A
las 4 de la tarde del 21 de abril de 1938, en Tiraña fueron asesinados
13 inocentes, 13 vidas segadas en un crimen colectivo por las balas
frente a la tapia del cementerio de Tiraña, el sonido hueco de los
cuerpos yertos apilados como sacos en la fosa que las propias víctimas
habían sido obligados a cavar y el sabor a sangre y saliva de los gritos
secos y profundos de Libertad y Dignidad, estrellados contra los
fusiles que portaban aquellos asesinos de la trístemente famosa bandera
falangista de Lugo bajo el mando de aquel sicario tuerto, conocido como
el capitán Bravo Portilla.
Pero, ¿Por qué aquel crimen colectivo? ¡Por nada! No existió
ninguna razón válida, ninguna causa, ningún argumento demostrado. No
habían hecho nada. Eran Republicanos, leían El Socialista, estaban
afiliados al Sindicato Minero de UGT y no iban a misa los domingos. Ese
fue el delito cometido. Fue por ceguera de los eufóricos vencedores de
la todavía no acabada guerra civil; por ceguera, rencor, saña y odio.
Pero lo que no pudieron matar fueron sus ideas, ni borrar sus recuerdos,
ni silenciar la historia.
Tal como se describe literalmente en el libro “TIRAÑA, ABRIL
1938”, escrito y editado por el cuyarapu Albino Suarez: “..se esgrimió,
sin embargo, una patraña para justificar lo que más tarde ocurrió. La
muerte de un soldado en un castañedo donde hacía guardia. La muerte del
soldado, nunca esclarecida, al decir de la mayoría, fue accidental, no
obstante que para otros fue suicidio. De lo que el pueblo estaba seguro
es de que él, como tal pueblo, no había sido..”.
¿Quiénes descansan en la fosa común de Tiraña? Los Republicanos asesinados fueron:
– Selina Valles Hevia, de 24 años. Su delito
fue pertenecer a la Asociación Cultura e Higiene de Tiraña que fomentaba
la educación pública y hábitos de higiene. Por eso, la sacaron de la
cama enferma, y la asesinaron en el cementerio de Tiraña.
– Virginia Suárez, 38 años, madre de 5 hijos que presenciaron cómo fue asesinada. Esposa de Celestino García, también asesinado.
– Virginia Suárez, 38 años, madre de 5 hijos que presenciaron cómo fue asesinada. Esposa de Celestino García, también asesinado.
– Sara Corte San Martín, 23 años, apodada “La Barria”.
– José Díaz Cuetos, apodado “Casorra”, natural del Pareu, 38 años, casado y con 3 hijas.
– Baldomero Suárez, vecino de Bustió, carretero y dueño de un pequeño comercio en la localidad; tenía varios hijos.
– Benito Martínez, apodado “El Camamu”, de la Hueria Baxo. Minero. Casado y con 6 hijos.
– Alfredo Vigón, minero, natural de Bimenes y vecino de Tiraña.
– Alfredo González, “Reburdián”, de Tiraña, minero de 40 años, padre de varios hijos.
– Pedro Pedrezuela Sanz, vecino de Condueño y natural de Salamanca, 39 años, minero. Casado y con 8 hijos.
– Celestino García Suárez, vecino de L’ Arbeya,
40 años, vigilante de mina. Casado en segundas nupcias con Virginia
Suárez, igualmente asesinada. Tenia 5 hijos, Enesida García Suárez entre ellos: (Mi infancia en el franquismo).
– Tomás Montes, vecino de El Fabariego, minero de
42 años y padre de 6 hijos. Cuando fue detenido regresaba de vender una
mata de madera. Le robaron todo, incluso la cadena y el reloj. A su
viuda sólo le devolvieron una ínfima parte del total. Tampoco le dieron
su reloj y la cadena de oro, que años después lució uno de los caciques
del pueblo.
– Avelino Cepeda, natural de Zamora y vecino de Tiraña, minero de 35 años. Casado en Tiraña, con una hija.
– Juan Iglesias, apodado “Juan El Calvu”, 60 años, vecino de Paniceres, comerciante y maestro de escuela en Bimenes.
Una acción violenta que en pocas horas impactó en 12 familias
dejando huérfanos a 35-40 personas. Tuvo una fuerza ejemplarizante de
largo alcance, muy rentable en términos de control social. La represión
hizo muy bien su trabajo, generó tanto miedo que impuso un silencio
atronador durante décadas afectando al comportamiento individual, y
también al colectivo. El bando vencedor sentó las bases del nuevo
régimen franquista mediante prácticas represivas, amenazas, detenciones,
palizas, violaciones, robos, persecuciones, fusilamientos, etc,
generando consecuencias traumáticas de largo alcance.
Documentos: Blog de Antón Saavedra (imagen de Albino Suárez). Red Latina sin fronteras
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