Memoria histórica como medicina antifascista.
 
Memoria histórica como medicina antifascista.

No permitamos que el PPVOX prosrituya y reescriba la historia para perpetuar el franquismo en nuestras instituciones.

Parafraseando a ese gran comunista y poeta que fue Miguel Hernández, que terminó su luminosa vida un mes de Marzo en una cárcel fascista, “Jamás renunciaremos ni al más viejo de nuestros sueños”.

Un 14 de abril se proclamó la II República, el primer régimen democrático de nuestra historia que instauro un verdadero Estado de Derecho y proclamo la primera constitución democrática de España.

Aquella Constitución plasmó el principio de igualdad de los españoles ante a ley, al proclamar España como “una república de trabajadores de toda clase que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia”, el principio de soberanía popular, establece el sufragio universal para hombres y mujeres mayores de 23 años.

En economía la propiedad privada quedó sujeta a los intereses da economía nacional, se constituye un “Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones”, el principio de laicidad “el Estado, las regiones, las provincias y los Municipios, no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas”, además se reconoció el matrimonio civil y el divorcio así como la enseñanza primaria laica, gratuita y obligatoria, y se reconoce la libertad de cátedra.

La II República promovió el avance en la transformación de nuestra sociedad, en la defensa de las libertades individuales y colectivas, y en la consecución de la justicia social.

Este sistema democrático terminó con la derrota en la mal llamada Guerra Civil para dar paso a más de 40 años de franquismo, de represión y de retrocesos.

“Quien olvida su historia está condenado a repetirla”, esto lo dijo Marco Tulio Cicerón, en el 106 AC, y es una gran verdad, necesitamos de Memoria Histórica.

Porque la mal llamada Guerra Civil no fue una guerra al uso, fue un golpe de Estado perpetrado por militares traidores a las órdenes de la oligarquía que defendía sus privilegios, un golpe de estado contra un gobierno legítimo y refrendado en las urnas.

Un golpe de estado cobarde que provocó una guerra brutal, los fascistas del mal llamado bando Nacional contaron con la inestimable ayuda del fascista Benito Mussolini y del NAZISMO de Adolf Hitler que, trajeron también a le “Guardia Mora”.

A todos esos asesinos el fascismo español les abrió las puertas para una orgía de sangre, para matar a su propio pueblo, en el estado español se cometió un verdadero genocidio ideológico, las fosas comunes siguen llenas da semilla de un pueblo que se quería libre.

Violaciones, torturas, humillaciones, asesinatos, una brutal represión contra un pueblo que solo quería pan y dignidad.

Me viene ahora a la cabeza aquel dibujo de Castelao, “No entierran cadáveres entierran semilla.”

Algunos dicen que cuando hablamos de memoria, justicia y reparación, reabren heridas, pero ¿cómo vamos a reabrir heridas que nunca fueron cerradas?, ¿cómo perdonar cuando nunca se pidió perdón?, a nadie se le ocurre en Alemania hablar de que olvidar el holocausto, porque negarlo es un delito.

Ahora partidos como VOX y también el PP se dedican al negacionismo más vergonzoso y a blanquear el franquismo que no es mas que un detritus nacionalcatolico del fascismo.

Por eso hoy como siempre y más que nunca es necesario recordar la historia, es necesaria la verdad.

Necesitamos memoria, justicia, reparación la III República.


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