España por la República desde el socialismo en abril de 1931
 
España por la República desde el socialismo en abril de 1931 / Eduardo Montagut :

El artículo planteaba que las elecciones habían demostrado que la afirmación de la prensa de derechas sobre que España era monárquica no se había cumplido, gracias al triunfo de la Conjunción Republicano-Socialista.

El pueblo habría dado una clara lección de ciudadanía y de orden al Gobierno desde primeras horas de la mañana de la jornada electoral en las puertas de los colegios haciendo largas colas esperando el turno para votar. Había habido entusiasmo, pero con serenidad. El pueblo no había querido que el resultado electoral se desluciera con acto alguno. El Gobierno había desplegado muchas fuerzas en los colegios electorales, especialmente en los más populares, pero no se había producido ningún incidente.

Según los socialistas, los monárquicos se habían entregado a todas las viejas prácticas políticas propias del sistema electoral que se había formado desde los tiempos de la Restauración como eran los intentos de compras de votos en las tabernas. El pueblo, siempre según el periódico obrero, había rechazado “con asco” estas corruptelas.

El dilema electoral era entre Monarquía y República, y el pueblo había elegido la segunda como un fallo inapelable. Es interesante observar como el artículo hablaba de que se había establecido un régimen municipal republicano a partir de las elecciones porque, realmente, lo que se habían producido habían sido elecciones municipales, aunque bien sabemos su dimensión más allá, porque, además, inmediatamente, el artículo decía que la Monarquía debía obedecer la voluntad “unánime” (en este sentido, bien sabemos que realmente no fue unánime), y desaparecer. El periódico se preguntaba qué camino iba a emprender la Monarquía, ¿resistir? No había que olvidar que el pueblo deseaba establecer la República “sin efusión de sangre”. La resistencia generaría violencia, aumentando con ello las responsabilidades del régimen.

Para los socialistas el pueblo estaba convencido que la Monarquía era el desorden, el caos y la anarquía, una afirmación que nos permite observar como antes de que las derechas asociasen a la República con estas mismos problemas o defectos, la izquierda había hecho lo propio con la Monarquía, algo sobre lo que, creemos, no se ha insistido mucho.

En conclusión, la única esperanza de salvación para España era la República, y se hacía necesario que todo el mundo respetase y acatase la “soberana voluntad del país”.

Hemos consultado el artículo en el número 6920 de El Socialista.
 

Fuente → elobrero.es

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