Texto inédito de los 70: “El potencial revolucionario de las demandas de liberación sexual”

Hemos traducido textos históricos del movimiento LGBTI de los 70 inéditos en castellano. En este artículo te presentamos extractos del debate interno que se dio en el norteamericano Socialist Workers’ Party acerca de “las demandas de liberación sexual”. Los textos en inglés están en marxist.org.

Texto inédito de los 70: “El potencial revolucionario de las demandas de liberación sexual” / Traducción: Roberto Jara:

Las noches de combates con la policía en 1969 en la Revuelta de Stonewall se convirtieron en la chispa que daría lugar a un movimiento de la diversidad sexual que lucharía contra la moral patriarcal y LGBTIfóbica, las fuerzas represivas y la legislación reaccionaria del Estado, pero también por la total liberación sexual.


En ese contexto, junto con un ascenso de la lucha de clases, antirracista, antiimperialista y por la emancipación femenina, ve la luz el texto que traducimos. Se trata de los extractos más sintéticos de “El potencial revolucionario de las demandas de liberación sexual”, un texto de Kendall Green originalmente publicado en el boletín de discusión del Socialist Workers’ Party (SWP) estadounidense en agosto de 1972, cerrando la séptima de las nueve publicaciones que conformaron el Volumen 30 de discusiones internas del SWP. En esos nueve números se desarrolla entre junio y septiembre de 1972 un debate teórico en torno a la definición de los movimientos de liberación sexual con el objetivo de determinar la estrategia para intervenir en los mismos.

El texto que seleccionamos y traducimos en su mayor parte es uno de los más sintéticos y globales de este intercambio teórico, el cual se presenta sus 49 artículos, recientemente disponibles, en inglés en el sitio web marxists.org. La línea que vertebra este texto en el debate abierto responde a las caracterizaciones anteriores en el debate, si eran demandas democráticas o superaba dicha definición, sumando el concepto trotskista de “Programa de Transición” []
al análisis y la elaboración de programa sobre la liberación sexual.

El 25 de mayo de 1971 el Congreso del SWP había aprobado el “apoyo incondicional a las luchas de homosexuales por derechos democráticos plenos” (cit. en Vol. 30, nº1, junio 1972). Este debate se abre en el SWP a través de una moción del 14 de mayo de 1972 por el Comité Nacional que aprueba “abrir en el periodo inmediatamente posterior a este plenario un intercambio de discusión partidaria sobre el movimiento de “liberación gay” y la orientación del partido hacia el mismo, llevando a una toma de decisiones por el plenario subsecuente” (Vol. 30, nº1, junio 1972).

En este debate participan miembros de secciones como las de Nueva York, San Francisco, Seattle o Chicago, con posturas sobre aspectos como del origen de la opresión a la disidencia sexual, la existencia de prejuicios sexuales dentro de las organizaciones del movimiento obrero o la relación entre la lucha de clases y la liberación sexual.

El potencial revolucionario de las demandas de liberación sexual
24 de agosto de 1972
Por Kendall Green, Sección del Upper West Side, Nueva York

El programa socialista revolucionario para el movimiento obrero, las luchas de las nacionalidades oprimidas y el movimiento de mujeres enfatiza la necesidad de hacer avanzar las demandas democráticas y de transición en estos movimientos. Hemos analizado una serie de consignas para estos movimientos para determinar su potencial revolucionario. En el curso de la discusión sobre el movimiento de liberación gay, es importante analizar las demandas actuales y futuras de este movimiento. El camarada Weinstein (Vol. 30, Nº. 4), por ejemplo, considera que la liberación gay es una lucha por demandas democráticas con un potencial limitado. Sudie y Geb (Vol. 30, Nº. 4), por otro lado, consideran que el movimiento gay va más allá de una simple lucha democrática hacia una lucha de "poder gay".

¿Se puede poner fin a la opresión gay bajo el capitalismo? Si la opresión gay pudiera ser eliminada bajo el capitalismo, entonces las demandas para terminar con esa opresión tendrían un significado más limitado en la lucha revolucionaria. Sudie y Geb en su contribución titulada "Liberación Gay y Lucha de Clases" esbozan sus argumentos sobre por qué la opresión gay no puede terminar bajo el capitalismo. Dicen que "el comportamiento homosexual amenaza el buen funcionamiento de la familia patriarcal". Dado que la familia patriarcal es una institución necesaria para la sociedad capitalista, una amenaza para ella es una amenaza para la sociedad.

El papel sociológico de la familia

Si Nat Weinstein hubiera elegido argumentar lo contrario -el comportamiento gay es compatible con la familia y por lo tanto no amenaza al capitalismo- no habría llegado más lejos. Nos damos cuenta de que la sociedad capitalista necesita una institución que entrene a los jóvenes para los eventuales roles de trabajadores, amas de casa, padres y consumidores. La familia provee tal entrenamiento temprano. Enseña a los jóvenes a obedecer a la autoridad, a suprimir sus deseos sexuales y a trabajar en tareas indeseables para una recompensa posterior (gratificación retrasada). Estas actitudes son necesarias para que los capitalistas tengan una mano de obra en casa y en el taller que pueda ser controlada.

Las amas de casa y los trabajadores deben obedecer a la autoridad, deben limitar sus deseos heterosexuales en tiempo, lugar y manera, y deben estar dispuestos a trabajar por cheques de pago que lleguen días y semanas después en lugar de exigir trabajos deseables que den satisfacción inmediata al trabajador. La familia también capacita a los jóvenes para que acepten los roles sexuales que les asigna la sociedad patriarcal.

A los hombres se les asigna hacer trabajos peligrosos y pesados, ser sexualmente promiscuos con las mujeres y comprar ciertos artículos de consumo, como automóviles, debido al aura de promiscuidad sexual asociada con ellos. A las mujeres se les asigna el papel de parteras, criadoras de niños, compañeras fieles de un hombre, esclavas y administradoras de un hogar, y compradoras de la mayoría de los artículos de consumo que a menudo se presenta como si tuvieran el poder de mantener a los esposos y a los hijos en el hogar.

El comportamiento homosexual es destructivo para esta función sociológica de la familia. Socava la autoridad porque es un comportamiento atípico que no tiene cabida en la familia patriarcal. El comportamiento homosexual debilita el concepto de roles sexuales.

Si los hombres sólo deben tener relaciones sexuales con mujeres y viceversa, y esa parte de los roles sexuales es cuestionada por el comportamiento homosexual, entonces todo el papel es cuestionado y debilitado. A medida que los roles sexuales se debilitan, los hombres no pueden ser motivados a realizar tareas peligrosas -como la guerra- por apelar a su masculinidad; ni las mujeres a la monotonía por apelar a sus instintos maternales.

El papel reproductivo de la familia

La familia también existe para continuar la reproducción de la especie bajo ciertas condiciones. En primer lugar, es necesario garantizar al capitalista que el hijo que su esposa da a luz está emparentado genéticamente con él, para que pueda sentirse a gusto transfiriendo la riqueza que ha obtenido a ese hijo en el momento de su muerte. En segundo lugar, es necesario que un trabajador, ya sea hombre o mujer, cargue con la responsabilidad del sustento de un hogar; y una ama de casa, siempre mujer en esta sociedad, con la responsabilidad física del cuidado y bienestar de este hogar. Para justificar este altruismo forzado, los apologistas capitalistas apuntan a una relación biológica entre los miembros de este hogar.

Mantener estas condiciones para el papel reproductivo de la familia requiere, no sólo la supresión del comportamiento homosexual, sino también la supresión de todo comportamiento erótico fuera del sexo procreativo en el matrimonio. La moral oficial de la sociedad de clases ha luchado contra el concepto hedonista de que el comportamiento erótico está suficientemente justificado por el placer que proporciona a los participantes. Los moralistas de la Iglesia y del Estado, al elogiar la maternidad, gravar más a las parejas e individuos sin hijos y aprobar leyes contra cualquier otra forma de actividad sexual, han impuesto la idea de que la procreación es la única justificación para el comportamiento erótico. La actividad homosexual es un desafío directo a esta moralidad oficial, así como al concepto de gratificación retardada discutido anteriormente, porque no es procreativa, en todas sus formas.

Dado que el comportamiento homosexual es una amenaza para la familia, y que la familia es una institución necesaria para el capitalismo y que continuará hasta y después del derrocamiento del capitalismo, podemos concluir que el intento de suprimir el comportamiento homosexual -la opresión de los homosexuales- continuará hasta que se establezca una sociedad socialista. Por lo tanto, las demandas de la liberación gay pueden tener un potencial muy revolucionario en el derrocamiento del capitalismo.

Demandas de otros movimientos

Otras demandas democráticas y de transición formuladas y planteadas por los movimientos sindicales, de mujeres y de liberación nacional también son relevantes para el movimiento de liberación gay porque los homosexuales incluyen a las mujeres, miembros de nacionalidades oprimidas, así como en su abrumadora mayoría, a los trabajadores. Los grupos homosexuales han respondido fácilmente al llamado de contingentes homosexuales en manifestaciones contra la guerra, ya que entienden que la discriminación contra los homosexuales en el ejército y los estereotipos de roles sexuales del movimiento contra la guerra son temas que vinculan a las dos luchas.

Asimismo, la discriminación contra las lesbianas como mujeres y como gays, tanto dentro como fuera del movimiento gay y del movimiento de mujeres, vincula estas luchas. En el movimiento negro, escritores como James Baldwin han sido reprimidos por su homosexualidad, mientras que gays prominentes como Jean Genet se han pronunciado en contra de la victimización policial del Partido Pantera Negra. El Partido Pantera Negra fue una de las primeras organizaciones del movimiento en hablar sobre la opresión de los homosexuales.

En el movimiento obrero, las acusaciones de homosexualidad se han utilizado a menudo para desacreditar a los organizadores sindicales. Ya que los gays tienden a ocupar los sectores de menor paga de la economía, las luchas obreras militantes serían de gran importancia para ellos y podríamos esperar muchos organizadores obreros militantes provenientes de estos sectores. Así, a pesar de la afirmación contraria de Nat Weinstein, existen vínculos efectivos entre el movimiento gay y los otros movimientos para el cambio social. Estos vínculos proporcionan luchas unidas entre estos movimientos.



Fuente → izquierdadiario.es

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