Secretos a voces. Soluciones democráticas y republicanas
 
Secretos a voces. Soluciones democráticas y republicanas  
 
Secretos a voces
Soluciones democráticas y republicanas


En medio del coronavirus y la recesión hemos conocido un amplio movimiento contra la opresión que ha tenido su origen en la población negra de los EEUU, arrastrando a las calles a importantes sectores de la inmigración latina, a la juventud, a trabajadores y parados …, contribuyendo con la movilización a la lucha contra la represión y marginación social que el trumpismo ha acelerado desde la Casa Blanca. Explotados y oprimidos se han expresado ampliamente contra el racismo y sobreexplotación inherente a las formas extremas del capitalismo y del imperialismo norteamericano, poniendo al descubierto toda la inmundicia del sistema político y económico; movimiento que en pocos días ha logrado un alcance solidario en otros muchos países, incluida España, a partir del llamamiento de los colectivos afrodescendientes.

Un secreto a voces: La lucha contra el imperialismo no es la lucha de un solo pueblo, sino de todos los pueblos del mundo para hacer frente a la miseria y explotación del sistema en su conjunto. La lucha común por la salud pública y el trabajo, bajo las condiciones de la pandemia, es utilizada para la destrucción económica y regresión social de sectores productivos incompatibles con la gran propiedad privada; afectando en primer término a los sectores más desheredados en todos los continentes y países, estableciendo inmensas posibilidades de reagrupamiento y movilización internacional de trabajadores y pueblos.

Lo que han venido a llamar de forma pedante desde el poder “la nueva normalidad” no es sino la agravación de las condiciones de vida y trabajo de la mayoría de la población, causada por la destrucción económica que implica la recesión capitalista. La CEOE, la asociación de la patronal española, viene en estos días a dictar al gobierno y a toda la sociedad sus exigencias para “emprender la reconstrucción del país”. Insistiendo en la financiación pública de sectores privados como el turismo y la automoción, con un plan país que empuje hacia el aumento de la productividad, es decir, de la sobreexplotación. Exigen al gobierno el mantenimiento de la ley mordaza y de las contrarreformas laborales vigentes. Sus referentes son las medidas de la burocracia de Bruselas, urgiendo la concreción de todas las políticas económicas y fiscales anunciadas por la Unión Europea y el Banco Central Europeo, que pasan por extender y flexibilizar los ERTE, con la exención de cuotas empresariales, aplazando el pago de impuestos y tasas; lo que conduciría a desarmar toda expresión reivindicativa del movimiento obrero, propiciando despidos masivos. Los dirigentes de los sindicatos, por su parte, llaman al consenso político y social, proclamando la necesidad de un Pacto de Estado entre gobierno, patronal y dirigentes sindicales. En una palabra, la patronal exige al gobierno la financiación pública de sus negocios con un movimiento obrero maniatado, mientras ellos preparan el cierre masivo de empresas sin demanda, con el consiguiente aumento de paro y precariedad.

Un secreto a voces: las medidas económicas y sociales que reclama la mayoría social nada tienen que ver con los dictados de la Unión Europea y con las exigencias de la patronal, medidas que pasan por la revalorización de salarios y pensiones, por la protección integral de todos los trabajadores sin empleo. La movilización general que se convoca el próximo día 20 en defensa de la sanidad pública, por la derogación de las leyes que permiten la privatización y por la nacionalización de todo el sector sanitario y farmacéutico, responde a la necesidad de todo el movimiento obrero de recuperar su capacidad de acción como fuerza independiente.

Recientemente se ha aprobado en Cortes una propuesta no de ley tendente a que el gobierno revoque las condecoraciones y recompensas concedidas por el Estado a funcionarios y autoridades de la dictadura franquista que hubiesen realizado actos de represión o tortura incompatibles con los valores democráticos y con la protección de los derechos humanos.

Un secreto a voces: Sacar de la gran fosa común de la impunidad todas las violaciones de derechos y el olvido de las víctimas exige algo más que una PNL. Ya es hora de que se dé respuesta a las demandas de verdad, justicia y reparación, mediante una ley integral de víctimas del franquismo, que equipare en derechos a las víctimas de la guerra, la dictadura y la transición con las víctimas del terrorismo. Acabando con la desigualdad jurídica y la indefensión establecida para mantener la impunidad de los crímenes del franquismo.

La pretendida “nueva normalidad” viene a acelerar la crisis política de Estado en formas hasta ahora no conocidas, concentrándola en la persona del jefe del Estado por abuso de poder y corrupción. Un gran secreto a voces, después de años de agotamiento de las formas de dominación del régimen del 78, que convergen ahora sobre la cúpula del poder, acabando con la leyenda blanca de una supuesta monarquía democrática, presentada así -durante años- por los dirigentes del PSOE, con el elogio de ser la mejor embajadora de los intereses de España.

En un reciente artículo del presidente de honor de “El País”, Juan Luis Cebrián, coincidiendo con el relevo precipitado en la dirección del diario, se establece al más burdo ataque personal contra Sánchez, y otros miembros de su gobierno, para tratar de acorralarlos, poniéndolos íntegramente al servicio de la crisis dinástica del Estado y de las exigencias de la gran patronal. El artículo, que no tiene desperdicio, señala que para “afrontar la crisis no se puede hacer con un gobierno de la “señorita Pepis”, en el mismo momento que Felipe González, consejero político del grupo Prisa (cuando se dan a conocer los secretos de la CIA, vinculándole al GAL) acusaba al gobierno se ser “el camarote de los hermanos Marx”. El ataque combinado de Cebrián y González no tiene por objeto sino poner a los dirigentes actuales del PSOE en situación de llegar a un acuerdo general con el PP para la protección conjunta del régimen del 78, expresada por el primero de ellos en los términos siguientes: “Si el socialismo español, huérfano de todo análisis teórico, persiste en sustituir el liderazgo por una camarilla clientelista dispensadora de favores …”, concluyendo con la siguiente afirmación que exige la vuelta al consenso PSOE-PP: “Si el partido socialista y la derecha moderada no son capaces de volver a ser fuerzas dominantes del cambio y garantía del funcionamiento de la democracia, no habrá otro camino para la estabilidad política”. El principal medio de comunicación y presión de la sociedad española, constituido en torno a la preservación de la herencia franquista con supuestos ropajes democráticos, llama clara y públicamente a arrebato para la defensa del régimen del 78 y de su principal institución.

Y un último secreto a voces: Las bases políticas de la reconstrucción institucional, política y económica que la mayoría demanda no pueden ser las del régimen del 78 agotado y desprestigiado, con sus partidos clientelares y pactos sociales prefabricados. Se necesita la democracia de verdad, con el libre ejercicio del derecho a decidir sobre sus propios asuntos de trabajadores y pueblos, con partidos y sindicatos no sometidos a la razón de Estado.

Soluciones democráticas y republicanas llaman a la puerta de la crisis política y social.


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