El Estado «Marca España» compró el silencio de una amante del heredero de Franco con 3 millones de euros de dinero público. Como suena. Según una información recogida por Diario 16, entre las supuestas aventuras de Juan Carlos Borbón una de las más largas tuvo lugar desde el verano de 1979 hasta la década de los 90.
Distintas fuentes afirman que, hasta el año 1985, esa «amiga» del Borbón recibió
una asignación mensual que no bajó de 1 millón de pesetas y que fue
pagado con los fondos reservados adjudicados a Presidencia de Gobierno.
A partir de 1985 esa asignación mensual subió a 2 millones de pesetas, tal y como denunció el coronel Amadeo Martínez Inglés: «Era
un incremento espectacular, pero perfectamente asumible por el pozo sin
fondo de los dineros sin justificar que los Gobiernos de turno de la
democracia española han venido dedicando, desde 1975, a fruslerías tales
como los GAL, los confidentes, la compra de dossiers, la corrupción de
tránsfugas políticos, las querindongas de altos cargos, la compra de
voluntades exteriores útiles al Estado«.
Como cuenta el medio, en 1994 se termina la relación y con ella la
asignación mensual. La mujer amenaza con hacer públicos unos vídeos
grabados en sus encuentros íntimos si no recibe una elevada cantidad de
dinero. Ante tal amenaza, varios agentes del CESID (actual CNI)
deciden intervenir y entrar en el domicilio de la mujer aprovechando su
ausencia para hacerse con las cintas de vídeo y dejar a su vez un
mensaje intimidatorio.
Pero, según señala Diario 16, la operación fracasa. Son las cosas de seguir pagando a Torrentes, Mortadelos, Filemones y Anacletos
varios. Las cintas no aparecen (aunque algunas fuentes señalan que sí
fueron encontradas y convenientemente «procesadas») y la amiga del
monarca no se amedrenta en absoluto y lanza un ultimátum en el que pide
una sustanciosa contraprestación económica a cambio de su silencio y
para que los vídeos no sean distribuidos a los medios de comunicación.
Manuel Prado y Colón de Carvajal, hombre de confianza de La Zarzuela y testaferro real, decide de nuevo intervenir como hizo anteriormente en su acuerdo con el CESID
y pacta con la mujer guardar los vídeos en una caja fuerte controlada
por ambos y a cambio recibirá mensualmente la cantidad citada
anteriormente. Además deberá comprometerse a no hablar de ningún
episodio de su vida que pueda involucrar al monarca.
En 1996 es nombrado presidente José María Aznar quien
ordenó la paralización de los pagos al darse cuenta de que se estaba
gastando dinero de los fondos reservados de Presidencia. La avariciosa
ex amiga del avaricioso Juan Carlos no tardó en reaccionar
y volvió a amenazar con hacer públicos los vídeos. A cambio de entregar
todo el material pidió 100 millones de pesetas.
Haciendo cuentas, desde el año 1979 la mujer habría recibido una
cantidad que rondaría los 500 millones de pesetas, unos 3 millones de
euros.
Sin embargo, el problema no estaría solucionado ya que los servicios
de inteligencia creen que aún existen cuatro posibles núcleos de
material sensible relacionado con esa relación del «emérito«. Cualquier día nos desayunamos un vídeo porno del sátrapa (como los que financiaba y producía su abuelo, Alfonso XIII pero, ya, en color).
Al tiempo…
Bárbaro!!!
Bárbaro!!!
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