
Ante la próxima visita del rey Felipe VI a Cantabria, LIBRES
(Asamblea Cántabra por las Libertades y contra la Represión) manifiesta
su «preocupación» por las «prácticas antidemocráticas que se están
produciendo para intentar blindar a la monarquía, de las consecuencias
de los casos de corrupción protagonizados fundamentalmente por el rey
emérito, pero no solo».
Así, se refieren al «escándalo» de las comisiones pagadas por la
monarquía saudí («una de las más siniestras combinaciones de teocracia,
autoritarismo y capitalismo del mundo») a Juan Carlos I, para facilitar
la construcción del AVE a un consorcio de constructoras españolas, que
«revela mejor que cualquier otra cosa la relación privilegiada y
comisionista del gran empresariado, el del IBEX 35, con la monarquía».
«Esta relación va más allá de la banalización del rey emérito en base
a su vida personal, es en realidad una característica esencial de la
institución monárquica en España, en continuidad con su pasado a lo
largo de los siglos XIX y XX», apuntan.
«La pretensión de cubrir esas prácticas corruptas bajo el manto de la
presunta inviolabilidad del rey en su calidad de jefe del estado, no
solo es un insulto a la inteligencia y a la sensibilidad democrática de
la ciudadanía, supone un auténtico golpe institucional de llevarse a
cabo. Si un jefe del estado vitalicio que accede al puesto por herencia
tiene impunidad total si delinque, como se pretende, se consagra una
zona de sombra que no solo favorece la corrupción, se restablece el
poder soberano de la corona por encima del de la ciudadanía. No es una
exageración, tras la cortina de la impunidad entendida como un atributo
real, se pueden amparar cualquier tipo de operaciones políticas
antidemocráticas», señalan.
Por otro lado, apuntan, «la imposición de esta impunidad supondría el
vaciamiento de la constitución democrática de 1978» ya que «consagraría
la desigualdad ante la ley por privilegio de cuna, violentaría el
propio redactado del artículo que regula la inviolabilidad, que
establece que esta solo existe en lo relacionado con el cargo público
que se ocupe: diputado o rey».
Esto es así porque «el rey solo lo es en actuaciones refrendadas por
el poder ejecutivo o el legislativo, hasta ahí le alcanza la
inviolabilidad». «Lo grave y preocupante es que se pretenda imponer como
constitucional lo que va estrictamente en contra de la letra y el
espíritu de la propia constitución», aseveran.
Además, recalcan que «Felipe VI no es ajeno a esta situación» y
consideran «inaceptable la pretensión de librar al hijo de las
responsabilidades políticas del padre en una institución como la
monarquía».
«Felipe VI no renuncia al privilegio de la inviolabilidad entendida
como impunidad que su padre reivindica. No insta a la fiscalía a la
investigación de las relaciones inaceptables del anterior jefe del
estado con una potencia extranjera. Tampoco insta a la fiscalía a
investigar los delitos de corrupción promovidos por importantes
empresarios españoles utilizando como comisionista a Juan Carlos I.
Felipe VI no ha hecho publica su declaración de bienes al llegar al
trono, a diferencia de los cargos electos que sí tienen que hacerla»
afirman.
Además, se refieren a cómo «Felipe VI recorre España en estos días
difíciles con cara compungida». «¿Pero a quién visita el rey? ¿Le
veremos en un campamento de temporeros de la fruta? ¿Despidiendo quizá a
las trabajadoras marroquíes que recogieron la verdura que nos comimos
durante el confinamiento? ¿Irá a alguna casa de acogida a mujeres
maltratadas? ¿Se reunirá con las trabajadoras de los supermercados, o
con las “Kellys”? ¿Se presentará en una asamblea de los trabajadores de
Nissan a expresarles su solidaridad? ¿Instará al gobierno a la
regulación de las personas migrantes? Por lo que estamos viendo no, y es
lo esperable, lo normal en una institución que ha vuelto a demostrar su
conexión y su empatía con los ricos y poderosos ya sean saudíes o
españoles», cuestionan.
«Felipe VI vendrá a Cantabria a seguir fingiendo que es el
representante de una sociedad que trata de salir adelante en tiempos
duros como estos. No podemos seguir aceptando esta farsa, Felipe VI y la
monarquía solo se representan a ellos mismos y a los privilegiados.
Felipe VI y la monarquía forman parte de los graves problemas que
tenemos, y van en contra de cualquier solución. Es hora de decirlo alto y
claro, en Cantabria y en cualquier sitio donde vayan», expresan.
Fuente → elfaradio.com
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