La Realidad supera la ficción en España

"Imagina a un presidente de la Tercera República en España, investigado por presuntos delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda pública", lanza, como premisa, el autor.

La Realidad supera la ficción en España 
Javier Durán  
 
Imagina a un presidente de la Tercera República en España, que pudiera haber cometido delitos de blanqueo de capitales y contra la Hacienda pública.

Que lo estuvieran investigando por haber creado supuestamente una estructura financiera con dos fundaciones, gestionadas por testaferros en paraísos fiscales, pongamos Liechtenstein y Panamá, y con cuentas en Suiza para no pagar impuestos en su país, del que es nada menos que el jefe del Estado, el representante de la unidad nacional.

Imagina a un capitán general del Ejército, a un mando supremo de las Fuerzas Armadas, que pueda ser chantajeado por una de sus múltiples amantes, a la que presuntamente pagó unas decenas de millones de euros, de origen desconocido, pongamos unos 65, por “gratitud y amor” y para “garantizar el futuro de sus hijos”.

Una de tantas amantes con muchas probabilidades de haber tenido acceso a información privilegiada que podría comprometer, seriamente, la seguridad de nuestro país; eso sí, un capitán general siempre firme, e impasible el ademán, en los desfiles militares y en los actos en nombre de Essspaña.

Imagina a un alto representante de la diplomacia española, más allá aún, imagina a la más alta representación exterior del Estado, investigada por aprovechar sus contactos internacionales al más alto nivel, en gobiernos de todo el mundo, para hacer negocios privados, para poder llevarse por ello sustanciosas comisiones ilegales; independientemente de su elevado sueldo, pongamos, unos 200.000 euros al año, por ejercer esas funciones, entre otras.

Imagina que, además, a este alto diplomático le une una estrechísima amistad, que podría comprometer la neutralidad de su trabajo, con líderes feudales de unas teocracias nada afines a la democracia, ni al respeto de los derechos humanos de sus habitantes.

Imagina que, claro, todos estos escándalos son portada en la prensa… internacional.

Ahora imagina que todos estos presuntos casos de corrupción hubieran sido tapados y evitados, sistemáticamente, por periodistas de la inmensa mayoría de los medios de comunicación del país.

Imagina que en el órgano constitucional que representa al pueblo español, el Congreso de los Diputados, se pide una comisión de investigación sobre todos estos presuntos negocios irregulares y los partidos mayoritarios, PSOE y PP, y Vox, lo impiden.

Imagina a cualquiera de estos cargos manteniéndose durante décadas y décadas en el poder, a pesar de los escándalos, sin ningún tipo de control; imagina esa sensación de ser impune, inviolable, intocable.

Imagina que todo esto no acaba aquí, que, aunque en público “lo sientes mucho, te has equivocado y no volverá a ocurrir”, en tu vida privada y con tus actos te pasas este triplete de disculpas, permanentemente, por el arco del triunfo.

Imagina, por un momento que, por todos estos escándalos, esos tres altísimos cargos tienen que retirarse de sus funciones y que todas esas responsabilidades pasan a otras personas; pero imagina que esos sucesores, esos abanderados, siguen siendo los beneficiarios de todos estos “méritos”.

Imagina que esto es Marca España y la influencia que tiene todo esto en la imagen de tu país en el mundo.

Imagina que todo esto ocurriera en una monarquía más parecida a una república bananera.

Imagina que constituyese un delito y que pudiesen acusarte de injurias, y acabar en la cárcel, si “dañas el prestigio” de esta prestigiosa institución.

¡Imagina!

No imagines más, la Realidad supera esta ficción.
Imagina que todo esto pudiera cambiar.
Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros.
 

Fuente → lamarea.com

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