Una foto de Stalin, la única prueba documental del consejo de guerra del franquismo a Vázquez Montalbán

El libro 'Cambiar la vida, cambiar la historia' (editorial Atrapasueños) recoge los artículos clandestinos de la primera etapa periodística de Manuel Vázquez Montalbán. De forma inédita, se transcribe el consejo de guerra militar que vivió en plena dictadura junto a ocho estudiantes universitarios de entre 19 y 22 años.

Una foto de Stalin, la única prueba documental del consejo de guerra del franquismo a Vázquez Montalbán / María Serrano:

Mayo de 1962. El mítico y aún incipiente periodista Vázquez Montalbán era estudiante universitario, combativo y comprometido en la lucha, dentro de la facultad de Letras de Barcelona. Pertenecía al sindicato clandestino de estudiantes y luchaba en cada movimiento que se gestaba contra aquel régimen que lentamente se iba desmoronando. Su trabajo lo desarrollaba en el conocido periódico falangista la Solidaridad Nacional, la Soli, donde buscaba cualquier hueco para incluir sus entrevistas más combativas, pasadas por las grietas de la censura. En aquel diario barcelonés de Falange el joven Moltalbán escribe reportajes de última página y se las apaña para hacer de topo y dar su propia línea en los artículos. Además militaba en el Frente de Liberación Popular, el conocido Felipe.

Anna Sallés, compañera de Montalbán de universidad y viuda del periodista, recuerda a Público cómo se las ingeniaba para luchar con la causa y ganarse la vida como periodista. "Manolo hacía informaciones de delitos callejeros y recuerdo cómo iba a las comisarías para que le contaran detalles de los casos". Sallés señala cómo en una ocasión trajo una foto de Stalin que encontró en el archivo de la Soli. "La trajo a casa como una simple anécdota. Cuando nos detienen por la manifestación de la Universidad, es una de las pruebas que utilizan en el juicio".

"Muera Franco", "Asturias, sí" y "huelga general"

Vázquez Montalbán tenía 23 años de edad y su mujer Anna 22 cuando participan en la huelga universitaria que se convoca dentro de la facultad de Letras. En la primavera de 1962 estalló el descontento social en las minas de Asturias, y la dictadura franquista sufrió su primera gran huelga obrera, una movilización que tuvo su revuelta estudiantil en Barcelona. "Recuerdo aquellos días tan convulsos donde éramos tan jóvenes y logramos reunir a un centenar de compañeros", relata. En aquella manifestación en solidaridad con la huelga de mineros en Asturias se oyeron gritos de "muera Franco", "Asturias, sí" y "huelga general", que llevó en pocos segundos a la Brigada Político Social a las puertas de plaza Universitat. "Todo fue bastante rápido. A mi me meten en un furgón y a Manolo con otros compañeros . Nos trasladan a Vía Laietana donde nos interrogaron. Yo no volví a verlo hasta que llegamos a la Modelo".

Sallés entra en la Modelo días antes que Manolo. "Digamos que el trato fue correcto conmigo, pero con él tuvieron una mayor violencia. Aquella BPS (Brigada Político-Social) torturaba a los estudiantes para conseguir que confesaran". Querían conocer detalles, si pertenecía a algún partido en la clandestinidad, si formaba parte del periódico clandestino de la facultad donde firmaba con el seudónimo de Sánchez Molbatán.

Seis son los compañeros que se enfrentan junto a Vázquez Montalbán y Sallés a la celebración de aquel juicio. En el archivo histórico del PCE, Joaquín Recio, coordinador del libro Cambiar la vida, cambiar la historia extrae los detalles que algún informante pasó, de forma inédita, al catalán para desgranar aquel consejo de guerra que se celebraba en el mes de junio. "El juicio empezó a las nueve y únicamente se permitió la entrada en la sala a unas quince personas, familiares y público. La policía alegó que estaba llena. Efectivamente, la sala estaba ocupada por la Brigada Social en pleno".

Vázquez Montalbán, un "elemento de extrema izquierda"

Salvador Abad, exjefe de Distrito del Sindicato Español Universitario (SEU), califica en su informe a Manuel Vázquez como "elemento de extrema izquierda, rozando el filocomunismo", como había podido comprobar con su relación personal y por su actividad de carácter universitario, sobre todo como responsable nacional de propaganda del Servicio Universitario del Trabajo (SUT). En aquel interrogatorio volvió a salir la foto, la de Stalin que estaba en el domicilio de la pareja Vázquez Sallés y fue "la única prueba documental en el consejo de guerra de Vázquez Montalbán".

Montalbán señalaría en el juicio que aquella "foto la sacó del archivo de la Soli con permiso del redactor-jefe, para Universidad 61, para ilustrar un segundo artículo que debía aparecer en esa revista". El primer artículo se publicó con una foto de Lenin. Los artículos pretendían demostrar la imposibilidad de implantar el comunismo en Europa. Así se retractó Vázquez Montalbán de una prueba que carecía absolutamente de fundamento y no lo vinculaba a ninguna organización política. Continúa con preguntas por su pertenencia al SUT. La defensa es pura pantomima en aquel juicio. La sentencia final condena a Vázquez a 3 años y a Sallés a seis meses y un día de prisión.

Anna recuerda sus días en el pabellón de mujer de la Modelo donde vivió la condena de forma íntegra. "Al salir en otoño, Manolo ya había sido trasladado a la prisión de Lleida donde busqué una pensión para estar más cerca de él". El indulto concedido por la muerte del papa Juan XXIII le permite pasar dieciocho meses en prisión, saliendo en libertad de octubre de 1963.

"La prisión se convirtió en un largo seminario de estudio"

Sallés estaba muy pendiente del día a día del que ya era su marido. "Él estaba allí con un físico y con otros estudiantes de económicas. La estancia en prisión se convirtió para Manolo en un largo seminario de estudio con debates de todo tipo; cada uno aportaba conocimientos de su especialidad. Leyó muchísimo y también escribió mucho". Anna pudo pasarle en sus visitas algunos libros muy valiosos, que le sirvieron para escribir Informe sobre la Información.

El regreso a Barcelona no fue fácil. "Retomamos de nuevo la universidad con mucho esfuerzo, buscando trabajo, luchando en una etapa muy difícil como fueron aquellos años de lucha antifranquista".

Recio, coordinador de este libro sobre los artículos clandestinos de Montalbán recalca que "no era una persona a la que canalizara su experiencia en la cárcel franquista en una apología total de su integridad militante y antifascista. Más bien lo naturalizó de tal forma que, siendo un encarcelamiento muy duro, lo integra en su personalidad crítica y siempre dialéctica". Para Vázquez Montalbán aquel encierro no fue una medalla. "Fue un momento suficiente y hasta cierto punto esperado en una dictadura que le sirvió para saber dónde estaba y a qué se enfrentaba. Hasta para eso fue inteligente, le dio fuerzas para que su análisis, su primer ensayo sobre periodismo, cogiera vuelo".

Un libro imprescindible, 'Informe sobre la Información'

José Manuel Martín Medem participa en el libro de Recio, como conocedor del legado de Vázquez Montalbán, a quien señala como "un periodista total" y un "verdadero teórico de la comunicación".

Como miembro de la Junta Ejecutiva de la Federación de Sindicatos de Periodistas afirma a Público que "a Manuel Vázquez Montalbán se le ha elogiado como narrador y periodista, sin reparar que en aquel primer ensayo, escrito en prisión fue el primero en decirle a la izquierda española la importancia de la comunicación a la hora de hacer política".

Medem es director de Mundo Obrero y afirma cómo en aquel ensayo, Informe sobre la Información, Montalbán hablaba de "de la necesidad de evolucionar hacia la comunicación" y dejar más de lado la agitación y propaganda en política. "La necesidad de alfabetizar mediáticamente a los ciudadanos para tener una capacidad critica. La importancia de dar herramientas a la ciudadanía para defenderse de los medios, que no se quede fascinada y se defienda".

Aquel ensayo fue un encargo por parte de su editor que logró filtrar, a través de la censura y que fue publicado cuando salió de la cárcel. "El franquismo tenía esas grietas afortunadamente". Medem concluye a Público que "Vázquez Montalbán fue muy hábil a la hora de buscar los huecos en los medios cuando volvió a ser un ciudadano libre". "Tenía que abrirse paso y en la última época de la clandestinidad y no fue perseguido, ni era considerado alguien peligroso para el régimen". Sallés declara a Público que "en alguna ocasión tuvo que ser interrogado por la censura por alguno de sus reportajes pero nunca más volvió a entrar en las prisión franquistas".


Fuente → publico.es

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