
Hace 50 años se produjo una huelga de la
construcción en Granada que pasaría a la historia. El movimiento de las
CCOO liderarían una reivindicación por un salario base de 240 pesetas diarias
que encontró, para sorpresa de todos, un apoyo masivo. Las autoridades
franquistas abrieron fuego contra los cerca de 5.000 obreros que se
manifestaban. Hubo decenas de heridos de bala y pagaron con sus vidas Antonio Huertas Remigio (21 años), Manuel Sánchez Mesa (27 años) y Cristóbal Ibáñez Encinas (43 años). Los asesinatos nunca se esclarecieron y quedaron impunes.
“Nunca se investigó. Hubo una especie de juicio paripé que realizó
Franco por el escándalo, pero el caso se archivó. La familia ni siquiera
se enteró”, narra a cuartopoder Rosa Idelfonso, sobrina de Antonio Huertas.
Su tío, natural del pueblo granadino Maracena y que entonces trabajaba
de peón albañil en Huelva, se había acercado a la manifestación en sus
días libres. Al ver que no regresaba a casa y al enterarse del episodio
violento, su padre fue a buscarlo los hospitales de Granada hasta que
dio con su cuerpo sin vida. “Mi abuelo dijo que lo encontró como si le hubieran disparado desde arriba y con el cuerpo amoratado”, cuenta.
La prensa del régimen contó que la fuerzas
policiales se habían tenido que defender a tiros de los manifestantes, a
los que tildó de alborotadores, algo que desmienten los testimonios de
la época. “No tenían culpa de nada y les arrebataron la vida”, recuerda hoy la sobrina de Antonio Huertas.
Según cuenta obligaron a su familia a enterrar a su tío en Granada, por
temor a que el movimiento obrero de Maracena, muy activo entonces,
organizara una protesta en su funeral. Después de esta tragedia
familiar, los padres del joven albañil nunca abandonarían el luto. “Todavía hoy mi abuela recuerda, a todo el mundo que la visita, la muerte de su hijo Antonio”, relata Rosa.
Una huelga en el despertar sindicalista bajo el franquismo
El día de la reivindicación es una fecha marcada
por el sindicalismo español. Como cada año, tanto CCOO como UGT han
rendido homenaje a las víctimas de aquel día en Granada. La huelga que
organizó para el 21 de julio de 1970 sorprendió al régimen y a los propios líderes sindicales, ya que se unieron unos 7.000 trabajadores y unos 5.000 acudieron a la manifestación, según el historiador Alfonso Martinez Foronda.
“Las autoridades se quedaron muy impresionadas. No entendían que
hubiera surgido una huelga de un día para otro, pero es que llevaba
trabajándose entre dos o tres años”, explica el autor de La lucha del movimiento obrero en Granada por las libertades y la democracia.
Los 60 y los 70 fueron años agitados para la movilización sindical
en la clandestinidad. En las primeras elecciones sindicales del 66
vencieron las CCOO, lo que significó un duro golpe al Sindicato
Vertical. En el año 68 se produjo una huelga de Jerez de la Frontera
(Cádiz), y en el 70 hubo otras dos huelgas del sector de la construcción
en Sevilla. En julio se produciría en Granada la primera huelga desde la Guerra Civil,
y también la más trágica. Martínez Foronda recuerda que la huelga se
gestó poco a poco, con mucho esfuerzo, los obreros se reunían tras su
jornada, por las tardes, los fines de semana y en muchos puntos
recorrían kilómetros a pie para encontrarse con compañeros.
Un anteproyecto recogía las reivindicaciones de
los trabajadores de la construcción, por aquel entonces sometidos a
ningún tipo de regulación y a la voluntad del patrón. A la huelga se
llevaron reivindicaciones como una subida salarial lineal, el
rechazo del trabajo a destajo, la jornada de ocho horas de trabajo o el
rechazo a la obligación de trabajar los fines de semana enteros.
“Algo que es muy novedoso es que la huelga se convoca el día 21 en el
Sindicato Vertical, con votación de los trabajadores en una asamblea,
algo que no se podía hacer. Se votó con la mano alzada y había gente de
la Brigada Político Social infiltrada”, cuenta Martínez Foronda.
A la avenida de la Constitución, entonces llamada Calvo Sotelo,
fueron llegando miles de trabajadores, que se congregaron a las puertas
del Sindicato Vertical, donde se encontraba la comisión deliberadora de
representantes de los trabajadores y patronal. “Fueron tranquilos con
sus motos, con su merienda, pensando que no iba a pasar nada”, cuenta el
historiador. “Sin que se dijera absolutamente nada, el capitán de la
Policía mandó cargar”, relata el historiador. Después vinieron disparos,
confusión, los manifestantes lanzaron ladrillos y corrió la sangre.
Después muchos obreros se encerraron en la catedral de Granada para
proseguir con la huelga, las mujeres se organizaron para llevarles
comida. El arzobispo de Granada, Emilio Benavent Escuín, condenó
la brutalidad de la Policía y defendió el ataque que habían sufrido los
sacerdotes obreros en la prensa oficial. Hubo muchos heridos que no
acudieron al hospital por miedo, miles de despedidos y cientos de
sindicalistas detenidos. A pesar del feroz ataque del régimen, a los cuatro días se firmó el que fue “el convenio colectivo más importante de España en esos momentos”,
indica Martínez Foronda. Se conseguía una mejora salarial, no la que
los obreros pedían, pero suficiente para que el convenio se convirtiera
en un referente a nivel estatal.
El homenaje de los sindicatos
Los sindicatos organizan cada año un homenaje
para que las muertes de los tres obreros y la huelga de julio del 70 no
caigan en el olvido. Para ambos sindicatos esta movilización sigue
siendo clave para recordar la historia de la conquista de nuestros
derechos. “Esta lucha obrera cimentó los derechos que actualmente
disfrutamos en nuestros puestos de trabajo. Es por tanto nuestra
obligación, reconocer el papel de los asesinados y de los compañeros que
en unas condiciones de miseria y represión, levantaron su voz contra la
injusticia y el abuso”, indica UGT en un escrito firmado por Francisco José Ruiz-Ruano, secretario de Organización de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) del sindicato en Granada.
“Estas muertes no fueron inútiles, sino que fueron la contribución
de la clase trabajadora para la venida de la Democracia en la que
convivimos, sin que a veces seamos del todo conscientes de lo que costó
traerla", recuerda también CCOO en la ofrenda floral de cada año.
Fuente → cuartopoder.es
No hay comentarios
Publicar un comentario