
"El fútbol es un juego, una pasión, una forma de agregación social,
un negocio; y, por todo ello, también una eficaz herramienta de control
sobre las masas. Gracias a su inigualable capacidad de crear mitos, a su
épica intrínseca, este deporte ha sido explotado desde sus albores como
arma de propaganda ideológica y, más recientemente, también comercial.
Los primeros en darse cuenta de su inmenso poder de sugestión fueron
quizá los regímenes totalitarios del siglo XX, que, en
su afán de calar transversalmente en todos los estratos de la sociedad,
utilizaron esta popular disciplina como rudimentario pero poderoso
instrumento de marketing político".
Este texto recogido de la sinopsis del libro "Fútbol y fascismo" recientemente publicado por el historiador, columnista, escritor y profesor Cristóbal Villalobos,
resume lo que en sus páginas, amenas y muy bien documentadas, el lector
encontrará. Un libro que engancha, apasiona y obliga a leerlo
prácticamente del tirón, como hizo el que esto escribe.
En la nueva obra de Villalobos se describen casos muy reveladores y
representativos de esa miscelánea de deporte y política, de fútbol y
dictaduras fascistas.
Sin duda se sabe el uso del deporte rey como una especie de engañifa y
elemento que nubla y oculta la visión por el pueblo de la realidad
exacta de la política o de las instituciones en sus versiones negativas o
de máxima dureza como son los fascismos o regiménes dictatoriales.
También se detalla el valor del fútbol para el adoctrinamiento y la
difusión propagandística.

Mussolini, Hitler, Franco y Salazar
El libro se estructura en tres apartados, desde la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler, la España de Franco y el Portugal de Salazar concluyendo con las dictaduras latinoamericanas.
"Carlos Haya no fue Queipo de Llano"
Para que nos comente su obra nos vemos en Málaga, su tierra, y lo
hacemos en una cafetería justo frente al ahora llamado Hospital
Provincial de Málaga pero que hasta 2013 se denominó "Carlos Haya"
en honor de un capitán de aviación que combatió en el bando franquista.
Por aplicación de la Ley de Memoria Histórica de Andalucía cambió su
nombre. Le pregunto al historiador su opinión sobre este hecho y la Ley
de Memoria Histórica y me contesta que es partidario de encontrar a las
víctimas y que está a favor de la ley pero en este caso concreto no: "Carlos Haya no fue Queipo de Llano", me dice.
Campo del River y "Vuelos de la muerte"
Entramos en faena. Me cuenta Cristóbal que se decidió a escribir este nuevo libro tras analizar y estudiar el Mundial de Argentina de 1978,
aquella sanguinaria dictadura de Videla que mientras los generales de
la criminal Junta Militar asistían a la final en la cancha del River y
lavaban el regimen, mientras los ignominiosos Vuelos de la muerte arrojaban al mar los cuerpos, aun vivos, de los opositores al régimen para hacerlos desaparecer en el fondo del océano.
Detalla como Mussolini, el primer y gran "maestro" de utilización del
fútbol en beneficio de un régimen autoritario, fue un destacado
profesional de este "arte" durante los Mundiales de 1934 y 1938. Un
Benito Mussolini al que no le gustaba el fútbol pero sí practicaba
activamente el esquí, esgrima o la natación. También me explica como por
parte de Franco, durante la Copa de Europa de 1964, se
utilizó este evento como instrumento de propaganda y de robustecimento
exterior e interior. Esta parte del libro, la de la dictadura
franquista, supone una aportación muy interesante e importante a la obra
total.

Franco era del Madrid y del Ferrol
Como curiosidad le pregunto de qué equipo era Franco seguidor.
Claramente lo vincula al Real Madrid y al Racing de El Ferrol. Y en
esta pregunta me desmitifica una creencia popular de que el Madrid era
el equipo del Régimen o al menos no solo el club merengue: "El
Madrid, el Atco. de Madrid, el Barcelona y el Bilbao también tuvieron
vinculaciones franquistas muy claras que luego derivaron en algunos
casos a posiciones nacionalista e independentistas".
Árabes y chinos en los influyentes placos españoles
Villalobos es del Málaga, un equipo que sufre problemas tanto en lo
deportivo como en lo institcional por mor de la desatrosa gestión
sufrida por un jeque catarí. Me comenta como son los
árabes los nuevos políticos que apuestan ahora, e invierten, en el
fútbol como mecanismo de poder y de lavado de sus regímenes. También los
chinos comienzan a dejarse parte de sus fortunas en el deporte rey y
eso está ocurriendo en el fútbol español.
A Franco, con seudónimo, le tocó la quiniela de la liga italiana
Una anécdota que se está replicando desde que publicó el libro
"Fútbol y fascismo" es la del momento en que al dictador acertó un
boleto de diez. "A Franco le dio por las quinielas y todos los fines de
semana hacía una con la firma de Francisco Cofrán, su
apellido invertido, y después incluso con su nombre hasta que logró
acertar un boleto un tanto curioso porque eran partidos de la liga
italiana ya que en España no había Liga esa semana". Narra Villalobos en
su libro la controversia que generó este hecho sobre la cuantía exacta
del premio. Unos dijeron que 2.848 pesetas, otros hablaron de un millón
de pesetas de la época.

El mítico gol de Zarra
El interés de Franco ysu régimen por el fútbol como elemento para
"adormecer y entretener a la población" se vio amplificado por las
repercuiones que se buscaban fuera de nuestras fronteras como
instrumento de legitimación del poder. En ese sentido cobra interés esta
reflexión en el libro: "El régimen organizó la Eurocopa de 1964 para
demostrar que España no era menos que el resto de países del
continente, un gran evento propagandístico que se vio multiplicado con
el mítico gol de Zarra que permitió ganar nuestro primer título
internacional coincidiendo además con los 25 años del franquismo". Aquí
Villalobos destaca la circunstancia de que el equipo contrario de la
final fuera la URSS, "lo que se utilizó como una reedición de la Guerra
Civil y una nueva victoria frente al comunismo".
También hay espacio en el libro para reflejar la controversia de los
colores de las equipaciones. A Franco le disgustaban los "rojos" y por
ende 'la roja' al asociarse a las ideologías
republicana y soviética, lo que provocó la introducción del pantalón
azul y la segunda equipación de ese mismo color.
Pue eso, y mucho más, se puede encontrar en libro. Una recomendación
de lectura veraniega que va mucho más allá del fútbol, sino que aborda
las intrigas del poder, las manipulaciones de las dictaduras y un
soprendente capítulo también de las dictaduras sudamericanas. Hitler, Mussolini y y Franco retratados en el arte del uso de un bello deporte para sus intereses. Leánlo, no les defraudará.
Fuente → elplural.com
No hay comentarios
Publicar un comentario