

El relato oficial dice que entre la muerte de Franco en 1975 y el
fallido golpe de Estado de Tejero (23 de febrero de 1981), España sería
una Arcadia idílica (de apellido Transición), en la que los líderes de
la oposición al régimen de Franco y los reformistas del interior
pactaron una agenda para preparar al Estado español para su anhelada
entrada en Europa así como garantizar la democracia y el progreso
generalizado, todo ello bajo la supervisión del rey Juan Carlos I como
valedor de la balbuciente democracia.
Sin embargo, en realidad el Estado español seria un escenario
distópico fruto del Tejerazo de 1981, en el que los líderes políticos
confinados en el Congreso fueron “invitados” a aceptar un acuerdo tácito
por el que se declaraban intocables el status quo asociado al sistema
monárquico (Juancarlismo), al sistema político bipartidista
(implantación de las listas cerradas y de la Ley D’Hont) y a la defensa
de la “unidad indisoluble de la nación española”.
El establishment del Estado español veló para mantener impoluta la honorabilidad del Rey mediante la “espiral del silencio” de los medios de comunicación
El establishment del Estado español estaría formado por las
élites financiera-empresarial, política, militar, jerarquía católica,
universitaria y mass media del Estado español que serían los
herederos naturales del legado del General Franco y que habrían
fagocitado todas las esferas de decisión (según se desprende de la
lectura del libro Oligarquía financiera y poder político en España escrito por el ex-banquero Manuel Puerto Ducet) y que veló para mantener impoluta la honorabilidad del Rey mediante la “espiral del silencio” de los medios de comunicación de masas del establishment (PRISA, Vocento, Grupo Planeta, Grupo Godó, Grupo Zeta, Editorial Prensa Ibérica, Unidad Editorial, TVE y Mediaset España).
Dicha teoría simbolizaría “la fórmula de solapamiento cognitivo que
instaura la censura a través de una deliberada y sofocante acumulación
de mensajes de un solo signo”, con lo que se produciría un proceso en
espiral o bucle de retroalimentación positiva para lograr el
encefalograma plano de la conciencia crítica de la sociedad actual, con
lo que el periodista se habría convertido en mera correa de transmisión
de los postulados del establishment y cuyo penúltimo episodio sería la cruzada mediática para salvar al soldado Felipe.
El periodista se habría convertido en mera correa de transmisión de los postulados del establishment y cuyo penúltimo episodio sería la cruzada mediática para salvar al soldado Felipe
Sin embargo, la pandemia sanitaria, la crisis económica, la
desafección política de la sociedad española motivada por los sangrantes
casos de corrupción de la élite político-económica y el descrédito de
la institución Monárquica harán revisar tales esquemas, (incluida la
tesis de la supuesta reconciliación nacional propagada por la mass media
de la época de la Transición), por lo que se antoja inevitable un
proceso de catarsis y posterior metanoia colectiva en el Estado español.
Fuente → revistarambla.com
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