Los ciclos de la monarquía: ¿estamos ante un nuevo principio y fin?

“Si ustedes reflexionan sobre lo que saben de Historia de España, desde comienzos del siglo XIX, ahora estamos en el quinto ciclo y todos empiezan igual, con una crisis de legitimidad”, reflexiona Javier Pérez Royo.

Los ciclos de la monarquía: ¿estamos ante un nuevo principio y fin? / Olivia Carballar:

«El motor de la historia constitucional de España es la crisis de legitimidad de la institución monárquica. La historia de España no es nada más que la historia de recurrentes crisis de legitimidad de la institución monárquica e intentos de recuperación de la legitimidad que fracasan siempre”, afirmó el catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo en un coloquio organizado por el Ateneo Republicano de Andalucía, en Sevilla, el pasado verano.

En una mesa compuesta, además, por la investigadora Pura Sánchez y vicepresidenta del Ateneo, y por el diputado de En Común Podem Gerardo Pisarello, la conclusión fue compartida: la monarquía está agotada o, al menos, la de esta etapa que estamos viviendo. Qué más prueba que la huida del rey emérito. A Arabia Saudí. “Si ustedes reflexionan sobre lo que saben de Historia de España, desde comienzos del siglo XIX, ahora estamos en el quinto ciclo y todos empiezan igual, con una crisis de legitimidad”, destacó Pérez Royo. Estos son los ciclos explicados por el catedrático durante la intervención.

La familia de Carlos IV, por Francisco de Goya.

I. LA ENTREGA DE LA CORONA EN BAYONA

El primer ciclo comienza en Bayona, con la cesión de la Corona de España de Carlos IV y Fernando VII al emperador Napoleón Bonaparte y la reacción del pueblo español. Estamos en 1808-1812. “Y ahí es donde aparece el principio de soberanía nacional, el principio propio de legitimidad del Estado español y que se produce como reacción a lo que fue la cesión de la corona”, explica el catedrático. Es decir, la corona no pertenece a la monarquía borbónica, pertenece al pueblo español. Por tanto, señala Pérez Royo, la transmisión a Napoleón es nula de pleno derecho: “Se hace mediante un convenio privado, que es como además se titula el tratado”. “Se aprueba la Constitución de Cádiz y comienza nuestra historia constitucional”.

Isabel II, de niña, por Carlos Luis de Ribera, Museo del Prado (en depósito en el Museo del Romanticismo). Óleo sobre lienzo.

II. DE FERNANDO VII A ISABEL II

En 1814 llega la restauración absolutista de Fernando VII, el deseado. Y llega, con la interrupción del trienio liberal, hasta la muerte del propio monarca sin ningún hijo varón. “Ahí tenemos la segunda crisis de legitimidad de la monarquía borbónica, que desemboca en las violentas guerras carlistas”, afirma Pérez Royo. “Llega Isabel II y se impone la monarquía moderada, que excluye prácticamente a los liberales de la posibilidad de ejercer el poder y que desarrolla un modelo de monarquía que dura hasta la Gloriosa, en el 68, cuando arranca una nueva crisis de legitimidad”. La reina se exilia y se aprueba la Constitución de 1869, que acaba desembocando en la I República.

III. Hasta la II República

“El 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos proclamó a Alfonso de Borbón, hijo de la reina exiliada Isabel II, como rey de España. Se abría, de este modo, un periodo histórico conocido como la Restauración, que fue la etapa política más estable del liberalismo español del siglo XIX, y cuyo artífice fue Antonio Cánovas del Castillo”. Así se puede leer en la página web del Congreso. La Constitución de 1876 vuelve a adoptar la soberanía del rey con las Cortes, verdadera “Constitución interna”, a juicio de Cánovas. Otro principio fundamental, no escrito, era el de la doble confianza, que exige en toda monarquía constitucional que el Gobierno cuente con la confianza tanto regia como parlamentaria.

Alfonso XII.

España, recuerda Pérez Royo, es el único país del mundo que restaura la monarquía después de la revolución de 1848. “Todos los países europeos, cuando acaban con la monarquía, le ponen fin de manera irreversible. Incluso las cláusulas de intangibilidad constitucional se inventan para hacer imposible el retorno de la monarquía. Se hizo en Francia, en Italia, en Portugal, en Alemania. En España, no. En España las restauraciones se hacen contra la democracia”, sostiene el catedrático. Efectivamente, fue un periodo estable, pero, como afirma Pérez Royo, durante las dos primeras décadas del siglo XX no se habla de otra cosa que de la reforma de la Constitución de 1876. Algo que viene ocurriendo también en esta etapa que estamos viviendo. Entonces no se reforma. “Y, al final, en el 31, una manifestación tan oblicua como fueron las elecciones municipales, hace que la monarquía salte por los aires. Sin que hubiera ningún asalto a la monarquía”.

IV. Franco y Juan Carlos I

“La última restauración la hace Franco y esa restauración de la monarquía borbónica exige una guerra civil y una violencia extrema, la mayor en nuestra historia”, añade el profesor. Y algo más que se ha venido repitiendo mucho en los últimos años: es esa monarquía borbónica la que organiza, tras la muerte del dictador, el proceso de transición con el principio monárquico. “Quien viene a legitimar esa monarquía es la figura de Juan Carlos, a quien lo han puesto todos estos años como eje central de la democracia. Es decir, nos han venido diciendo que teníamos democracia gracias a la monarquía y que debíamos a Juan Carlos la propia existencia de la monarquía. Bueno, pues eso es lo que se está viniendo abajo”.

“Por eso la Constitución no tiene capacidad de reforma, por la monarquía y por el corsé que supone el principio monárquico sobre el principio de legitimación democrática, que es el único que tiene capacidad de reforma. Y todo esto viene de que la sociedad española no ha hecho nunca un ajuste de cuentas con la monarquía”, añade. Es decir, lo que resume Pérez Royo es que estamos prisioneros de una forma política del pasado que nos impide expresarnos democráticamente y ejerce el poder constituyente de una manera genuina. “En España no se ha hecho otro ejercicio constituyente más que en 1931”, sostiene. En su relato, destaca que durante los 40 años de dictadura se va introduciendo la monarquía en pasos sucesivos. En 1947, se aprueba la Ley de sucesión en el jefe del Estado, “cuando puede verse en peligro la dictadura de Franco, vinculada a Hitler y Mussolini, donde se define España como un reino”. En 1958, se vuelve a definir España como monarquía. En la Ley Orgánica del Estado de 1967 ya se habla expresamente del príncipe heredero y que podrá ocupar la jefatura del Estado en caso de enfermedad de Franco, como ocurrió algunas semanas. “Franco restaura la monarquía borbónica y es la que organiza, tras la muerte del dictador, el proceso de Transición”.

Felipe VI y el rey emérito.

V. Del emérito a Felipe VI

Tal es la magnitud de los escándalos e investigaciones que salpican a Juan Carlos I, que este ya está fuera de España. ¿Cuándo va a acabar este ciclo? El debate sobre la inviolabilidad del rey y el posible referéndum sobre monarquía o república ya estaban encima de la mesa desde hace años en la sociedad. Pero es ahora cuando el asunto, impulsado primero por por la prensa internacional y la posterior huida del rey emérito, ha tomado un nuevo cariz. El fin del ciclo es imprevisible, dice Pérez Royo, que cita las críticas de Ortega y Gasset en 1913 para explicar que no fue hasta el 31, casi 20 años más tarde, cuando la monarquía “saltó por los aires con unas elecciones municipales”. “Pero cayó el muro de Berlín, cayó Fernando VII el deseado, cayó la casi deseada Isabel II…”, señala el catedrático. Y un liberal como Ortega –destacó en el mismo foro el diputado Gerardo Pisarello– escribió aquello de delenda est monarchia. “La primera restauración borbónica tuvo una salida en la dictadura de Primo de Rivera –recuerda Pisarello–. ¿Podría pasar algo así? Podría pasar. ¿Podrían pasar cosas peores? Si miro al otro lado del océano y veo Brasil, veo Bolivia, no lo descartaría. Parece imposible que pasaran esas cosas, y la regresión autoritaria que se ha producido es enorme. Y en el Congreso hay un sector importante de las derechas que quiere apropiarse de la figura del rey”.

Pérez Royo ve en este momento cierta similitud con la primera restauración: “El golpe de Primo de Rivera en el 23 se da cuando se inicia una investigación parlamentaria sobre el desastre de Annual, en la que se va a poner en cuestión la figura del rey, el expediente Picasso. Y ahora estamos también con una investigación parlamentaria [rechazada por PSOE, PP y Vox] sobre la conducta del rey emérito y la resistencia a que eso se produzca de cualquier manera”. Es rotundo: “La monarquía ha sido el problema más importante de la historia constitucional de España con mucha diferencia y lo sigue siendo”. El presidente del CIS, José Félix Tezanos, no considera, sin embargo, que suponga un problema para la ciudadanía.


Fuente → lamarea.com

banner distribuidora