El director de los Mossos ya atribuía a primera hora del sábado a «grupúsculos de extrema derecha» los disturbios “muy violentos” que han estado produciendo en diversas puntos de toda España durante el «puente de los difuntos». Pere Ferrer ya tenia indicios con anterioridad de posibles acciones violentas coordinados con otras ciudades españolas y también de Italia.
Comenzado el largo finde semana, la más multitudinaria y agresiva de la concentraciones en Catalunya terminó con 12 detenidos y 20 policías heridos leves, se produjo en una concentración en la plaza de Sant Jaume, en Barcelona, donde se ha quemado mobiliario urbano y han lanzado bengalas y vallas a los Mossos.
El director de los Mossos atribuía el domingo a «grupúsculos» de extrema derecha los disturbios “muy violentos” de las últimas noches, y sospechaba de una coordinación con otras ciudades españolas y también de Italia. En declaraciones a RAC1, Pere Ferrer ha explicado que se trata de grupos «con el perfil de extrema derecha» y en los próximos días analizarán más lo ocurrido y a sus instigadores a partir de las identificaciones y del trabajo policial. «Además -ha añadido- en Barcelona hemos visto grupos de extrema derecha muy violentos, organizados, habrá que investigar para evitar que esto se repita», señaló.
Unas horas después, se confirmaba la coordinación de los grupos de extrema derecha en los diferentes actos de protesta negacionista por toda España. En Logroño, fue el responsable nacional de las juventudes del partido neonazi Democracia Nacional quien anunciaba concentraciones en Barcelona, Valencia, Logroño y Zaragoza y pedía «máxima difusión».
Una estrategia estudiada
Las pruebas son muchas, sin embargo, Santiago Abascal, líder de la extrema derecha en España, ha culpado «a la extrema izquierda» y a menores extranjeros tuteados por el Estado español (» los menas») de los actos de violencia, y se ha mostrado muy comprensivo con las protestas que se han producido en contra de las medidas restrictivas.
A través de sus redes sociales, Abascal ha pedido a la Policía que proteja «el derecho de manifestación». Asimismo, pide que se «identifique y detenga a la extrema izquierda, los menas e infiltrados que están provocando disturbios y saqueos». Todo indica que los «infiltrados» responsables de actos violentos en las concentraciones de protesta por el toque de queda provienen de la extrema derecha y organizaciones de perfil fascistas cercanas al entorno de Vox.
Abascal también ha justificado las manifestaciones, «»son producto de la indignación de los ciudadanos». Para el líder de la extrema derecha, «hay más motivos que nunca para protestar contra este gobierno que nos arruina», según ha publicado en las redes sociales alentando las acciones de protestas contras las medidas para frenar el letal coronavirus decretadas por Gobierno.
Por su parte, Ignacio Garriga, ha escrito en su cuenta: «Los llaman negacionistas. Son trabajadores en el paro, padres sin nómina para alimentar a sus hijos, autónomos que no tienen trabajo y que hoy han visto su cuota aumentada. Españoles corrientes de Barcelona, hasta las narices de ser encarcelados y condenados a la miseria».
Voz incendia los ánimos y pide mano dura contra quienes responden su llamada. Caos y desorden, el pasaporte de la extrema derecha para entrar donde no se les espera.
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