Los restos de Queipo de Llano continúan bajo el altar de la Macarena... 84 años después


El 18 de julio de 1936 el general Queipo de Llano protagonizaba en Sevilla la rebelión militar contra el Gobierno surgido de los comicios de febrero, y se encaminó a dirigir una represión política que dejaría más de 50.000 personas asesinadas en Andalucía. A pesar de “su historial”, los restos de Queipo de Llano siguen en la Basílica de La Macarena 84 años después. La polémica generada por ello sigue viva en Andalucía.

Los restos de Queipo de Llano continúan bajo el altar de la Macarena... 84 años después

Se cumplen 84 años del golpe de Estado militar de Franco contra el Gobierno de España surgido de las elecciones de febrero de 1936. En Sevilla, la rebelión y la sangrienta represión posterior contra la población civil la protagonizó el general Gonzalo Queipo de Llano. Los historiadores de este oscuro periodo de nuestra historia reciente calculan que fueron más de 50.000 las personas asesinadas en Andalucía bajo su mando. Por este tipo de “hechos históricos”, el nombre de Gonzalo Queipo de Llano permanece ligado en mayúsculas a la historia de la tradición reaccionaria y antidemocrática española.

Más de ocho décadas después, los restos del general aún siguen enterrados en un lugar preeminente, a pesar de la fuerte polémica y de estar en vigor desde 2007 la Ley de Memoria Histórica estatal. Se trata de un lugar que, pese a no ser un espacio de titularidad pública, tiene una gran relevancia y concita la visita de miles de personas de manera constante: la basílica de la Hermandad de La Macarena, ubicada frente a la sede del Parlamento de Andalucía.

Las presiones para el traslado de los restos del general han ido aumentando especialmente a partir de la aprobación, en 2017 y en ese mismo parlamento autonómico, de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía. Dicha ley establece que todos los elementos contrarios a la memoria democrática deben ser retirados, incluso si están ubicados en edificios privados como es el caso de esta basílica, propiedad en este caso de la Hermandad de la Macarena.

Los informes encargados por la Hermandad de la Macarena a diversos bufetes de abogados concluyeron de manera unánime que era necesario el traslado de los restos del general
 
La propia hermandad encargó informes a tres bufetes de abogados para dilucidar si la ubicación actual del general incumplía esta ley: los informes concluyeron de manera unánime que era necesario el traslado de los restos. A partir de ese momento, la entidad adopta a finales de 2019 la decisión trasladar los restos del general y de su esposa hasta un columbario ubicado dentro del mismo templo, pero en un lugar inaccesible para los visitantes.

A la espera de conocerse la fecha de este traslado, la realidad es que el general Queipo de Llano conserva aún su tumba con honores incluso después de haberse trasladado los restos del general Franco a un enterramiento privado. La polémica en Andalucía continúa.

A la espera de conocerse la fecha del traslado de sus restos, Queipo de Llano conserva aún su tumba con honores incluso después de haberse trasladado los restos del general Franco a un enterramiento privado

¿Por que está enterrado Queipo de Llano en La Macarena?

Queipo de Llano pronto se dio cuenta de que no iba a tener el protagonismo deseado en el Estado franquista surgido del golpe de Estado de julio de 1936 y la posterior guerra civil, por lo que se ciñó a lo que él consideró “su feudo del sur”. Franco mantuvo siempre sus recelos frente a la actitud personalista de Queipo de Llano y lo destituye de su cargo como capitán general de Andalucía en julio de 1939, a pesar de que al terminar la guerra es ascendido a teniente general.

Para alejarlo aún más de sus pretensiones, el dictador lo destinó a Roma como jefe de la Misión Militar Española. Queipo de Llano regresó a España en 1942 y se afincó en Málaga, alejado ya de las funciones castrenses. En esta etapa es cuando recibe el Marquesado de Queipo de Llano, que aún mantienen sus herederos.

Finalmente pasó los últimos años de su vida en Sevilla y fue uno de los impulsores de la edificación de la Basílica de la Macarena, de la que fue hermano mayor honorario. A su muerte, en 1951, sus restos fueron depositados bajo el altar de la Virgen de la Esperanza Macarena, donde aún permanecen.


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