
‘La Miliciana’
Daniel Fernández Abella
Marina Ginestà nació el 29 de enero de 1919 en Toulouse, pero en 1930
sus padres se trasladaron a Barcelona, donde militó durante la
República en el Partido Socialista Unificado de Cataluña, PSUC.
En 1936 junto a otros compañeros de las Juventudes Socialista
organiza la llamada Olimpiada Popular como respuesta a los Juegos
Olímpicos de Berlín 1936. Tras el golpe de estado del 18 de julio de
1936 contra el gobierno de la II República Española y el estallido de la
Guerra, las Juventudes Socialistas se instalan en el hotel Colón, donde
será tomada aquella famosa fotografía y, de la cual Marina Ginestà
desconocerá su existencia, y su simbolismo, hasta 10 años antes de su
muerte.
Marina Ginestà tenía 17 años, un carné de las Juventudes
Socialistas Unificadas y el sueño de una revolución cuando en verano de
1936 posó orgullosa y desafiante en la terraza del Hotel Colón de
Barcelona para el fotógrafo Juan Guzmán que tomó de ella una imagen
simbólica que se convirtió en un icono de la resistencia.
La sonrisa de una miliciana, fusil al hombro, mirando a la cámara
en una terraza de Barcelona se convirtió en uno de los iconos más
emblemáticos de la Guerra Civil y la resistencia antifascista frente al
golpe de Estado que perpetraron militares. Esa sonrisa era la de Marina
Ginestà y fue el fotógrafo Hans Gutmann quien la inmortalizó.
Que marcaron en tu piel, heridas
Heridas que dejan cicatriz
En tus suaves manos,
Mi amor, mi camarada, mi vida
Fue entonces cuando empezaste a cambiar
Luchando contra el marco donde te colocaron
Aquellos que en su día te explotaron
oprimiéndote hasta hacerte sangrar
Cambiaste la tela por el fusil
Luchaste por el pueblo, tu clase y tu tierra
abandonando tu mirada infantil
dejándola sepultada bajo la guerra
Miliciana que por los pueblos erras
Llamando a la igualdad
Por campos, llanuras y tierras
Combatiendo la maldad
Que caíste en lucha contra el opresor
Y una fosa te silenció
Pero el recuerdo nunca se borró
Recuerdo y memoria, semillas de la revolución
Porque nada ni nadie ha sido olvidado
A pesar del tiempo pasado
Y de aquellos que nuestras lenguas
Cortaron, silenciaron y amordazaron
Te canto a ti, miliciana
Símbolo de resistencia
Porque tu esencia
Ilumina nuestras mañanas
Fuente → radiorebelderepublicana.org
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