Unos hechos que no deben ocultarse
Salva Artacho
Porque es parte de nuestra historia que no debemos olvidar, pero
no por ello llenarnos de odios que nos inciten a cometer los mismos
atropellos que queremos denunciar y esclarecer, atropellos planificados
por la dictadura, por los antiguos monárquicos, por los falangistas y
tradicionalistas, por la jerarquía católica...
Cerca de 200.000 hombres y mujeres fueron asesinados lejos de los
campos donde se batallaba, ejecutados extrajudicialmente o en procesos
sin el más mínimo respeto y decoro legal. Y por lo menos otros 300.000
hombres y mujeres perdieron la vida en los frentes de batalla. Una vez
finalizada la guerra, tras la victoria fascista hay que que sumar más de
20.000 republicanos ejecutados. Sin contar los miles que murieron de
hambre y enfermedades en las prisiones y campos de concentración donde
se le hacinaba sin el más mínimo respeto a las leyes internacionales que
fijan las condiciones en las que deberían haber sido tratados los
prisioneros. Además más de 500.000 republicanos se vieron obligados,
para salvar las vidas, a refugiarse en el exilio, pereciendo muchos de
ellos en los campos de internamiento franceses o acabando en los campos
de exterminio nazis...
No, no recordamos estas atrocidades para vengarnos si llegara el
caso, sino para que se conozca esa historia ocultada durante tanto años
con tanto celo por el régimen y sus sucesores, donde en la escuela nunca
se contó, donde en los hogares no se habló de ella lo debido por el
temor que imponían las policías del régimen...
Recordamos esta historia para honrar a tantos héroes, anónimos
unos, conocidos otros, para que en la medida de lo posible se les haga
justicia, reconocimiento debido y la verdad de sus historia se limpien
de las maldades que falsamente les atribuían.
Recordamos esta historia porque lo republicanos, fundamentalmente
somos humanistas, creemos en el hombre, en la libertad, en el derecho y
la justicia igual para todos.
Recordamos para que nunca más se repitan hechos semejantes y
brillen y nos guíen los nobles principios de la Libertad, Igualdad y
Fraternidad.
Fuente → unionrepublicana.es
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