El desastre de Annual, el 22 de julio de 1921, supuso el hundimiento
del Ejército español de aquellos tiempos. Derrotado en esa batalla
brutal y colonial, Todas las miradas, airadas, apuntaron de inmediato al
Rey Alfonso XIII y a uno de sus hombres de máxima confianza, el conde
de Romanones.
Éste era hijo de uno de los hombres más ricos de España. Las
relaciones entre el Rey y el mencionado conde no fueron sólo políticas,
sino económicas.
Mientras altos jefes militares se dedicaban, con notoria intensidad y
honradez, a saber y difundir la verdad del desastre de Annual, el
capitán general de Cataluña en ese tiempo. Miguel Primo de Rivera,
obedeció al monarca. Y de este modo se lanzó, con gran satisfacción de
no pocos empresarios catalanes, a dar un golpe de Estado. Así fue como
el denominado expediente Picasso –por el general Picasso-, junto a otros generales ejemplares fue el caso del general Batet.
Años más tarde, el general Batet fue fusilado por el ya Generalísimo, Francisco Franco.
El Rey actual, hijo de Juan Carlos I y de Sofía, ha callado ante su tía y los negocios de esa familia
Cuando llegó, pues, la Segunda República, el escritor Ramón María del Valle-Inclán declaró lo siguiente: “Los españoles han echado al último Borbón, no por Rey sino por ladrón”. ¿Fue un ladrón Alfonso XIII? Todo señala que sí, que lo fue.
¿Don Juan de Borbón, lo fue, al parecer? El diario El Mundo lo da por hecho. Tras leer los papeles de Panamá título del periódico citado: “El precedente de Don Juan y su herencia en Suiza. El Gobierno lleva desde 2013 sin contestar la pregunta parlamentaria sobre el legado que se repartieron Don Juan Carlos y sus hermanas”.
En este asunto, Juan Carlos I debería tener mucho que hablar al
respecto, y no positivamente, porque su pulcritud como jefe de Gobierno
no ha sido nunca su dimensión más confortable. El Rey se tuvo que
marchar, entre otras circunstancias evidentes, porque el caso de los
millones y millones de una de sus hijas y de su deportivo suegro, se
abrió a la justicia.
Y de pronto aparece en el tablado doña Pilar de Borbón, hermana de Juan Carlos I, y le sale a la monarquía otro grave roto que le ha funcionado durante cuarenta años.
El Rey actual, hijo de Juan Carlos I y de Sofía, ha callado ante su tía y los negocios de esa familia.
En fin que todo huele de nuevo mal y no sólo en Dinamarca. También
sucede algo parecido en la familia de Jordi Pujol y sus corruptos
catalanes.
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