En recuerdo a la memoria y ejemplo de Marcelino Camacho

En recuerdo a la memoria y ejemplo de Marcelino Camacho

Se cumplen diez años desde que nos dejara Marcelino Camacho. Nos dejó Marcelino, pero no su ejemplo, ni el de la generación de luchadores por la causa obrera que él representa. La generación de intelectuales, obreros, mujeres y hombres que, como Marcelino, estuvieron dispuestos a jugarse la vida en defensa de los derechos de la clase trabajadora, por su emancipación, la construcción del socialismo y la conquista de la sociedad comunista.

Desde que con apenas 17 años se afiliara al Partido Comunista de España, Marcelino se jugó la vida innumerables veces por esta lucha. Tras el golpe de Estado militar de Franco, junto a otros ferroviarios cortó las vías del tren para impedir el avance franquista. Cruzó andando la sierra madrileña para unirse al bando republicano en el que luchó durante la Guerra Civil Española tras la que fue encarcelado. No tardó en fugarse, y después de unos meses en la clandestinidad fue detenido de nuevo por ir voluntario a defender la República y condenado a trabajos forzados en diferentes campos de concentración, para terminar finalmente en Tánger.

En 1944 se fugó de nuevo del campo y se marcha al exilio. Al pasar la frontera del entonces Marruecos francés, fue detenido por la policía francesa y conducido a Orán. Allí entre los exiliados que reclamaron y consiguieron su libertad estaba Josefina Samper, con la que se casaría el 22 de diciembre de 1948.

En 1957, tras ser indultado, regresó a España donde fue elegido representante de los obreros metalúrgicos, y dedicaría su actividad a la creación de las Comisiones Obreras, sindicato de clase clandestino infiltrado en los sindicatos verticales del régimen franquista, por lo que volvió a ser encarcelado en 1967, pasando nueve años en la cárcel de Carabanchel.

En 1973 volvió a ser detenido y juzgado en el famoso Proceso 1001, en el que la dictadura juzgó a los principales dirigentes de las Comisiones Obreras condenandolos a prisión por asociación ilícita.

Tras la muerte de Franco fue indultado junto al resto de los condenados del Proceso 1001. En 1976 las Comisiones Obreras fueron legalizadas y Marcelino fue elegido su secretario general. En 1977 fue elegido diputado por Madrid por el Partido Comunista, de cuyo Comité Central era miembro, y reelegido en las elecciones de 1979. Dimitió como diputado por desacuerdo con la legislación laboral que aprobó el Parlamento con el apoyo del PCE dirigido por Santiago Carrillo, pero continuó dirigiendo Comisiones Obreras hasta 1987, convocando en 1985 la primera huelga general contra el gobierno de Felipe Gonzalez.

Marcelino y su mujer Josefina recibieron multitud de homenajes en vida, llegando incluso a recibir la Medalla al Mérito Constitucional y los siguen recibiendo 10 años después de su muerte. Los reciben por parte de aquellas personas que hoy pretendemos seguir y extender su ejemplo. El ejemplo de una generación de mujeres y hombres que siendo muy jovenes no dudaron en jugarse la vida por defender la libertad, que sufrieron el exilio y la prisión por atreverse a organizar a la clase obrera en los momentos más difíciles y que prefirieron seguir luchando contra lo que consideraban injusto, renunciando a una vida más cómoda, para seguir organizando huelgas. El ejemplo de aquella generación de mujeres y hombres a los que ni domaron, ni doblaron, ni domesticaron.


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