
La cuestión del
futuro de la corona continúa a debate. En esta ocasión los líderes
republicanos del Estado, Père Aragones, Teresa Rodríguez, Ana Pontón y
Neus Truyol han compartido una charla telemática acerca del futuro de la
monarquía después de la huida de Juan Carlos I y el delito de injurias.
El coloquio tiene lugar después de que el Ministerio Fiscal archivase esta semana una denuncia de la Asociación Concordia Real Española contra Aragones, Rodríguez y Pontón por supuestas vejaciones a la
figura del monarca emérito. La Fiscalía entendió que las declaraciones
se encuentran dentro de lo que corresponde a la crítica propia de la
actividad política y por tanto se enmarcan dentro de la libertad de
expresión.
El coordinador de ERC ha reconocido que todos los participantes en el
coloquio así como las instituciones que representan se encuentran
actualmente "en el punto de mira de la monarquía corrupta" y que, en las
últimas semanas "denunciar la realidad, la inviolabilidad y la
impunidad de los negocios turbios de Juan Carlos de Borbón se ha
convertido en la diana de la extrema derecha".
Aragonès considera que el objetivo de la denuncia era "acabar con la
libertad de expresión" y especialmente con la de aquellas personas,
entidades y colectivos que tratan de explicar al mundo la realidad de
las actividades de una monarquía corrupta. Para ello, el líder de
Esquerra Republicana ve indispensable iniciar "un proceso emancipador de
los diferentes pueblos que conforman el Estado".
La impunidad de la monarquía es la del franquismo
Ana Pontón (BNG) comparte la necesidad de reconocer el derecho
de los diferentes pueblos a defender su futuro en libertad. Acerca de
la denuncia, Pontón ha reconocido su total sorpresa ante la apertura de
diligencias contra ella: "No hemos tenido conocimiento oficial, solo
filtraciones a través de los medios de comunicación". A pesar de ello,
la líder del BNG acalara que lo verdaderamente relevante no es que esta
se haya archivado, sino que "existe en España un régimen capaz de juzgar
a una persona por ejercer su derecho a criticar a una institución".
Para la coordinadora del Bloque Nacionalista Galego, es necesaria una
reflexión general y profunda acerca del futuro de la monarquía: "Es una
institución anacrónica y antidemocrática además de un residuo del
franquismo". Pontón considera que "la impunidad de la monarquía es la
impunidad del franquismo" y que, llegados al punto de corrupción
acumulada por parte de la familia real, "es un ataque al sistema
democrático".
Acerca de la huida de Juan Carlos I, Pontón la ha calificado de
"vergonzosa" y la considera un "intento de salvar a la monarquía
acordado con los partidos del Gobierno". En palabras de la líder
lucense, la institución monárquica tiene un auténtico interés por la
opacidad en lugar de por la transparencia, "hay que romper ese muro. Hay
muchos pozos negros y es hora de reconocer la plurinacionalidad de
España", explica. A pesar de todo, opina que se trata de una estrategia
fallida puesto que "cada vez somos más las personas que defendemos la
transparencia".
La urgente necesidad de despenalizar el debate
Igual de contundente se ha mostrado la líder de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez y ha querido dejar claro cuál es, a su juicio, el primer paso para avanzar en materia de derechos en el Estado: "Lo
inmediato que hay que pedir es la despenalización de la crítica hacia
la monarquía porque sin ello no podemos hablar del resto de cosas como
son la representación política, la jefatura de Estado o en el modelo de
gestión de lo común que queremos poner en marcha".
Rodríguez considera que la despenalización del delito de injurias a la corona es uno de los candados de la Transición
que aún no han sido resueltos: "La monarquía es el tapón del debate
acerca de cómo nos relacionamos los pueblos que formamos parte del
Estado". Para la líder gaditana, se trata de una cuestión básica y
democrática que sistemáticamente ha sido bloqueada por el PP y el PSOE.
Uno de los pasos que más preocupan a Teresa Rodríguez es la necesidad
de abrir este debate a plebiscito público, "es necesario un referéndum abierto
a toda la ciudadanía". Para ello, es necesario reducir la brecha que a
su juicio existe "entre la opinión pública y la publicada, es decir,
entre la imagen que se publica sobre la figura del monarca por los
medios de comunicación en España y la opinión que se escucha en la calle
y en los medios internacionales".
"La solución es la abdicación colectiva de toda la casa real"
Tejer vínculos de solidaridad para hacer frente a todas aquellas
amenazas a la libertad de expresión. Esa es la propuesta que ha lanzado Neus Truyol
después de los intentos de la extrema derecha por callar cualquier
crítica a la institución monárquica: "Consideramos que la libertad de
expresión es un derecho fundamental, lo vamos a seguir defendiendo y
reivindicando", ha explicado en su turno de palabra la mallorquina.
De la misma forma que sus compañeras, Truyol ha entendido que la denuncia no es gratuita:
"Las denuncias no son casualidad. Nuestras cuatro organizaciones
defienden los principios republicanos. Defendemos un modelo alternativo
de gran calado en el que la función de la monarquía y cada pueblo tiene
que defender su propio proceso constituyente en el que exponer cual es
el modelo que quiere".
Para Truyol, "ejercer las diferentes opiniones sobre esta institución
anacrónica es fundamental siempre pero especialmente ahora que se están
conociendo los evidentes casos de corrupción." La líder de Més per
Mallorca ha recordado que "ya hay un miembro de la Casa Real en prisión y
ya hubo una infanta que tuvo que huir de España. Tener una casa real
que tiene que salir del país sin dar ningún tipo de explicación es
síntoma de falta de calidad democrática y de que no tienen
respeto por la democracia". Para Truyol, llegados a este punto solo
existe una posible vía con la familia de Felipe VI: "La solución es la
abdicación colectiva de toda la casa real".
Pere Aragonès ha cerrado el coloquio recordando que después del Referéndum del 1 de Octubre en Catalunya,
quien salió a defender y avalar la dinámica represiva fue Felipe VI y
que, a través de aquel discurso del 3-O, fue el propio monarca quien
unió el destino de esta represión a su propio destino. Aragonès se sumó
así al discurso de sus compañeras: "todos los candados limitan la
capacidad y la libertad de nuestros respectivos pueblos".
Fuente → publico.es
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