoria democrática no son simplemente un ejercicio de mirar al pasado, sino que tienen una importancia y una relevancia política en el presente, que tienen que ver con la construcción de una identidad colectiva. Y esta identidad colectiva no puede basarse en los mismos principios de la dictadura franquista sino en las luchas por la justicia, las libertades y la democracia, que son las luchas de los movimientos sociales y que son las que tienen que dar sentido a la identidad colectiva que tenemos que construir en el país que queremos.

UNA OPORTUNIDAD PARA LLEGAR MÁS LEJOS

M.O.: ¿Cómo ha influido en el articulado de este anteproyecto el hecho de que Unidas Podemos esté en el gobierno?
 
M.V.: Esta ley fue una reivindicación y un compromiso que se recogió en el acuerdo de legislatura con la determinación de que tendría un carácter prioritario. Nos hubiera gustado haber tenido una mayor participación en su elaboración, pero constatamos que el proyecto de ley ha recogido contenidos significativos que el PCE, IU y Unidas Podemos hemos trabajado con buena parte del movimiento memorialista del Estado español. No todos, porque creemos que hay cosas que pueden mejorarse y ampliarse en la redacción del texto definitivo que se apruebe formalmente como ley.

“Se ha intentado identificar la memoria como una mirada al pasado. Es el momento de vincularla al presente, a la luchas sociales de hoy”

M.O.: Como responsable de Memoria Democrática de la Secretaría del PCE, ¿Cómo valora esta ley?
 
M.V.: En primer lugar diría que nos da la razón a quienes consideramos que la ley anterior, la del 2007, no era suficiente, que no era adecuada y que erraba en alguno de sus planteamientos. Aunque suponga un avance, tenemos que ser muy propositivos y muy exigentes en todo el proceso de su aprobación, para aprovechar esta oportunidad de abordar y mejorar en el texto definitivo de la ley muchos aspectos que hemos planteado durante todos estos años

DEBATE, DIFICULTADES Y TRÁMITE PARLAMENTARIO


M.O.: Aún queda un largo camino hasta que este anteproyecto se convierta en Ley. Todo augura a que va a ser muy complicado con la pervivencia del franquismo en las instituciones. ¿Cuál va a ser el proceso y qué dificultades puede encontrar en el trayecto? 
 
M.V.: Será un proceso largo y con dificultades pero saldrá adelante. Va a ser muy importante para el futuro de las políticas de Memoria Democrática en este país.

En estas semanas tiene que abrirse un nuevo proceso de consulta pública, que creemos muy necesario, para que asociaciones y colectivos puedan plantear todas las reivindicaciones que no han sido recogidas y que puedan tenerse en consideración.

Una vez que el Consejo de Ministros vuelva a aprobar de nuevo el proyecto de ley, comenzará su tramitación en el Congreso con la apertura del debate parlamentario. Vamos a tener una oposición política muy dura porque tenemos una derecha neofranquista con un discurso muy violento que pretende blanquear la dictadura. Va a ser un debate muy importante y necesario. Estoy seguro de que va a ser un gran éxito para todo el movimiento memorialista y que todas las dificultades se van a superar con la firmeza de todos los grupos parlamentarios democráticos y de izquierda, con la capacidad de escuchar al movimiento memorialista y también por la convicción de que es necesario dar un paso adelante en esta materia. Y es el momento de hacerlo, no lo podemos demorar más tiempo.

M.O.: ¿Cuál es el papel de acompañamiento que debe jugar la sociedad en estos momentos en los que el fascismo sin pudor reivindica la historiografía de los golpistas?
 
M.V.: Espero que se consolide lo que ya es una realidad, una participación activa del movimiento memorialista con sus propuestas y sus argumentos. Va a ser muy relevante en la tramitación de este proyecto de ley. Además, hay que cumplir con un papel que va mas allá y que es llevar la memoria al conjunto de las luchas por los avances sociales que tenemos que abordar en este periodo histórico, con este gobierno.

Ante la ofensiva de la derecha y la extrema derecha es importante recordar que en este país los avances en derechos y libertades se han conseguido gracias a las grandes movilizaciones y al papel coordinado de la izquierda y del movimiento obrero. Y creo que si la memoria no se limita al ámbito del memorialismo y las asociaciones que la trabajan, sino que forma parte, también, como instrumento para la reivindicación de la Sanidad, de la lucha por las pensiones, por la Educación... estaremos rompiendo ese aislamiento y esa pretensión que se ha intentado hacer para identificar la memoria como una mirada al pasado. Lo convertiremos en lo que queremos convertir la memoria democrática: en un instrumento de identidad colectiva que impulse las luchas colectivas y que nos permita identificarnos como un país que tiene un proyecto para mejorar las condiciones de vida de todas las personas que lo habitan.

FISCALÍA DE MEMORIA DEMOCRÁTICA Y LEY DE AMNISTÍA

M.O.: El trabajo de la Fiscalía Especial de Memoria Democrática y Derechos Humanos que se va a crear, ¿correrá el peligro de volver a chocar contra el muro de contención de la Ley de Amnistía que permitió la impunidad de los autores de torturas y crímenes de lesa humanidad durante cuatro décadas?
 
M.V.: Nosotros siempre hemos defendido que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles e inamnistiables. Esto quiere decir que si se hubiera querido ya se hubieran podido investigar y condenar los crímenes del franquismo. Se ha utilizado la Ley de Amnistía como una excusa porque con el Derecho Internacional se podría haber superado perfectamente esta argumentación demagógica de la Ley de Amnistía.

En todo caso, la derogación de los epígrafes con los que se ha justificado la inacción por parte de los tribunales y del Estado español durante este tiempo tienen que ser abordados con propuestas y enmiendas que, desde Unidas Podemos, vamos a defender en todo el proceso del debate de la ley.

Para acabar con la impunidad va a ser muy importante esta Fiscalía y el resto de previsiones que se incluyen en esta ley, pero también va a ser muy importante una voluntad política de superar los obstáculos. En conjunto, creo que nos va a permitir un avance importante en la lucha contra la impunidad de los crímenes del franquismo.

M.O.: La reivindicación de lucha por la verdad, justicia y reparación nunca ha cesado, aunque haya tenido que darse al amparo de la justicia Internacional. ¿Qué papel desempeña la Justicia Internacional en estos casos? ¿Y que ha supuesto la Querella argentina?
 
M.V.: Tenemos que reconocer la importancia del movimiento internacional por la justicia y contra la impunidad. Si el trabajo que se hizo en el Estado español para enjuiciar a los criminales de las dictaduras latinoamericanas fue esencial, ese impulso también evidenciaba la incongruencia que suponía que España siguiera sin llevar a nuestros tribunales este tipo de delitos. Esa relación y ese doble impulso ha sido muy relevante. Hay que agradecer a la jueza Servini, en Argentina, el valor que ha tenido para trabajar durante estos años en la lucha contra la impunidad; y a plataformas como CeAQUA que ha articulado todo el apoyo a esta querella en la exigencia de una justicia que ha tardado y sigue tardando mucho en llegar, y que es fundamental para la democracia y el futuro de nuestro país.

RECUPERAR LA HISTORIA ROBADA


M.O.: La presentación del anteproyecto ha coincidido con los dos premios Emmy otorgados a “El silencio de los otros,” sobre las víctimas del franquismo: galardón al mejor documental y al mejor documental político. Ya ganó un Goya en 2018 y otra premio en la Belinale en 2019. Hay ganas por conocer la verdad de lo que fueron los crímenes silenciados del franquismo.
 
M.V.: Los medios de comunicación han jugado un papel fundamental en la sensibilización y en la difusión de la realidad que se vivió en nuestro país durante el golpe de Estado y la dictadura franquista. La película documental El Silencio de los Otros es una de las que de forma más clara han trabajado en esta dirección. Lamentablemente no siempre ha sido así y también hay medios sensacionalistas que están dando coba al discurso neofranquisata y ultraderechista. En este sentido es muy importante recoger las buenas prácticas e insistir en la importancia de una comunicación respetuosa con el pasado, con las víctimas, con el sufrimiento que vivimos en este país, y que contribuya a que socialmente se conozca la realidad de lo que fue el franquismo y el fascismo en Europa. Y la importancia de tenerlo siempre presente para evitar su repetición.

M.O.: Parte del impulso de reivindicación de la historia robada viene de la mano de los nietos y nietas de los asesinados y represaliados. La educación es precisamente una herramienta esencial para que la juventud conozca la historia silenciada de este país desde las escuelas e institutos. ¿Cuándo veremos incorporada esa historia robada en el currículo escolar? 
 
M.V.: Hay una oportunidad magnifica en este momento para avanzar en esa dirección. No solo por la redacción de la Ley de la Memoria sino porque se está debatiendo la LOMLOE, una nueva Ley de Educación, y es importante que este debate también esté presente ahí.

También hace falta que se acompañe de una voluntad política, tanto del Ministerio de Educación como de las Consejerías de Educación a todos los niveles, para que forme parte del contenido de lo que se enseña y se aprende en los colegios. No es por un afán de sentar una visión unilateral de lo que ocurrió sino porque lamentablemente es nuestra historia más reciente. Y no explicar lo que supuso el franquismo y sus crímenes, que no lo sepan los jóvenes, sería de una ignorancia inexcusable desde todo punto de vista. Tiene que ser algo que forma parte de la cultura y de la identidad del país que tenemos que construir entre todos.

M.O.: Ladran, luego cabalgamos. Hay algo alentador cuando la derecha declara que la batalla cultural ha empezado. ¿Ha llegado el momento de la gran batalla para desmontar la verdad oficial impuesta por los vencedores del golpe de Estado?
 
M.V.: El momento fue siempre. Es importante todo el trabajo que se hizo desde el exilio, desde la resistencia a la dictadura. Es una memoria que está ahí, que permanece, y lo que hay que hacer es vincularla con nuestro momento actual. Vamos a presenciar una batalla dura porque hay un neoconservadurismo a nivel mundial que está poniendo en cuestión el antifascismo. Pero todo obstáculo también ofrece una oportunidad que es la de rearmarnos ideológicamente y ser capaces de actualizar las luchas por la memoria para un proyecto del siglo XXI.

Durante 2021 celebraremos el centenario del PCE. Va a ser una oportunidad de ligar las actividades del centenario con la lucha por la memoria democrática y nuestro proyecto de
 reconstrucción del país. Y, sobre todo, recordar que lo que somos, lo que hemos sido capaces de conquistar, es el resultado de la movilización social. Mirar para atrás para proyectarnos hacia adelante con más fuerza y con la capacidad de saber que queda mucho por conquistar.

ENRIQUECIMIENTO SANGRIENTO

M.O.: Un tema del que muchos no querrán oír hablar es el de la incautación de bienes y multas a las personas que defendieron la legalidad de la República. Hubo empresas y familias que hicieron grandes fortunas
 
M.V.: Es muy importante que se conozca la verdad. El anteproyecto de ley habla de lo que fue el trabajo esclavo en el franquismo como una realidad que ha sido muy ignorada. Habla del derecho a la verdad y del derecho a reconocer este tipo de situaciones. Es un aspecto fundamental para que se sepa que no sólo hubo víctimas sino también hubo quienes se beneficiaron de la dictadura. En la reacción que estamos viendo estos días por parte de la derecha también está algo de esta realidad. Evidentemente que quienes se beneficiaron y enriquecieron no quieren que bajo ningún concepto se conozca la verdad y que se revise esa historia. Prefieren, como nos dicen de forma demagógica, que no se reabran heridas. El problema no es que se reabran heridas es que nunca se cerraron y quienes se beneficiaron de las heridas de los otros han aprovechado esa situación de privilegio para consolidar su enriquecimiento.

“Es muy importante que institucionalmente se exija que la Iglesia asuma su responsabilidad durante el franquismo”
 
Por eso hay que vincular la memoria democrática con las luchas por la justicia. El franquismo no sólo fue un régimen represivo sino un régimen que benefició a una minoría privilegiada y que convirtió a España en un país subdesarrollado en cuanto a su sistema de protección social; si lo comparamos con Francia u otros países europeos enseguida nos damos cuenta de qué carencias tiene nuestro país. Y eso es responsabilidad de una dictadura que privilegió los intereses de los ricos frente a la mayoría social trabajadora.

M.O.: La Iglesia no fue mero espectador del conflicto: bendijo el golpe de Estado, delató a republicanos, participó en consejos de guerra, entregó dinero y bienes para apoyar a Franco… Tiene un buen expediente franquista a sus espaldas
 
M.V.: El nacionalcatolicismo fue una ideología que está estrechamente vinculada con la dictadura y tiene una responsabilidad directa. El proyecto de ley plantea la necesidad de eliminar los vestigios del franquismo, sin ningún tipo de excusa, y el emplazamiento a que actores privados, en este caso también la iglesia católica, asuman su parte de responsabilidad. Más allá de estos contenidos es muy importante que institucionalmente se exija que la Iglesia asuma su responsabilidad durante el franquismo, pida perdón y no sólo eso, sino que repare el daño que hizo al sumarse a esta estrategia represiva de la dictadura. 
 

Fuente → mundoobrero.es

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