Lo hicieron una vez y funcionó y ahora quieren repetir
estrategia. En 2014, la Casa del Rey logró que los escándalos del rey
emérito Juan Carlos I no salpicasen a la institución. El emérito cedió la Corona a su hijo, escenificando un paso de página en la institución
que funcionó con cierto éxito. Sin embargo, en 2020 los casos de
corrupción han vuelto a cercar a poner en entredicho al exmonarca
después de que El País publicase que regaló 65 millones de euros a Corrina Larsen
que procedían de Arabia Saudí, según su declaración ante la Fiscalía
suiza. Era solo la primera del río de informaciones que continuaría
después. Aún así, tanto Moncloa como Zarzuela intentan que no afecte a la Corona,
que ahora reposa sobre la cabeza de Felipe VI. Para ello, el Gobierno
pone el foco sobre su padre, se abre a tímidos cambios y pone en valor
el buen hacer del actual jefe del Estado, que tendrá protagonismo en el
acto más emotivo del coronavirus: el funeral de Estado del 16 de julio.
Ante la cascada de informaciones publicadas en medios como El Confidencial o El Español, el presidente del Gobierno se ha visto obligado a mover ficha. Este jueves, aseguraba en una entrevista conjunta para Infolibre y Eldiario.es que "los aforamientos de cargos públicos deben circunscribirse a su actividad y defiendo lo mismo para el rey". En el caso de la Corona, es la Constitución la que establece que la persona del Rey es "inviolable y no está sujeta a responsabilidad", y por tanto, limitarla de manera más exacta requeriría un cambio de la Carta Magna.
Tras
años de discusiones sobre si el Rey emérito es "investigable" tras su
abdicación en diferentes foros, Moncloa cambia de estrategia y quiere espantar la imagen de que la Monarquía está por encima de la ley,
proponiendo incluso algunos cambios para evitar que esa sensación se
extienda entre los ciudadanos. Si la Corona española fuese por
definición imposible de investigar, entonces el problema sería su propia
existencia. Las críticas llegan incluso desde miembros de la Mesa del
Congreso, como es Gloria Elizo, vicepresidenta tercera
de este órgano y diputada de Unidas Podemos. "La única manera de
desvincular a Juan Carlos I de Felipe VI y de la Jefatura de Estado es
un referéndum y la abdicación de Felipe VI", ha escrito en su Twitter.
Para espantar esta idea, en la citada entrevista, Sánchez argumentaba que en el sistema español "no hay espacio para la impunidad"
basándose en tres pilares: unos medios de comunicación que publican
informaciones, un Poder Judicial que están actuando y una "Casa Real que
claramente se está distanciando de esas supuestas prácticas reprobables". Es decir, el presidente mete a Zarzuela como parte de la solución y no como parte del problema.
A pesar de que la Corona sea hereditaria, voces de peso en el PSOE y en el Gobierno también han salido a tratar de desvincular a Felipe VI de su padre, como ha hecho la vicepresidenta Carmen Calvo, que este jueves aseguraba que "la institución de Felipe VI hace su trabajo constitucional de manera perfecta”.
Mientras España estaba inmersa en la lucha contra la pandemia de covid-19, el diario The Telegraph publicaba unas informaciones en las Felipe VI aparecía como beneficiario de una sociedad creada por su padre. La Casa Real fue contundente y el 15 de marzo emitió un comunicado en el que el Rey renunciaba a la herencia que "personalmente le pudiera corresponder" y "a cualquier activo, inversión o estructura financiera" que pudiera estar fuera de la legalidad. Además, Juan Carlos I dejaba de percibir su asignación. Lo que hubiera sido un escándalo, quedó en un segundo plano eclipsado por los miles de muertos que estaba dejando la covid-19.
Además, este mismo jueves, el diario digital El Confidencial publicaba que Zarzuela y Moncloa ya buscan una salida para el rey emérito.
Sin embargo, sí ganará peso en el funeral de Estado que se celebrará el próximo día 16 de julio como jefe del Estado. También estuvo en primera fila en el funeral que organizó la Conferencia Episcopal el pasado lunes al que no acudió Sánchez. Moncloa y Casa Real sí quieren que Felipe VI y su familia aparezcan al lado de las víctimas en las imágenes de prensa.
De hecho, según publica Europa Press, se celebrará el Palacio Real de Madrid y el Gobierno se mantendrá en un segundo plano para dejar la palabra a Felipe VI y a dos representantes de las víctimas de la pandemia y de los profesionales sanitarios.
Ante la cascada de informaciones publicadas en medios como El Confidencial o El Español, el presidente del Gobierno se ha visto obligado a mover ficha. Este jueves, aseguraba en una entrevista conjunta para Infolibre y Eldiario.es que "los aforamientos de cargos públicos deben circunscribirse a su actividad y defiendo lo mismo para el rey". En el caso de la Corona, es la Constitución la que establece que la persona del Rey es "inviolable y no está sujeta a responsabilidad", y por tanto, limitarla de manera más exacta requeriría un cambio de la Carta Magna.
A pesar de que la Corona sea hereditaria, voces de peso en el PSOE y en el Gobierno también han salido a tratar de desvincular a Felipe VI de su padre, como ha hecho la vicepresidenta Carmen Calvo, que este jueves aseguraba que "la institución de Felipe VI hace su trabajo constitucional de manera perfecta”.
La herencia: comienza la desvinculación
Si la Fiscalía del Tribunal Supremo ha iniciado ya las pesquisas sobre las comisiones de Arabia Saudí, para el poder legislativo español ha sido imposible fiscalizar la actividad del emérito. En más de una ocasión, varios partidos han intentado abrir una comisión de investigación en diferentes ocasiones que ha sido desaconsejada por los letrados de la Cámara. La última fue el pasado 15 de junio, cuando Unidas Podemos presentó una propuesta que fue apoyada por el PNV, ERC o EH Bildu y que tumbaron PP, PSOE y Vox con sus votos en contra.Mientras España estaba inmersa en la lucha contra la pandemia de covid-19, el diario The Telegraph publicaba unas informaciones en las Felipe VI aparecía como beneficiario de una sociedad creada por su padre. La Casa Real fue contundente y el 15 de marzo emitió un comunicado en el que el Rey renunciaba a la herencia que "personalmente le pudiera corresponder" y "a cualquier activo, inversión o estructura financiera" que pudiera estar fuera de la legalidad. Además, Juan Carlos I dejaba de percibir su asignación. Lo que hubiera sido un escándalo, quedó en un segundo plano eclipsado por los miles de muertos que estaba dejando la covid-19.
Además, este mismo jueves, el diario digital El Confidencial publicaba que Zarzuela y Moncloa ya buscan una salida para el rey emérito.
Más protagonismo para Felipe VI
El papel de Felipe VI durante el Estado de alarma fue discreto y todo el foco mediático se concentró en Moncloa y en las comparecencias de los técnicos, los ministros y el propio presidente del Gobierno. El monarca intervino el 18 de marzo en un breve discurso en el que no hizo alusión a sus escándalos familiares. Su actividad se ha limitado a hacer videoconferencias, llamadas telefónicas y visitas.Sin embargo, sí ganará peso en el funeral de Estado que se celebrará el próximo día 16 de julio como jefe del Estado. También estuvo en primera fila en el funeral que organizó la Conferencia Episcopal el pasado lunes al que no acudió Sánchez. Moncloa y Casa Real sí quieren que Felipe VI y su familia aparezcan al lado de las víctimas en las imágenes de prensa.
De hecho, según publica Europa Press, se celebrará el Palacio Real de Madrid y el Gobierno se mantendrá en un segundo plano para dejar la palabra a Felipe VI y a dos representantes de las víctimas de la pandemia y de los profesionales sanitarios.
Fuente → cuartopoder.es
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